El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha admitido este martes que
es "imposible que a todo el mundo le vaya a gustar la decisión" sobre el
reparto del déficit porque, según ha dicho, eso "no ha ocurrido ni una
sola vez" hasta ahora. Sin embargo, ha expresado su confianza en que se
acabe "imponiendo" el "sentido común y el consenso" porque él no tiene
"ningún interés en imponer nada".
Así se ha pronunciado
Rajoy en París un día después de la reunión que
mantuvo en la sede del PP con los presidentes de las comunidades
autónomas gobernadas por su partido para hablar sobre el déficit. Rajoy
acordó en esa cita seguir negociando durante todo el mes de junio para
consensuar posturas y convocar en julio el Consejo de Política Fiscal y
Financiera (CPFF).
En una rueda de prensa en el Palacio del Elíseo junto a su
homólogo francés, Rajoy ha señalado que en esa reunión con los
presidentes --ha recalcado que "fue una reunión de partido" y no acudió
como "presidente del Gobierno"--, se produjo un "interesante contraste
de pareceres" que fue "realmente fue grato y reconfortante". "Había
argumentos para todos los tipos", ha enfatizado.
Rajoy ha enmarcado en la normalidad esa divergencia de posturas,
ya que, según ha dicho, "siempre" que se produce un debate sobre asuntos
relacionados con la financiación, "hay opiniones diferentes", sin que
eso tenga "nada que ver con la ideología de quién esté al frente del
Gobierno del que se trate". "Siempre que se debate, por ejemplo, un
modelo de financiación autonómica, uno arrima el ascua a su sardina", ha
resaltado.
Montoro hablará con todosDicho esto, ha señalado que, dado que "aún no se ha decidido" cuál
es el objetivo de déficit para España y no se hará hasta junio, la
reunión del CPFF se celebrará tras el Consejo Europeo que está previsto
para finales de ese mes.
Y mientras tanto, ha proseguido, el Ministerio de Hacienda hablará
"institucionalmente" con todos los presidentes de las comunidades
autónomas con el objetivo de llegar "a una solución" que "guste a todo
el mundo".
Sin embargo, ha admitido que es difícil que esa decisión guste a
todas las CCAA. "Ya le adelanto que es imposible que a todo el mundo le
vaya a gustar la decisión que se adopte, pero eso ha ocurrido siempre.
No hubo ni una sola vez que no ocurriera, pero al final siempre se acaba
imponiendo el acuerdo, el sentido común y el consenso", ha aseverado.
A renglón seguido, ha afirmado que él no tiene "ningún interés" en
"imponer" el criterio sobre el reparto de déficit y ha añadido que su
deseo es que haya "el máximo acuerdo posible". "Creo que al final se
llegará a un acuerdo entre todos porque la gente trabaja con ánimo
constructivo", ha subrayado.
Ante la polémica abierta entre las comunidades por este asunto, ha
recalcado que hace "poco tiempo" el objetivo de déficit para las
comunidades era del 0,7% del PIB y ahora se habla del 1,2%. "Figúrese
que fuese del 0,7%, ya no tendríamos esta discusión sino un problema
infinitamente mayor", ha proclamado.
Compromiso de cumplir el déficit En otro momento de la conferencia de prensa conjunta con Hollande,
ha insistido en el compromiso del Gobierno en cumplir, "por encima de
todo", con el déficit público, ya que "no es un capricho". De hecho, ha
indicado que ya había recordado este compromiso de combatir el déficit
público en el almuerzo de este lunes con los presidentes autonómicos del
PP.
Ante el dato del déficit del Estado de abril conocido este martes,
que se situó en 25.007 millones de euros -el 2,38% del PIB-, Rajoy ha
declarado que es "muy parcial" y todavía "no se puede hacer una
valoración definitiva de como se van a producir los acontecimientos".
Rajoy ha asegurado que, aunque Bruselas facilite una posible
"senda más tranquila" en la lucha contra la reducción del gasto público,
el Gobierno tiene claro que combatir el déficit "no es un capricho", y
que se debe hacer ya que "es bueno para la economía, para crecer de una
manera sostenida y para crear empleo".
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