Los cambios en las reglas de la negociación
colectiva impuestos de forma unilateral por el Gobierno del PP han puesto en
riesgo todos los fundamentos democráticos de las relaciones laborales en
nuestro país.
Pese a los aplausos de determinados
dirigentes patronales (los más golfos, como se ha visto: hasta alguno está en
la cárcel, y otros escondiendo sus vergüenzas) gran parte del empresariado
español y de sus organizaciones han sido también conscientes del gravísimo
peligro de la
Reforma Rajoy-Báñez. La propia Báñez mostró en algunas
declaraciones un cierto arrepentimiento, e incluso miedo a las consecuencias.
Así, el pasado 23 de mayo, la comisión de
seguimiento del II Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva
(II AENC), integrada por CEOE-CEPYME y CCOO y UGT, mandatados por el artículo 7
de nuestra Constitución, suscribimos un acuerdo para salvar el peor efecto
posible de la reforma de la Negociación Colectiva: la pérdida de vigencia de
los convenios con la consiguiente desregulación de sectores enteros de
actividad y la supresión masiva de derechos laborales de cientos de miles de
trabajadores.
Este acuerdo ha sido fundamental para aliviar
la tensión en numerosas mesas de negociación y para impulsar la consecución de
acuerdos en cientos de convenios colectivos.
En nuestra región, la patronal CECAM rehusó
-una vez más- asumir su responsabilidad en el gobierno de las relaciones
laborales; y se negó a trasladar a Castilla-La Mancha el mencionado acuerdo
estatal. Esta actitud posiblemente no haya perjudicado el esfuerzo negociador
de patronales y sindicatos en las cinco provincias de la región; pero lo que es
indudable es que tampoco ha ayudado en nada.
Las últimas semanas, en CLM hemos sido
capaces de renovar casi todos los convenios que corrían el riesgo de perder su
vigencia. Hasta el último momento, se siguen alcanzando acuerdos en las mesas
abiertas. Ayer mismo, también, se alcanzó un acuerdo trascendental con la Federación de
Municipios y Provincias de CLM para garantizar la ultraactividad de los
convenios colectivos de todas las entidades locales de la región, que da
tranquilidad a decenas de miles de trabajadores de los ayuntamientos,
diputaciones y mancomunidades de la región.
Ha sido una tarea ardua, muy difícil en
muchos casos y, en todos, la posibilidad del acuerdo ha dependido de la actitud
de las patronales. Los sindicatos siempre hemos tenido claro el marco general,
definido en el II Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva;
y hemos estado dispuestos a adaptarlo a las circunstancias de cada sector, que
en absoluto nos son ajenas.
Así, allí donde las patronales han tenido
voluntad de acuerdo, ha habido acuerdo. De los casi 50 convenios pendientes
hace seis semanas hemos pasado a 11, en ocho de los cuales también se ha
eliminado todo riesgo de pérdida de vigencia porque las negociaciones siguen
abiertas -y, además, hay en todos ellos posibilidades ciertas de acuerdo.
Los tres restantes merecen una reflexión
particular, y una general sobre el futuro tras la 'fatídica' fecha del 8 de julio.
En primer lugar, el convenio de Transporte de
Mercancías de Toledo, que afecta a unos 1.500 trabajadores. La patronal UNO,
que integra fundamentalmente a grandes empresas multinacionales con presencia
en la provincia, propuso un preacuerdo en vísperas del inicio de una huelga
indefinida. Las plantillas aceptaron la propuesta y los sindicatos
desconvocamos la huelga. Pero llegado el día de la firma del convenio, la
patronal, en una muestra de indecencia absolutamente impresentable, se negó a
ratificar el preacuerdo.
No sabemos qué pensarán los clientes de estas
empresas. A nuestro juicio, un empresario que establece las condiciones de un
acuerdo y luego se niega a cumplirlo pierde toda credibilidad y toda la
confianza.
Esto es lo que han hecho empresas como DHL,
CEVA, FCC Logística o Fiege, si no con sus clientes, sí con sus trabajadores.
Ambas partes tenemos cita en mediación el próximo día 11. Esperamos que hayan
reflexionado y firmen lo acordado.
En segundo lugar, el convenio de Hostelería
de Cuenca. La patronal de este sector no sólo no acepta ninguna propuesta
sindical (incluso la congelación salarial durante 2012 y 2013 y una mínima
subida del 0,6% en 2014), sino que no formula propuestas alternativas. Se niega
incluso a reunirse, aduciendo que "no
tenemos nada que decir ni nada que negociar".
Está clara que su voluntad es dejar pasar el
7 de julio para desregular por completo las relaciones laborales en el sector y
que cada empresario pueda abaratar los salarios y establecer a su antojo sus
propias condiciones, dejando al pairo a los 5.000 trabajadores de la hostelería
de Cuenca.
Por último, la patronal del Metal de Guadalajara
está actuando de una forma similar con los 5.300 trabajadores del sector. En
este caso, utilizan la fecha del 7 de julio como una espada de Damocles para
chantajear a sus plantillas y a los sindicatos con propuestas inasumibles,
contrarias a cualquier lógica.
Estos dos convenios, sin embargo, como otros
muchos, incluyen en sus textos cláusulas de ultraactividad que, a nuestro
juicio, y entendemos que al de la mayoría de los juristas -salvo algunos (no
todos) de los que están a sueldo de las patronales- blindan su vigencia, independientemente de la
reforma del PP.
Así pues, no sin esfuerzo, llegamos al 8 de
julio con casi todos los deberes hechos y con mucha tranquilidad respecto a lo
poco que queda pendiente; tranquilidad que sobre todo queremos trasladar a los
trabajadores afectados.
Porque entendemos garantizada la vigencia de
sus convenios, de sus derechos y de sus salarios, y porque el sindicato no se
quedará quieto. Seguiremos combinando con la mima capacidad e intensidad
propuestas, negociación y presión para la defensa de los derechos de los
trabajadores.
Y frente a aquellas patronales o empresarios
particulares que pretendan echarse al monte, sumaremos la acción jurídica a la
acción sindical. No nos gustaría que, para tratar de recortar el salario o los
derechos de sus trabajadores, algunos golfos se empeñen en retratarse ante los
juzgados de lo Social.
Lucas
Sánchez
Secretario de Acción Sindical de CCOO
CLM