jueves 06 de junio de 2013, 23:12h
El 21 de
diciembre de 2011, cuando Mariano Rajoy
dio a conocer la composición de su gobierno dejo claro que tenía una persona de confianza: Soraya Sáenz de Santamaría. Durante el tiempo que ha
transcurrido la confianza del " jefe "-apelativo cariñoso con el que ella le suele llamar- ha ido en aumento y según reconocen todos no hay
prácticamente ningún asunto de trascendencia
o decisión que el presidente quiera tomar que no sea
consultado o comentado con la
" vice ".
Estos días a raíz de que sábado pasado se publicada en el BOE que Soraya Sáenz Santamaría sumará a sus cargos como ministra de la presidencia, portavoz del
gobierno y vicepresidenta política, la vicepresidencia de la comisión delegada de asuntos económicos, acumulando
así el mayor poder que ha tenido
nunca un ministro, he recordado una
entrevista que le hice en Mayo del 2008, tras su nombramiento como portavoz de
su grupo parlamentario. Era una entrevista no de carácter político sino personal , que fue la portada de la revista Yo DONNA, y en la que me relataba pormenorizadamente
como conoció a Mariano Rajoy .
"Mi
aterrizaje en política se produjo por
casualidad. Tenía 27 añoso conseguí mi plaza de abogado del Estado en León. Allí me tocó lidiar con varios
asuntos complicados relacionados con la minería.
Mi preparador de la oposición, Eugenio López- que fue director general de deportes con Rajoy y luego
director general de la presidencia del gobierno- me dijo que el vicepresidente estaba buscando un abogado del
Estado para su gabinete y que le mandará un curriculum. Me llamaron a
Moncloa y allí me entrevistó Francisco Villar, que curiosamente había firmado mi título como funcionario y dos días después me dijeron que estaba
admitida . El primer día que llegue a la Moncloa me
dijeron que íbamos a ver " al jefe" y ese es el origen
de que yo siempre le ha llamado así, aunque se haya creado toda
una leyenda respecto. Estuvo muy amable y
cercano me preguntó si ya había resuelto lo de mi traslado de mi casa y sin más me pidió que le hiciera para el día
siguiente un informe sobre cómo juzgar en España ,en ausencia, a unos mafiosos italianos. El asunto trajo
de cabeza al gobierno pero salio adelante y desde ese momento Mariano Rajoy y
yo hemos trabajado juntos hasta ahora. Todo lo que sé de política lo he aprendido de el ". Así
, de forma sencilla y directa la hoy todopoderosa vicepresidenta relataba sus primeros pasos en la cosa pública.
Aunque su bautismo de fe en la política no llego hasta las elecciones del 2004 " Rajoy me
propuso que echara una mano
con el programa electoral y creí que, por coherencia, era
conveniente que me afiliara. Jamás había pertenecido a ningún partido político". Soraya Sáez de Santamaría entonces no podía imaginar que aquella decisión, llevaría aparejada uno de los momento más
amargo de su vida y también que consiguiera, por
casualidad , su acta de diputada por Madrid, gracias a la marcha de Rodrigo
Rato al Fondo Monetario Internacional. Aquella noche de la derrota cuanta la
leyenda y , ella no lo desmiente , que lloro desconsoladamente al ver que su
partido político había perdido las elecciones.
" Hay algo de leyenda urbana en lo que ocurrió aquella noche, pero es verdad que en este mundo de la política te vas
endureciendo y ese día yo me mostré muy humana. Soy una persona que llora a menudo porque el
llanto me desahoga y me quita la tensión, pero lo hago siempre en privado. Incluso me da pudor que mi marido
o mis familiares me vean llorar " relataba
con toda naturalidad.
Han pasado nueve años desde esa escena y cinco desde la publicación de la entrevista,
que he reproducido en parte, y tal vez
de esa Soraya a la de ahora quede bien
poco salvo su lealtad al jefe y su intensisima
capacidad de trabajo. Ahora es mucho
menos ingenua, mide más las palabras, apenas concede
entrevistas y es a ella a quien llaman
"jefa" . Aunque nadie pone en duda su capacidad política, ser la número dos tanto política como económica del gobierno
tiene riesgos. Es la cara y la
voz del consejo de ministros los viernes y no ha perdido pegada en el cuadrilátero parlamentario pero ya se
han alzado voces advirtiendo de que se puede estar vistiendo a un santo y desvistiendo a otro porque
si la política es importante, en
los tiempos que corren, la economía lo es todo . Ser la " jefa" de ambas cosas por mucha capacidad que se
tenga es mucho. !Ojala
no sea demasiado!.