El presidente del Consejo Europeo, el belga
Herman Van Rompuy, aseguró hoy que la eurozona ha superado "la amenaza
existencial" que sobre ellos pendía hace un año y que ahora la UE puede
asegurar a los países del G8 que su situación económica ha mejorado
desde entonces.
"El euro estaba bajo una amenanza existencial
el pasado verano y ya no lo está", dijo
Van Rompuy durante una
conferencia de prensa previa al inicio de la cumbre que los países más
industrializados del mundo, el G8, celebran hoy y mañana en Irlanda del
Norte.
La UE está representada en el G8 (Estados Unidos, Reino
Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia), además de por
Van Rompuy, por el presidente de la Comisión Europea (CE),
José Manuel
Durao Barroso.
El presidente del Consejo subrayó que los países
de la Unión han tenido éxito en la reducción de sus déficits fiscales,
lo que les ha proporcionado mayor flexibilidad para afrontar su
consolidación fiscal y que a su vez mejore la demanda interna, que
permite avanzar hacia el crecimiento económico y la creación de empleo.
Agregó que tras las turbulencias que afectaron al euro el pasado
año, "la estabilidad financiera se ha restaurado, los déficits se han
reducido y la competitividad ha mejorado en las economías más débiles,
lo que ha llevado a que las exportaciones crezcan".
El político
belga aseguró que las economías de la Unión "serán más fuertes una vez
que termine la crisis de la eurozona, y también más integradas".
"Espero que desde el G8 salga un mensaje positivo sobre la economía
global, la creación de empleo y el crecimiento económico", agregó.
Por su parte, el presidente de la CE subrayó que "la Unión viene a
esta cumbre para promocionar un mundo más justo. Más justicia en casa,
entre los países del G8 y para la gente de todo el mundo(...) Confío en
que el G8 dará un impulso político para que también haya un cambio
global más justo, incluyendo a los más pobres".
Barroso se
refirió también al mandato de negociación que la Comisión recibió el
pasado viernes de los Veintisiete para iniciar con Estados Unidos la
negociación de un tratado de libre comercio, del que se ha excluido el
sector audiovisual a petición de Francia.
"La CE ha dicho desde
el principio que promocionaría la diversidad cultural que hay dentro de
la Unión. Nunca hemos propuesto cuestionar esa diversidad cultural, al
contrario", afirmó Barroso, que agregó que seguirá siendo necesario
algún tipo "de cuota o subsidios" para proteger la diversidad cultural y
lingüística europea.
El presidente del Ejecutivo comunitario
quiso zanjar así la polémica surgida tras una entrevista publicada el
domingo en el diario New York Times, y en la que calificó a Francia de
"reaccionaria" por su posición de protección de la industria cultural en
la negociación con EEUU.
Barroso, que calificó ese futuro
acuerdo como un verdadero cambio para la economía global con beneficios
que irán más allá de los que obtengan los dos socios trasatlánticos,
confía en que las negociaciones entre Bruselas y Washington puedan
concluir en unos dos años.
El respaldo político a esa negociación
se producirá hoy mismo en una reunión al margen del G8 que los líderes
comunitarios celebrarán con el presidente de Estados Unidos,
Barack
Obama, aunque formalmente comenzarán en julio próximo.
Barroso
señaló durante la conferencia de prensa que el G8 abordará otro asunto
de gran importancia para la economía global, como la lucha contra la
evasión y el fraude fiscal, que cada año cuesta a los Estados de la UE
el equivalente de un billón de euros.
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