Primer Africano en ganar una etapa
El Tour hace historia: el surafricano Impey se viste de amarillo
jueves 04 de julio de 2013, 19:20h
El Tour recibió un regalo en su centenaria
edición con el primer maillot amarillo procedente del continente negro, a
cargo del surafricano Daryl Impey (Orica), líder tras la sexta etapa,
en la que se impuso al esprint el alemán André Greipel (Lotto).
En 100 años de Tours de Francia nunca un
ciclista africano vistió de amarillo. La historia recibió con honores a
Impey, un ciclista nacido en Johannesburgo hace 28 años, profesional
desde 2008 y formado en el Barloworld, donde coincidió con el ahora
británico Chris Froome, cuya novia le fue presentada por el nuevo líder.
Impey subió al podio a recoger la prenda dorada en lugar de su
compañero el australiano Simon Gerrans, que entró cortado a 5 segundos.
El surafricano eclipsó la victoria al esprint del alemán André Greipel,
"El gorila", quien fue un huracán ante Peter Sagan, Marcel Kittel y Mark
Cavendish. Era su quinta victoria en el Tour y la décima de la
temporada.
Éxito con efecto balsámico para el Lotto y Greipel,
que levantó los brazos eufórico tras cubrir el trayecto de 176
kilómetros entre Aix en Provence y Montpellier en 3h.59.02. Su equipo
recuperó la sonrisa tras la retirada de su líder, el belga Jurgen Van
den Broeck, víctima de las caídas.
Los libros de historia
reflejarán la fecha del 4 de julio de 2013, cuando la general del Tour
estaba lideraba por Daryl Impey, seguido por el noruego del Sky Edvald
Boasson Hagen a 3 segundos y por el exlíder Simon Gerrans, a 5.
Una etapa llana entre la ciudad natal de Paul Cezanne, "el pintor de los
pintores" impresionistas, y Montpellier, la capital de Languedoc. Sol
mediterráneo, 30 grados y un único temor: la aparición del mistral, ese
viento que sopla hacia el mar y que tantos sustos puede dar.
De
eso sabe algo Alberto Contador, quien tras perder tiempo por los efectos
de Eolo en 2009, recibió la mofa de su entonces compañero Lance
Arsmtrong, quien aseguró que "no hace falta ser ingeniero de la NASA
para saber que por aquí el aire pega fuerte".
Del viento no se
preocupó en principio el andaluz Luis Ángel Maté (Cofidis), el "lince"
marbellí, un emigrante del ciclismo español. Salió disparado nada más
darse la salida, pero tras alcanzar una renta de 5 minutos pensó que lo
mejor era volver al grupo antes de llegar al kilómetro 50 y no
complicarse la vida. Desde el principio se ofreció como especie en
inmediata extinción.
Con el pelotón agrupado el trayecto no se
convirtió en un paseo. Sucedieron cosas. Nairo Quintana, "Purito"
Rodríguez, Cavendish y Brajkovic aterrizaron en el asfalto. En el caso
del británico pudo remontar, pero Brajkovic se despidió de llevar al
Astana a cotas elevadas.
Ya hubo control hasta el final y los
favoritos y sus equipos se emplearon a fondo para evitar despistes. A 24
de meta el Sky de Froome y el Saxo Tinkoff de Contador pasaron al
frente, a controlar, en un marcaje codo con codo. Sabían de la posible
presencia del viento en el tramo final y de la posibilidad de abanicos.
Lucha estratégica por la mejor posición.
El viento, finalmente,
no fue una amenaza y se impuso la resolución de la etapa al esprín. El
Omega puso la locomotora a funcionar para Cavendish, pero el Lotto, con
Greipel inédito, puso al neozelandés Henderson a desbrozar el camino con
mayor efectividad.
Y el chico lo hizo perfecto, pues le dejó al
"Gorila" de Rostock a cien metros de la línea en las mejores
condiciones. Greiple solo tuvo que aplicar su descomunal potencia para
arruinó las intenciones de sus rivales. Se metieron en la pelea Juan
José Lobato (Euskaltel) y José Joaquín Rojas (Movistar), quinto y
séptimo respectivamente.
En el podio sonreía Impey. Como a él le
sonrió la vida en 2008, cuando una caída en la Vuelta a Turquía le
produjo una fisura en una vértebra. Entonces ganó la carrera y subió al
podio como ganador final dotado con un collarín y la camiseta
ensangrentada. La suerte le salvó de un destino terrible. En su segunda
oportunidad puso a África en la historia del Tour.