Roberto, el hombre que susurraba a su caballo
jueves 04 de julio de 2013, 16:35h
Hay historias que llegan directamente al
corazón, que conmueven hasta las lágrimas, por insólitas y porque
preocupados como andamos por encontrar sentido a los grandes titulares
de la prensa diaria, olvidamos prestar atención a la letra pequeña, que
es donde suelen aparecer las historias más conmovedoras, incluso más
surrealistas, como la protagonizada por "Achtung". Un purasangre de
cuatro años que pasará a la historia de la hípica no solo por haber
ganado el pasado domingo el Gran Premio de Madrid -uno de los más
prestigiosos del mundo-, sino por haber protagonizado una hazaña que
conmocionó a los amantes de las carreras, y a todos aquellos que sin
pertenecer a ninguna cuadra en especial, tienen la sensibilidad
suficiente para reconocer una buena obra. De ahí mi pequeño homenaje a
un caballo que ha demostrado tener más sensibilidad que algunas
personas, quizá porque como bien dice un amigo, hay animales que tienen
alma, sentimientos e intuición, como lo demuestra el hecho de que horas
después de que falleciera Roberto López, su entrenador y el hombre que
apostó fuerte por "Achtung", éste le brindara la mayor satisfacción de
su vida: ganar contra todo pronóstico, una carrera que está dotada con
50.000 euros. Un premio que a simple vista no tendría por qué asombrar a
nadie, si no fuera porque las posibilidades de que este purasangre se
alzara con triunfo, eran nulas.
La muerte de Roberto, 42 años, por leucemia, el mismo día en que
se disputaba este premio en el hipódromo de la Zarzuela de Madrid,
conmocionó a los más asiduos a la hípica, de ahí la simpatía con la que
recibieron la noticia de la participación de su caballo, aunque tuviera
pocas posibilidades de ganar en opinión de los expertos. Pero hete ahí,
que algo sorprendente debió pasar por la cabeza de "Achtung" para que
cuando apenas faltaban unos metros para que el favorito llegara a la
meta, el caballo de Roberto hiciera un sprint apoteósico que le condujo
al triunfo final. Fue como si una fuerza extraña y misteriosa se hubiera
apoderado de este purasangre, poniendo alas a sus patas. La sorpresa
del público fue total, la mayoría no daba crédito a lo que acababa de
ocurrir en la pista, ya que no es habitual que un caballo que va en el
furgón de cola, en cuestión de segundos, se convierta en el ganador
absoluto de un premio que cuenta con muchos novios, todos buenísimos,
entre los cuales no se encontraba "Achtung".
Quienes dudan de que existen los milagros este es un buen ejemplo
para cambiar de opinión, y pensar que si algo te propones lo consigues,
como lo ha conseguido "Achtung", quién al intuir la muerte de su dueño,
le quiso rendir un último homenaje. Quiero creer, aunque peque de
ingenua, que Roberto habrá celebrado el triunfo de su caballo por todo
lo alto, allí donde este.