Almuerza el Presidente del Gobierno con los barones
territoriales, taifas de poder e influjo. Busca, con esa parsimonia que heredó
de alguien, consensuar entre los mandamases un objetivo de déficit y que todos
vayan del ronzal.
El hecho de tener que consensuar un objetivo de déficit es
la demostración palmaria de la debilidad del Consejo de Ministros a partir del
tira y afloja de las taifas regionales. La falta de autoridad y, lo que ya es
peor, la disipación de cualquier potestad, sólo es síntoma de una catástrofe.
Que todas las regiones españolas tengan el mismo objetivo de déficit a un año
es un sinsentido difícilmente defendible. Valencia o Cataluña, una y otra
derecha, no podrán cumplir un objetivo razonable a corto plazo. Lo que hay que
discutir, empero, es el tiempo de cumplimiento, el plan que les lleve a ajustar
sus cuentas de forma razonable sin dañar Educación y Sanidad.
Me dirán que a muchos les importa bien poco el daño que van a hacer por ajustar
precisamente en Educación y en Sanidad (Castilla-La Mancha o Madrid). Les da
igual en tanto en cuanto lo que verdaderamente les interesa es cambiar de
modelo educativo y sanitario, externalizar el gasto, privatizar los servicios
públicos esenciales.
Otros defenderán una disciplina común (Extremadura), mientras otros, también
del mismo partido, seguirán mintiendo sin disimulo con respecto a la cifra del
déficit (Madrid).
La región presidida por
González fue pillada no computando
en 2012 la friolera de dos mil millones de euros de gasto. Para mayor
abundamiento la Cámara
de Cuentas -cuyos miembros fueron mayoritariamente propuestos por el PP-,
denunció hace unas semanas que en 2011 el gobierno regional ocultó 531 millones
de euros en facturas.
Pero lo relevante políticamente es la debilidad de un gobierno nacional que
depende de las taifas para consensuar políticas de estado. El cáncer reside en
que el Gobierno de la Nación
necesita convencer a sus reyezuelos con el fin de defenderse de la dispersión,
rechazar el órdago de
Aznar y hacerse una foto de una primavera cada vez menos
conservadora.
Las taifas a todos les toca, son muestra de toda debilidad, la consecuencia de
sistema incapaz de garantizar la potestas, elevar la autoritas o, simplemente,
de tener dirigentes a la altura de las circunstancias y de su responsabilidad
histórica.
@AntonioMiguelC