Solo lo imprescindible, no lo necesario
viernes 28 de junio de 2013, 10:27h
No
debe ser fácil estar ahora en la cúpula del PP. Con Bárcenas entre
rejas -el personal no entendía por qué seguía en libertad
trasladando dinero de una cuenta a otra- un silencio muy espeso debe
cubrir las reuniones no tanto del Gobierno como las del propio
Partido Popular. Pero de Bárcenas hoy habla todo el mundo como del
triste éxito de España en Bruselas que se va a traer la mayor
tajada de los fondos para empleo; ¿no será que tenemos el mayor
número de parados? Yo voy más a lo pequeño porque tampoco debe ser
fácil aguantar lo que aguanta el ministro de Educación y Cultura,
el animoso y cada vez más solitario señor Wert.
En realidad no debe
ser fácil ser ministro de Gobierno Rajoy porque pese que ningún
partido en la historia de la democracia española ha tenido tanto
poder como tiene ahora el PP, da la sensación de que, ni para bien
ni para mal, son capaces de enfrentarse no ya a la oposición sino
consigo mismo. Tal vez el origen de todos los males sea que están
gobernando de espaldas a sus ideas y, desde luego, de espaldas a su
promesas. No hace falta recordar. Y si me refiero a Wert es porque
ahora le toca estar en la picota, pero otro tanto podría decirse de
Guindos/Montoro o de la actitud de unos y otros en el caso Bárcenas.
El
caso es que al titular de Educación se le sublevan las masas cada
vez que abre la boca. Primero fue la reforma educativa y ahora el
enojoso tema de la becas que no les gustaba ni a los barones ni a las baronesas de sus propias autonomías. Y la verdad es que era para no
gustar porque pedir el famoso 6,5 para tener derecho a beca,
resultaba tan excesivo como becar por sistema a quien no da un palo
al agua. Y aun colea el estrepitoso fallo -que incumbe más a los
responsables económicos que al propio Wert- del no menos famoso IVA
cultural con el que no sólo se ha hecho y se sigue haciendo un daño
irreparable a muchos sectores, sino que no ha servido para recaudar
más sino todo lo contrario.
Ahora
Wert ha presentado otra variante más "humanizada" para las
becas: para
acceder a la gratuidad de la matrícula en la universidad basta con
un 5,5, pero para obtener una beca con dotación económica que, en
principio, se mantendría en un 6,5. Da igual. Le van a decir que
tampoco, pero al menos no le podrán acusar de no enmendar su
propuesta. Claro que, ya puestos, podrían replantearse también lo
del IVA cultural y no pasaría nada por decir: vale, ha sido un
error y lo vamos a corregir, hemos subido el tabaco que es muy
perjudicial y vamos a bajar la cultura que parece menos perniciosa.
Pero
en Moncloa pasa algo que no es normal. Amagan y luego no dan y,
cuando dan, o les sale un golpe bajo, o el contrario esquiva, o el
que recibe el decretazo es uno de los suyos y monta la de Dios y
entonces parece que se asustan y reculan. Llegaron dispuestos a
cambiar todo lo necesario y han cambiado sólo lo imprescindible.
Menos da una piedra, pero una vez que te enfrentas a la realidad y
ves que tienes que variara hasta la contradicción todo tu programa
electoral y hacer justo lo que prometiste no hacer, al menos hazlo
bien y que caiga quien caiga. Sólo han hecho parte de los deberes y
el problema es que la parte que han hecho es precisamente la que
recae sobre la inmensa mayoría de españoles medios. Cuando han
intentado meter manos en autonomías y ayuntamientos, ahí les ha
entrado el canguelo y no saben muy bien ni por dónde ni hasta dónde
tirar. Y no es que Cataluña se les ponga farruca o Andalucía vaya a
su aire, es que ni los suyos cumplen -algunos de los suyos- ni
parecen dispuestos a cumplir.
Y
por si todo esto fuera poco, lo que decía al principio: Bárcenas en
la cárcel y todos a la espera de que tire de la presunta manta pero
con pruebas, claro, que esa es otra.