¿Acabará Griñán imputado en los EREs?
martes 11 de junio de 2013, 21:21h
Hay tres preguntas que te hacen en todos lados cuando en algún corrillo
surge el asunto del Caso de los EREs fraudulentos de la Junta, un tema
bastante recurrente en la movida política andaluza desde hace tres años
y que no deja de alimentar tertulias y debates. Una es ¿y a tí que te
parece la jueza Alaya?; la segunda es tú, que como periodista
habitualmente estás bien informado, ¿crees que finalmente Griñán acabará
imputado?, y la tercera es ¿finalizará la jueza la instrucción del caso
o pasará ésta antes o después al Tribunal Supremo?. Nadie te pregunta
si los que se lo han llevado calentito durante diez largos años
devolverán los más de ochocientos millones de euros defraudados al
erario público, nadie se plantea si, además de las responsabilidades
penales, los andaluces exigiremos responsabilidades políticas a todos
aquellos responsables y dirigentes que, por acción u omisión,
permitieron tamaño desfalco, y a nadie se le ocurre plantearse si la
sociedad andaluza, cautivada por el subvencionismo de la Junta y las
ayudas públicas, no ha sido en parte culpable de que se produzcan en
esta tierra casos como el de los EREs o el Malaya que ponen en
entredicho la honorabilidad de sus ciudadanos
A la primera pregunta siempre contesto que la jueza Mercedes Alaya tiene
todos mis respetos por el arduo trabajo que viene realizando desde que
los dueños del restaurante La Raza denunciaron el chantaje que querían
hacerle con la concesión de la Escuela de Hostelería de Mercasevilla,
gérmen de todo lo que se descubrió posteriormente. No se me olvida que,
pocos meses después de destaparse el escándalo, en septiembre de 2009,
durante la presentación en Sevilla de esta web, Andalucía Crítica, en la Fundación Cruzcampo, le presenté al presidente del Grupo Diario Crítico, Fernando Jáuregui, a uno de los denunciantes, Pedro Sánchez Cuerda,
director gerente del Grupo La Raza y actual presidente de la Asociación
de Empresarios de Hostelería de Sevilla, que tuvo la deferencia de
acompañarnos. Nadie imaginaba entonces que el escándalo alcanzaría las
actuales proporciones tanto por el número de imptados (se acerca ya al
centenar) como por la cantidad sustraida. En estos cuatro años, Mercedes Alaya ha
realizado un trabajo titánico enfrentándose no sólo a las instituciones
políticas andaluzas que han intentado boicotearlo continuamente, sino a
las altas instancias judiciales que, presionadas por no se sabe quien,
han tratado de arrebatarle la instrucción de un sumario que acumula
decenas de miles de folios. Si hubiese que ponerle un pero a la jueza
sería el de su propia individualidad, su empeño en no ceder ni un ápice
de la investigación a otros compañeros de judicatura que, al menos en
teoría, le fueron adjudicados para que le ayudaran. Pero quizás también e
tiempo le dé la razón en este egoismo profesional.
La segunda pregunta tiene una respuesta clara y contundente: No. Pepe Griñán no
va a ser imputado por más que aparezcan papeles en los que su firma
ratifique alguna desviación presupuestaria del llamado fondo de
reptiles. A Griñán se le podrán pedir todas las responsabilidades
políticas que se quiera, incluso podría pedirse su dimisión por, tanto
como consejero de Economía como presidente de la Junta, ignorase lo que
estaba ocurriendo en su Gobierno, pese a las reiteradas advertencias del
Interventor General. Pero poco más. Lo mismo le va a ocurrir a sus
predecesores, Manuel Chaves y Gaspar Zarrías, por más
acusaciones públicas que hagan algunos de los más señalados imputados.
Ninguno de ellos comparecerá ante la jueza Alaya ni tan siquiera como
testigo, aunque la gran mayoría de los andaluces que, pese a todo lo que
ocurra, volverá a votar al PSOE en las próximas elecciones, crean que
todos ellos conocian el fraude y que lo consintieron.
Por último,
respondería que estoy convencido de que la jueza Mercedes Alaya no
acabará la instrucción del Caso de los EREs y que éste terminará en el
Tribunal Supremo. Ya se encargará alguien de facilitarle las necesarias
pruebas para que se vea en la obligación de imputar al ex consejero de
Trabajo y actual diputado José Antonio Viera. Y digo aún más. Si
el Caso de los EREs fraudulentos acaba en el Supremo, tengan por seguro
que al juicio final sólo llegarán aquellos que, como Guerrero, Lanzas o Trujillo,
se han atrevido a plantarle cara a los poderes públicos establecidos.
El resto serán declarados inocentes, bien por falta de pruebas, bien
porque sus delitos hayan prescrito. Ojalá me equivoque, pero mucho me
temo que lo de los EREs acabará con Griñan y Alaya disfrazados de
eremitas.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (3)
22039 | DHCT - 11/06/2013 @ 23:25:06 (GMT+1)
Es usted cansino pero con ganas con el caso de los EREs, oiga. Ya sabemos que está mal, ya sabemos que el capitalismo conduce de forma sistémica, automática y casi inevitable a este tipo de corruptelas e injusticias. Ahora haga usted el favor, amplíe sus horizontes y deje de dar tanto la tabarra con lo mismo.
22033 | memento mori - 11/06/2013 @ 22:29:36 (GMT+1)
Sus ávidos lectores esperamos impacientes exhaustivas investigaciones sobre esa nueva conexión Mercasevilla - los Báñez
22032 | Cuquiña - 11/06/2013 @ 22:27:36 (GMT+1)
Sr. Benito, es vd. un simpático profesional, terminar su absurdo artículo haciendo el mal chiste de que terminará el sr. Griñán y la sra. Alaya disfrazados de eremitas. ¡Qué gracioso, Martes y Trece unos aprendices del humor. La Juez Alaya representa la decencia ante los abusos, el sr. Griñán y el sr. Chaves espero que den cuenta del entramado de corrupción consentido por la Junta de Andalucía, porque es totalmente imposible que su burricie llegara a no enterarse de la cantidad de ladrones que tenían a su alrededor, y deben responder por ello ante la Justicia, sino el mensaje perverso que se envía a la sociedad es destructivo, roba cuanto quieras y hay como que no sabes nada. Antes o después la marea de basura les llegará, porque no todos van a tragarse el marrón para evitárselo a ellos.
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