La alternativa Navarro, cherchez la femme
domingo 30 de junio de 2013, 09:46h
Desde Madrid suelen ver las "movidas" políticas andaluzas con una óptica
muy sui géneris, creyendo que lo que afirman en las tertulias los
sabelotodo de todo, es algo así como la palabra de Dios. Ya he oído a
algunos que, a quinientos kilómetros de distancia y sólo porque tienen
algún contacto en Ferraz, proponen que sea el consejero de Agricultura
de la Junta, Luis Planas, quien dispute las primarias a Susanita la
del ratón. De hecho, me hice eco de esos rumores en mi anterior
artículo, pero después de hablar con varios destacados socialistas de la
"vieja guardia", me aclaran que si hay alguien que puede atreverse a
hacerle frente a la candidata de Pepe Griñán, esa no es otra que mi paisana Micaela Navarro quien, despues de apoyar abiertamente a Alfredo Pérez Rubalcaba en
el Congreso de Sevilla, y pese a la pírrica victoria de éste, fue
laminada ipso facto del Gobierno andaluz por el presidente, aunque era
la consejera más valorada del Ejecutivo de Griñán. Desde entonces apenas
he hablado con Micaela que parece haber desaparecido en combate y se
ciñe a acudir a los Plenos del Parlamento andaluz representado a su
provincia, Jaén, y evita cualquier contacto con todos los "griñaninis"
que pueblan y dominan ahora la Cámara del antiguo Hospital de las Cinco
Llagas. Así que nada de Planas por mucho que se empeñen en Madrid. El
consejero de Agricultura, sumido ahora en el lío de la PAC, no quiere
saber nada de luchas internas en el partido y prefiere quedarse al
margen de cualquier enfrentamiento con su amigo y jefe de filas.
Desde luego Griñán se está dando prisa, una prisa más que sospechosa, para nominar cuanto antes a Susana Díaz como
sucesora. Si el pasado miércoles Griñán anunciaba a bombo y platillo su
renuncia a presentarse como candidato y proponía a su ahijada Susanita
como sucesora, ésta ya ha acometido el sprint final y, solo seis días
después, el próximo martes, en un acto que se celebrará en Antequera
(centro geográfico de la comunidad), y que sin duda contará con la
presencia de su mentor y avalista, Pepe Griñán, anunciará su
candidatura a las primarias. Si nadie se atreviese a enfrentarse a ella,
a finales de julio, concretamente el día 29, los socialistas andaluces
ratificarán con sus votos la palabra de Dios con un "te alabamos Griñán"
que resonará en los cuatro puntos cardinales de Andalucía. Estas prisas
son bastante extrañas y dan que pensar. Sobre todo cuando aún faltan
casi tres años para que finalice la actual Legislatura. Y esas sospechas
solo conducen a dos vías. La primera, cómo no, podría ser la supuesta
imputación de Griñán en el Caso de los EREs fraudulentos o en el de
Invercaria, algo que aunque todavía improbable, cada día tiene más visos
de realidad si la Guardia Civil continúa sacando papeles que evidencian
el obstrucionismo de la Junta a las investigaciones judiciales. La
segunda sería la de coger al PP andaluz con el pie cambiado y adelantar
las elecciones antes de que los populares tengan un candidato
consolidado que pueda revalidad los resultados obtenidos hace un año
por Javier Arenas. Dadas las jugadas políticas que ha realizado Griñán en estos últimos años, me inclino más por la segunda que por la primera.
De
todas formas, estos días se nota en Sevilla un cierto e inusual
movimiento de antiguos líderes socialistas ahora en la reserva. Sin ir
mas lejos, el pasado viernes me tope con cuatro de ellos en el centro de
la capital hispalense y todos coincidían en que había que plantarle
cara al despotismo ilustrado de Pepe Griñán con una figura que
fuese lo suficientemente representativa del "socialismo de toda la
vida". Nadie daba nombres pero todos coincidían en señalar que Micaela Navarro, pese
al rechazo de alguno por no ser sevillana, tendría el apoyo
indiscutible de buena parte de las agrupaciones de Sevilla (no tanto de
la capital y sí de la provincia donde Quico Toscano sigue teniendo fuerza), buena parte de las de Cádiz dominadas por el "Clan de Alcalá" de Luis Pizarro y de casi todas las de Jaén donde todavía Gaspar Zarrías las
controla, unas provincias que concentran a casi la mitad de la
militancia andaluza. El problema está en que nadie quiere descubrir sus
cartas antes de tiempo para no verse cogidos en un peligroso renuncio.
De ahí que se estén llevado las negociaciones con un secretismo más
propio de una novela de espías de John Le Carré que de unas simples primarias.
Las
fuerzas, de momento parecen decantarse hacia el lado de Griñán. Primero
porque quien tiene el poder tiene las claves del triunfo. Y Griñán
domina no solo la Junta sino también la Ejecutiva regional y, al menos,
cinco de las ocho ejecutivas provinciales donde ha llevado a cabo estos
años una drástica renovacón de la "vieja guardia" socialista laminando a
todo aquel que se oponía a sus intereses y colocando al frente de ellas
a jóvenes de la cuerda de Susana Díaz y Mario Jiménez.
Pero no hay que desechar que los antigriñán se organicen y planteen una
dura batalla. No hay que olvidar que han sido ellos, y bo los nuevos
griñaninis quienes han creado un partido invencible durante casi medio
siglo en Andalucía hasta que Griñán se hizo con él. La cuestión es
¿tendrán suficiente tiempo como para conseguir que Micaela Navarro logre
los necesarios apoyos como para presentar su candidatura? Lo dudo. La
solución no habrá que esperarla demasiado tiempo. Tan sólo un par de
semanas.Mientras tanto, como dicen los franceses, "cherchez la femme".