La
renuncia del Rey al yate 'Fortuna' ha provocado un sinfín de comentarios y todavía vendrán más... Primero porque hay quienes apuntan a que
don Juan Carlos sólo se resignó a su cese cuando
Patrimonio ya le
habría anunciado el futuro incierto de la embarcación debido al alto coste de su mantenimiento para las arcas públicas. Y ahora, porque no está claro su destino.
La vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que estudiarían todas las opciones -podría ser subastado o permanecer como bien del Estado- para encontrar el uso "más rentable" del yate. Sin embargo, ya se han dejado escuchar otras propuestas.
La más polémica proviene de los propios empresarios mallorquines (entre ellos los responsables de Sol Meliá, Barceló, Globalia, la Caixa y la Caja de Ahorros de Baleares Sa Nostra) que en el año 2000 regalaron el yate 'Fortuna' a su majestad y ahora pretenden que se les devuelva, según informa Efe tal y como recogen varios medios. En su día aportaron unos 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros) para costear el yate 'Fortuna' y ahora la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) ha acordado remitir al Gobierno esta solicitud.
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