martes 28 de mayo de 2013, 18:18h
No hace falta caminar por lugares
extraños para encontrarnos con casos increíbles de disputas familiares. Sin ir
más lejos, este mismo mediodía los comensales que me acompañaban en el almuerzo
relataban los casos, más o menos, cercanos de riñas familiares y todas tenían
algo en común: el dinero. No falla. Es una triste realidad, una desgracia
abominable porque sangre de tu sangre se convierte en demasiados casos en el
peor de tus enemigos. Y para que en el PP la sangre no llegue al río, Mariano
Rajoy ha reunido en otro almuerzo a sus barones regionales y ha logrado un
compromiso político respecto al límite del déficit de las Comunidades Autónomas
que preserve la unidad de acción y una imagen sólida frente a quienes sí
representan una opción perversa para la igualdad y la solidaridad de los
españoles. Todo es cuestión de dinero,
aunque hay quien piensa que también influye el
prurito político o el prestigio para no perder votos y poder, aunque
bien mirado al final todo es lo mismo. Este asunto es el gran asunto de la
legislatura porque ajustar el déficit de
las autonomías requiere una profunda revisión de sus gastos , es decir, una
sustancia reforma de las estructuras del Estado que culmine con una
Constitución actualizada y adaptada a la nueva realidad de España, 35 años
después de su promulgación.
La Carta Magna ha cumplido espléndidamente su
función pero ha llegado el momento de revisar algunos de sus contenidos para
afrontar la realidad política, económica y social que vivimos y las necesidades
de los ciudadanos, sobre todo. Rajoy pretende hacer piña pero las posturas de
los presidentes de Extremadura y Madrid están muy alejadas de la asimetría de
la Comunidad Valenciana o del Ministerio de Hacienda. En este punto confluyen
dos cuestiones que resulta complicado de combinar. Por un lado, la diversidad
de nuestras regiones que requieren recursos distintos. Por otro, y muy
importante, el principio de cumplir los compromisos por duros que sean. Los que
se han apretado el cinturón en el último año y han cumplido con esfuerzo y
sacrificio no se resignan, con razón, a que el premio de cierta relajación en
el déficit se lo lleve quienes no han cumplido. Es básico reducir el déficit y premiar
el esfuerzo.
Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.
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