Con la presencia de mediadores internacionales
Las recomendaciones del Foro Social para el proceso de paz y el fin de ETA
lunes 27 de mayo de 2013, 19:56h
El Foro Social, con la presencia de varios relatores internacionales,
han presentado este lunes un documento con doce "recomendaciones" para
el final del terrorismo de ETA en el que eluden solicitar pasos
unilaterales a la banda. En su lugar, enmarcan su desmantelamiento en un
proceso de diálogo en el que el Gobierno debería, entre otras cosas,
realizar cambios en la ley penitenciara y establecer una "justicia
transicional" que permitan una solución "integral" para los presos
terroristas. También defienden oficializar un relato sin vencedores ni
vencidos o reducir la presencia de fuerzas de Seguridad en el País Vasco
y Navarra.
Esta iniciativa impulsada por Lokarri y Bake Bidean ha escogido el
Palacio de Aiete en San Sebastián para presentar estas conclusiones de
los trabajos iniciados el pasado marzo en Pamplona y Bilbao.
Precisamente Aiete fue el lugar en el que el 17 de octubre de 2011
varios líderes internacionales pidieron a ETA el alto el fuego
definitivo que la banda concedió tres días después. Sin embargo en
aquella declaración también se solicitaba al Gobierno que estableciese
una negociación con los terroristas para abordar las denominadas
"consecuencias del conflicto" (desarme, presos, huidos y retirada de las
fuerzas de seguridad)
Ahora, estas doce recomendaciones del Foro Social abundan en
abordar esas "consecuencias", pero sin apelar expresamente a una
negociación directa entre el Gobierno y ETA. Insisten en "promover un
ejercicio de diálogo y reconciliación" en el que participen
"instituciones, partidos políticos y sociedad civil". Especialmente
recomiendan lograr consensos para abordar lo que en este caso llaman
"retos del proceso de paz" que a su juicio siguen siendo el "desarme y
desmantelamiento de estructuras militares de ETA, reintegración de las
personas presas y huidas, garantía de los Derechos Humanos, así como
afrontar todo lo sucedido y establecer las bases de la convivencia en el
futuro".
No se habla de disolución
En la recomendación dedicada al desarme de ETA --en ningún momento
se utiliza la palabra disolución-- el Foro Social defiende el "diseño
de un proceso controlado, ordenado y consensuado que culmine con el
desmantelamiento de armas y estructuras militares de ETA". Creen que
este proceso debería desarrollarse "en un tiempo prudencial" y que
"desde sus inicios" debe contar con la "intervención y colaboración de
organismos facilitadores independientes que den seguridad de lo
realizado tanto a los Estados y sus instituciones como a la sociedad en
general".
Esta es la fórmula de los mediadores internacionales que ya ha
sido rechazada tanto por el Gobierno como por ETA. Desde el Ejecutivo
advierten que los únicos verificadores válidos son las Fuerzas de
Seguridad. Por su parte, la banda en su comunicado del pasado 26 de
marzo aclaraba que la cuestión del desarme "queda fuera del mandato que
se dio la Comisión Internacional de Verificación en su origen y, en
consecuencia, no ha estado ni está en la agenda de trabajo de ETA y la
Comisión".
En el capítulo de los presos de ETA, el Foro Social considera que
deben realizar un "reconocimiento del daño causado como consecuencia de
su actuación". Pero a cambio el documento establece una batería de
recomendaciones que debería asumir el Gobierno: alcanzar un "consenso"
para una "solución integral", "adecuar la legalidad a la realidad" o
"aplicar una justicia de carácter transicional" que serviría sólo para
los presos de ETA en un tiempo determinado.
Acercamiento a Euskadi
En otro punto llegan a recordar que "los estándares
internacionales sí permiten que la aplicación de la justicia tenga en
cuenta el contexto de un proceso de paz". También recomiendan "modificar
aspectos de la política penitenciaria que contravienen los derechos
humanos" como "la situación de los presos gravemente enfermos, la
negativa a conceder la libertad a aquellas que han cumplido su condena y
terminar con la dispersión, que penaliza a sus familias".
Recomiendan a los presos que acepten los "cauces legales" y al
Gobierno que acepte que se trata de un proceso "integral" que "se debe
desarrollar de forma individualizada, escalonada, y en tiempo
prudencial". Esta fórmula rechaza la amnistía que sigue exigiendo el
Colectivo de presos de ETA en sus comunicados, pero insiste en la
liberación de todos los presos de manera gradual y colectiva.
Además creen importante que los presos puedan participar en este
proceso relacionándose e intercambiando opiniones con "la ciudadanía
vasca e instituciones competentes". Los reclusos terroristas
han manifestado esa voluntad en numerosas ocasiones y el propio abogado
sudafricano Brian Currin también expresó la semana pasada su voluntad
de reunirse directamente con los representantes del EPPK (siglas en
euskera del colectivo de presos).
En cuanto a la situación "de las personas huidas" el Foro Social
recomienda explorar "vías para su integración en la sociedad, dando una
solución a las mismas". El Gobierno ya contempla que aquellos huidos sin
causas pendientes con la Justicia puedan regresar a España. Sólo en el
Consulado de España en Bayona (Francia) decenas de etarras en esa
situación ya se han registrado con el objetivo de poner fin a años de
fuga y tramitar su documentación, según informaron
fuentes de la lucha antiterrorista.
El Foro Social también atiende la reivindicación de disminuir la
presencia del Ejército, la Guardia Civil y la Policía en el País Vasco y
Navarra. En ese caso el texto habla de "redimensionar el número y la
función de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para adaptarlos
a la realidad". "Asimismo se deben reforzar los mecanismos de control
de las fuerzas y cuerpos de seguridad por parte de las instituciones y
la sociedad civil", añade.
Abordar las "causas"
Las dos últimas recomendaciones hacen referencia a la construcción
del relato de lo sucedido en el País Vasco en las últimas décadas. El
Foro Social rechaza la versión del final con vencedores y vencidos que
reclaman las víctimas de ETA. Este organismo apuesta por abordar no sólo
las consecuencias, sino "la causas" de lo sucedido "y reconocer y
reparar al conjunto de víctimas y reconocer todo el daño causado" en lo
que supone una equiparación de los crímenes de ETA con lo que desde el
entorno radical consideran excesos policiales.
En ese sentido recomiendan "que se faciliten diversas maneras de
narrar y recordar, sin negar lo acontecido, fomentando la autocrítica en
todos los sectores sociales y políticos y los ejercicios honestos de
reconocimiento de los graves errores cometidos". Incluso proponen
oficializar esta versión y "elaborar una base de datos oficial, pública y
completa de todas las víctimas y vulneraciones de derechos humanos,
para preservar la memoria de lo sucedido antes de que se pierda o se
vuelva borrosa".
En rueda de prensa en San Sebastián, el coordinador de Lokarri,
Paul Ríos, acompañado de la miembro del relator Andy Carl, de la
organización Conciliation Resources, y de representantes de Bake Bidea,
han hecho públicas estas 12 conclusiones, elaboradas a partir de las
aportaciones de expertos internacionales y más de 400 propuestas
ciudadanas.
Las conclusiones, articuladas en cuatro apartados, se trasladarán
próximamente a todos los partidos y se presentarán en todas las
instituciones implicadas. Además, se prevé a celebración de nuevos actos
para promover la participación ciudadana en el impulso del proceso de
Paz.
Ríos ha esperado que se logre una "gran adhesión" a estas
conclusiones, y ha puntualizado que "no se trata del final de nada, sino
que son un punto de partida". Por ello, seguirán trabajando en las
posibilidades de desarrollo y materialización. Además, ha señalado que
no se trata de una segunda Declaración de Aiete.