lunes 17 de junio de 2013, 16:16h
No es la primera vez que dedico un artículo
al ministro Wert. Supongo que no será la última porque parece empeñado
en no moverse del ojo del huracán. No sé si Jose Ignacio Wert sabe que
ya ha tocado su "techo" en política, es decir, que es difícil que llegue
a algo más que a ministro, o sencillamente que él es así, un tipo
echado para adelante, con un pelín de soberbia, convencido que en él
habita más verdad que en el resto de sus congéneres.
El caso es que el ministro de Educación aguanta lo que echen,
aunque lo que le echan sea una manifestación tras otra. Creo que no ha
habido un ministro de Educación más criticado y controvertido que Wert.
Dirán ustedes que no es así, que en el pasado otros titulares de la
cartera de la Educación también se las tuvieron que ver con la opinión
pública y la opinión publicada, pero cada uno de ellos tenían defensores
acérrimos dentro y fuera de sus filas. Pienso en José Mª Maravall o en
Esperanza Aguirre, por poner dos ejemplos.
Pero Wert no tiene a nadie más que a sí mismo y a los que parece no necesita a nadie más.
La verdad es que al ministro no le tiembla la mano, ni las ideas, a
pesar de tener a toda la sociedad educativa en la calle y sobre todo
tampoco parece conmovido por la manifestación de investigadores de toda a
España que han salido para denunciar la política de recortes.
Tengo la impresión de que los políticos españoles son cortos de
miras, los de éste Gobierno especialmente, porque no dudan en meter la
tijera en los presupuestos de educación, investigación y desarrollo.
Resulta que hay decenas de investigadores españoles por todo el
mundo, lo cual habla muy bien del talento de nuestro país, pero muy mal
de las políticas de los distintos Gobiernos que en vez de crear las
condiciones para que todo ese talento se quede aquí, parece que se
empeñan en que se vayan fuera.
Cuesta mucho formar a un científico, pero nuestro país los forma y
luego los exporta para beneficio de otros países. Es como si nuestros
gobernantes se hubieran empeñado en relegar España a un país de
servicios. No tenemos apenas industria, nuestra agricultura y ganadería
está bajo mínimos porque en Bruselas tampoco nos quieren compitiendo en
esa liga, y aunque ahora en lo que ahora más destacamos como país que es
en tener un buen plantel de investigadores resulta que nuestros
gobernantes en vez de invertir en investigación llevan a cabo tales
recortes que están dando la puntilla al futuro de la investigación en
España.
Pienso que el ministro Wert debería de rectificar cuanto antes su
política. Y si no lo hace él, debería de ser Mariano Rajoy quién le pida
que lo haga. Cuanto antes mejor.
La política de austeridad impuesta por Bruselas no puede llevarnos
al suicidio como país, y no es exagerado decir que ahora mismo hay
miles de familias que no se pueden permitir enviar a sus hijos a la
Universidad, con lo cual se ha acabado con el principio de la igualdad
de oportunidades que consagra nuestra Constitución, pero es que además
sin investigación no hay futuro, a no ser que nos conformemos con ser un
país de sol y playa, un país que sea la retaguardia del ocio del resto
de los países de la UE. Dirán ustedes que no hay que exagerar, pero
mucho me temo que como las cosas continúen así, cuando se quiera poner
remedio estaremos en la prehistoria de la investigación y el desarrollo y
no por falta de inteligencia y talento.
El ministro Wert tiene que rectificar ya, y convencer al ministro
Montoro de que si para algo tiene que haber dinero es para educación e
investigación, amen claro, para la sanidad pública, pero ése es otro
cantar.