jueves 30 de mayo de 2013, 12:52h
Mientras
una gran parte de la prensa española se congratula de los dos años de mora que
la Comisión Europea ha dado a nuestra maltrecha situación económica y
financiera, España léase el Gobierno, léase los Gobiernos Españoles están
empeñados en continuar ocupando las primeras posiciones en el ranking de los
incumplidores de las obligaciones que hemos contraído con la Unión Europea
sobre la base del cumplimiento de los Tratados y de su desarrollo normativo en
el ámbito de los políticas públicas.
Lo
explicaremos de una manera sencilla. La Unión
Europea tiene la buena costumbre de que una vez que establece obligaciones concretas
en sus normas, realiza
un seguimiento de cómo esas obligaciones se han realizado o si quiere se han satisfecho
en cada uno de los Estados miembros y es ahí donde produce sonrojo ver las
calificaciones que merecen las políticas españolas de cumplimiento de aquellas
obligaciones en no pocos ámbitos de estas políticas públicas articuladas por la
Unión Europea.
La
lista es extensísima, pudiera ser materia de una tesis doctoral de "Cómo aceptar
obligaciones y no cumplirlas". Pero sobre esto hoy no nos vamos a extender
aunque lo que hoy toca no es mirar con bondad a la Unión Europea supuesto que
esta mora y esta política convenza a los españoles que lo que necesitan es
relanzamiento económico que cree empleo y riqueza y una disponibilidad
financiera que aporte posibilidades para la actividad económica, sino mirarnos
a nosotros mismos y ser conscientes de que es lo que estamos haciendo y como lo
estamos haciendo.
Y
ahí lamento tener que repetirlo, estamos a la cabeza de los incumplidores. Uno
de los casos más fragantes se está produciendo en estos momentos en materia de energía. Aun cuando la dependencia energética española
supera con mucho la media europea (75% frente al 50% respectivamente), y algo
de culpa sobre ello tendrán los gobiernos desde la transición, nos permitimos
también en este caso la tradicional mala
práctica de incorporarnos a las estrategias europeas tarde y mal y porque no
tenemos no nos queda otra.
En
estos momentos se están discutiendo las cantidades que se concretaran en la
nueva programación de Fondos Estructurales para el periodo 2014-2020. Sin embargo
los objetivos y actuaciones que serán financiadas por dichos fondos están ya
claramente establecidos; y en entre ellas destaca el sector energético con una
apuesta clara de relanzamiento económico. En el bien entendido que no se tratan
de actuaciones que vayan a beneficiar únicamente a las grandes compañías sino
una estrategia horizontal que implica el desarrollo de nuevas profesiones
-capital humano tecnológico y eficiente- vinculados a actuaciones de eficiencia
energética como la que impone la renovación paulatina de los edificios públicos
para hacerles cumplir con los estándares de eficiencia que se exigen a la nueva construcción.
Una
vez aprobados los Fondos Estructurales en la Unión Europea es necesario que
cada Estado apruebe los correspondientes Programas Operativos en los que se
concretaran las correspondientes actuaciones financiables. En España, hasta
ahora, estos Programas Operativos consumen cuando menos varios meses, cuando
mas años de tramitación toda vez que hay que poner de acuerdo a las Comunidades
Autónomas con los distintos departamentos ministeriales implicados en dichas actuaciones. Pero además este país es maravilloso porque
aparte de la Administración Central y Autonómica hay 42 Agencias de la Energía,
me sospecho con sus Presidentes, Concejeros, Asesores, etc. ¿Para qué queremos
42 Agencias de la Energía si aun así somos uno de los países mas ineficientes?
¿Pagamos una estructura administrativa carísima y resulta que somos los más
incumplidores? A mí me da la impresión
de que el lee las observaciones de la Comisión siente vergüenza.
Y
además, y lo que queremos destacar es que no tenemos, hablo como un ciudadano
de a pie, ninguna noticia de que tales Programas se estén ya negociando para
que el primer día de vigencia de la nueva programación de fondos puedan ponerse
en marcha, dada la agonía, que es lo que hay, económica y social que vive nuestro país. ¿No
estarán esperando a que la Comisión, tras la aprobación del marco 2014-2020, requiera
a los Estados la presentación de los Programas Operativos para empezar la larga
negociación que llevara a su adopción? Así nos ira.
Y
ya puesto las pilas me parece muy importante que el gobierno y nuestro
Presidente entienda que todo movimiento a favor del empleo juvenil incluidos
pactos y cesiones, serán bienvenido porque ese sí que es un drama que lo
vivimos todos y desde luego los profesores universitarios. No tiene sentido
enseñar y ver que mas mitad de la gente acaba sus carreras y se va al
desempleo, pero las cosas tienen que cambiar en este país. Lo que no puede ser,
y ha sido, es que la Comisión de un millón de euros a España para los que
soliciten un primer trabajo EURES y los pone a nuestra disposición en abril de
2012 siendo nuestra aportación la del 5% de esa cantidad. Pues bien hasta
diciembre de 2012 ni el Ministerio ni Hacienda hizo el informe ni los Consejos
de Ministros lo pusieron en marcha. Ósea que el dinero estaba operativo desde
mediados de diciembre de 2012 para el año 2012. Cierto que se pide una
prorroga, pero vaya país. Los italianos lo dicen de peor modo cuando le echan
al gobierno la culpa de que llueva, aquí lo que necesitamos es rapidez. Ahora
todos tenemos la vista puesta en el
empleo juvenil. No hay margen para
esperas. Aguantar más esta situación es suicida y gracias a Dios al menos en
esto gobierno y oposición van a estar de acuerdo.
*Rogelio Pérez Bustamante
Catedrático Jean Monnet
Catedrático Jean Monnet ad personam
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