El Gobierno sigue haciendo amigos
lunes 22 de julio de 2013, 16:12h
Lo leo y no doy crédito. Definitivamente
tiro la toalla frente a un Gobierno que tiene la rara habilidad -y lo
que aún es peor: el empeño- de crearse enemigos quién sabe por qué. No
se trata ya de grandes cosas, no voy a referirme a la Ley de Dependencia
y al recorte que se está haciendo en todas la administraciones del
gasto social; no voy a anunciarles con anticipación que en Madrid al
menos, cuatro o cinco centros gestionados por los padres que atienden
todavía a muchos paralíticos cerebrales, pueden echar el cierre si los
nuevos "ajustes" anunciados se hacen realidad. Hablaremos de eso en su
momento y, si es preciso, lo gritaremos. No voy a hablar del IVA a la
cultura, una subida ruinosa y sin sentido. Hoy la cosa va de algo que,
parece, ha pasado desapercibido y que no sólo suena a disparate injusto
sino a intereses difícilmente confesables, a presiones que quiero pensar
no han existido. Pero lo cierto es que todo apunta a que el
Gobierno tiene la determinación de que el autoconsumo energético
-producir tu propia energía mediante paneles fotovoltaicos por ejemplo, y
consumirla en el momento-, se implante un peaje de forma muy controlada
y sin perder de vista "la compleja situación económica" que afecta al
sector eléctrico.
Dicho de otra forma y para que todos lo entendamos: el Gobierno
piensa -por ahora sólo lo piensa- incluir para quien por razones
económicas y/o ecológicas se lance a la aventura del autoconsumo
energético un peaje, denominado "de respaldo", que, de entrada, sube la
tarifa de quienes lo utilizan. ¿Y cuanto la puede subir? Ah, eso lo
decidirá el propio Gobierno -y de ahí los "malos pensamientos"- de
acuerdo con las eléctricas, pero según cálculos de la Unión Española
Fotovoltaica (Unef), el peaje de respaldo que se pagará por generar
energía en un domicilio será un 27% más alto que si se opta por el
consumo convencional y se abona el peaje por el uso tradicional de la
red. La asociación, que agrupa a unas 300 empresas y representa a un 85%
del sector, critica -según informaba "El País"- que se impida el ahorro
de los consumidores y se paralice la entrada de nueva competencia en el
mercado eléctrico.
Si el decreto sale como hasta ahora parece que puede salir, se
resume en una sola recomendación: desmonte sus placas solares o abandone
la idea de ponerlas, porque le va a salir un 30% más caro que si
contrata directamente a las pobrecitas eléctricas, esas que tienen en
sus consejos de administración a ilustres nombres de ex políticos y que
no paran de subir el precio de su producto, esas que se quejan
amargamente porque su actividad en España en 2011 fue un 37% menor que
en el ejercicio anterior y "sólo" ganaron 3.063 millones.
Las previsiones de los analistas para 2013 sitúan los márgenes de las
eléctricas nacionales en el entorno del 6,23% y el de las europeas en el
3,49%, es decir casi la mitad según el consenso de mercado que recoge
FactSet.
Pues nada; tienen miedo y algo habrá que hacer para protegerlas. A
ver; no soy experto ni en economía ni muchos menos en el negocio
energético. Lo que más desearía es que si el ministro Soria o algún
cargo medio de ese departamento leyera esta columna, sonriera
compasivamente y me dijera que estoy equivocado y que en España no se va
a frenar mediante "peajes de respaldo" -mira que les gusta poner
nombres al hecho de cobrar dinero- unas iniciativas limpias a las que
tenemos derecho como ciudadanos libres, responsables y hasta solidarios
con el futuro.