miércoles 03 de julio de 2013, 18:20h
Cómo le gusta a la clase política apelar a
la "causa general" cuando se imputa a varios miembros de su partido. En
lugar de dar explicaciones, entonar un mea culpa y apartar a los
presuntos corruptos o consentidores, apelan al recuerdo de la
Inquisición para conmover a sus votantes.
Primero fue Carlos Floriano desde el PP, el que defendiendo la
integridad de los trabajadores de Génova 13 (que nadie ha puesto en
duda) descalificó la instrucción del caso Gürtel/Bárcenas. Dijo que no
iba contra el juez Ruz, pero los dardos eran evidentes. Ahora le ha
tocado el turno al portavoz de los socialistas andaluces. Ante la
avalancha de imputados por la juez Alaya esgrime la "causa general" para
desvirtuar la instrucción del caso de los ERE.
Es la maldita tinta del calamar con la que pretenden tapar sus vergüenzas y tomar por imbéciles al personal.
Y en este momento procesal tan peliagudo la candidata de Griñán a
sucederle, Susana Díaz, anuncia con "emoción" que se presenta como
candidata a las primarias. Precisamente su viceconsejero es uno de los
nuevos imputados por la juez y a nadie se le oculta que, tras los rodeos
de Alaya para no llamar a aforados, la pieza a encajar lleva el nombre
del presidente de la Junta.
El caso ERE ha dado, y coincidiendo con la convocatoria de las
primarias, un giro fundamental: la imputación de la responsable de
finanzas en la etapa de Manuel Chaves, Magdalena Álvarez, por ser la
impulsora de la legislación que permitió el desmadre de las subvenciones
a parados que no eran tales.
Dicen expertos juristas que el auto de Alaya puede ser nulo al no
definir el delito que se le imputa a la ex ministra. Aún así, resulta
curioso que la responsable de los dineros en la etapa mas oscura de
subvenciones ilegales y una política locuaz y retadora, haya guardado
un silencio sepulcral sobre el tema.
Fue Manuel Chaves, harto de sus enfrentamientos a diestro y
siniestro el que se la "recomendó" a Zapatero para que se la llevara a
Madrid de ministra. Al margen de sus permanentes cambios de equipo en el
ministerio y sus desplantes desde el escaño, no se le recuerdan obras
dignas de mención de su paso por Madrid. Eso si, puso en marcha muchas
de las infraestructuras faraónicas que ahora se están pagando con los
recortes en prestaciones sociales.
Parece pues que, al margen de la preocupación de Griñán ante la
evidencia de que Izquierda Unida esta capitalizando todas las medidas de
apoyo a los mas desfavorecidos como los pisos para los desahuciados o
los comedores escolares, el tema de los ERE planea sobre la decisión mas
que probable de un adelanto electoral con otro candidato.
Bajo la denominación de cambio generacional se esconde la
necesidad de salvar los muebles antes de que la marea de los ERE se
lleve por delante a toda la actual dirección de los socialistas
andaluces.
También se supo ayer que, según la documentación que la Agencia
Tributaria ha remitido al juez Ruz sobre los pagos a dirigentes de la
cúpula del PP, Javier Arenas ha ganado en su actividad política desde
1990 mas de dos millones y medio de euros. Eso sin contar el dinero en B
que presuntamente recibió de Barcenas y que figura en la contabilidad
del ex tesorero.
Y decían que dedicarse a la política no era rentable... Hasta cuándo van a aguantar los españoles tanta mierda.