Nueva
mano tendida al Gobierno y nuevo rechazo de Mariano Rajoy: Rubalcaba le ofreció
en la sesión de control un gran pacto de Estado para el Empleo a través de una
sesión monográfica en el Congreso. De esa sesión debería salir una resolución
unánime mandatando al presidente del Gobierno para que lleve una posición firme
de todas las fuerzas políticas españolas al próximo Consejo Europeo de junio.
Rajoy ni siquiera contestó.
En
la sesión de control al Gobierno de este miércoles, el líder de la oposición,
Alfredo Pérez Rubalcaba, no sólo bajó el diapasón de la crítica, sino que tuvo
una intervención suave y medida, ofreciendo al presidente
Mariano Rajoy la
posibilidad de llegar a un gran pacto de todo el arco parlamentario para que
pueda afrontar el importantísimo Consejo Europeo de finales de junio en
Bruselas con una fuerza política inusitada.
Rubalcaba
ofreció en su intervención la posibilidad de celebrar un Pleno monográfico
sobre economía y empleo, en el que puedan debatirse propuestas constructivas
que derivaran en una resolución política unánime, o casi unánime, para que
Rajoy vaya a Bruselas respaldado por todo el arco parlamentario español.
Para
remarcar esa oferta, Rubalcaba alabó la posición mantenida el martes por Rajoy
en París, no sólo durante su intervención en el
acto organizado por el
Berggruen Institute of Governance, sino después en su encuentro con el
presidente francés,
François Hollande: "Si usted
propone lo que dijo ayer,
nosotros vamos a estar detrás de usted", le dijo sin dudar Rubalcaba a Rajoy en
el Pleno de este miércoles.
La
verdad es que la propuesta no es nueva: por ejemplo, el coordinador general de
IU,
Cayo Lara, lleva meses lanzando por activa y por pasiva -incluso le entregó
un documento en Moncloa a Rajoy- la necesidad de hacer un gran pacto de Estado
para el empleo. Pero todas sus peticiones han sido desoídas, tanto en plenos
como el debate sobre el estado de la Nación como en sesiones de control como la
de este miércoles.
En
todo caso, la propuesta de Rubalcaba no ha corrido mejor suerte. El presidente
del Gobierno se salió por la tangente para no responder de forma directa, pero
su negativa a enfrentarse a un pleno monográfico era evidente. Sólo mostró un
resquicio de conversaciones 'bilaterales': "Podemos llegar a un acuerdo y estoy
dispuesto a hablar en los próximos días". Pero esos acuerdos de 'tú a tú' no es
el gran Pleno y el gran pacto que demanda la oposición.