Más potencia y eficiencia en las gamas Audi A4, A5 y Q5
Nuevo motor 2.0 TDI, con 150 CV de potencia, en sustitución del anterior, de 143 CV.
Audi incluye importantes mejoras en sus gamas Audi A4, A5 y Q5, que
afectan a los motores 2.0 TDI y 2.0 TFSI de cuatro cilindros. El
anterior 2.0 TDI de 143 CV deja paso en todas las versiones a un nuevo
2.0 TDI estrenado en el dynamico Audi A3, con una potencia de 150 CV, y
que se caracteriza por un funcionamiento más suave y refinado.
Este nuevo motor 2.0 TDI rinde 150 CV (110 KW) de potencia y mantiene
un par máximo de 320 Nm, disponibles desde las 1.750 a las 3.000 rpm.
Durante su desarrollo se ha prestado especial atención a la reducción de
la fricción. Así, los árboles de equilibrado están alojados sobre
rodamientos, y los árboles de levas giran sobre cojinetes de agujas. La
bomba de aceite regulada en dos fases consume muy poca energía motriz, y
el bloque de cilindros y la culata disponen de circuitos de
refrigeración independientes, cada uno de ellos con su propia bomba, de
forma que en la fase de calentamiento sólo está activo el circuito de la
culata. El radiador del aire de sobrealimentación está integrado en el
colector de admisión, una solución que permite unos recorridos cortos de
los gases y una elevada calidad de regulación. El nuevo sistema de
recirculación de los gases de escape de baja presión, situado cerca del
motor, es muy dynamico y está concebido para minimizar las pérdidas de
flujo.
Por su parte, el sustituto del galardonado 2.0 TFSI, elegido Motor
del Año por un jurado internacional durante cinco años consecutivos
entre 2005 y 2009, eleva su potencia desde los 211 CV hasta los 225 CV,
sin afectar en ningún caso a los consumos, y cumpliendo ahora la
normativa de emisiones EU6.
En el Audi A4 2.0 TFSI, con cambio manual de 6 velocidades, por
ejemplo, la nueva versión rebaja en una decima la aceleración de 0 a 100
km/h. y, sin embargo, el consumo medio es inferior en casi medio litro
cada 100 km, lo que supone quedarse en sólo 5,9 l/100 km., equivalente a
unas emisiones de CO2 de 138 g/km.
Este nuevo 2.0 TFSI, que se estrenó en la renovación del Audi Q5,
alcanza su par máximo de 350 Nm ya a 1.500 rpm, y se mantiene constante
hasta las 4.500 rpm, un régimen al que ya entrega toda su potencia de
225 CV (165 KW). Entre sus innovaciones destaca una inyección indirecta
adicional que complementa a la inyección directa FSI en régimen de carga
parcial, reduciendo el consumo y las emisiones de partículas. La
inyección FSI, que funciona con una presión de hasta 200 bares, entra en
acción en el arranque y con cargas elevadas. Los dos árboles de levas
se pueden regular en función de la demanda; en el lado de escape, el
Audi valvelift system varía además la alzada de las válvulas en dos
fases.
La innovadora gestión térmica permite que el aceite del motor alcance
rápidamente la temperatura óptima, y ajusta la temperatura del líquido
refrigerante para conseguir siempre la mejor relación entre una mínima
fricción y un elevado rendimiento termodinámico. El colector de escape
está integrado en la culata, donde es bañado por líquido refrigerante,
una solución que reduce la temperatura de los gases de escape y el
consumo al conducir de un modo deportivo. El nuevo turbocompresor
incluye un actuador eléctrico de descarga que hace que la respuesta del
motor sea aún más espontánea.
Audi incorpora el nuevo motor 2.0 TDI de 150 CV en sustitución del
anterior 2.0 TDI de 143 CV, y el 2.0 TFSI de 225 CV en sustitución del
2.0 TFSI de 211 CV en los Audi A4 berlina y Avant, en el A4 Allroad, en
los A5 Coupé, A5 Sportback y A5 Cabrio, así como en el Audi Q5, en el
que el 2.0 TDI se ofrece tanto en versiones de tracción delantera como
con tracción a las cuatro ruedas quattro.