A
veces para acceder a la historia de la Eyaculación
Precoz hay que ir hacia
el pasado. Casi todos los hombres la han vivido alguna vez, aunque es
grave
si no se resuelve o se convierte en algo tan importante que paraliza
la vida. El hombre que la
padece está preocupado y no se explica las razones por las que su
pene tiene esa incontinencia.
Muchos
inician su
vida sexual con una eyaculación
precoz, y no es
sorprendente porque se combinan el deseo intenso y la poca
experiencia. Es por eso que las primeras aventuras anticipen
la eyaculación y suele
ser por ansiedad.
Antes del primer encuentro el joven ya dispone de una red de
fantasías eróticas
que le servirán en su desempeño
sexual. En cada hombre
son diferentes y se alimentan de lo vivido desde el inicio de su
vida.
Y no
revelan a nadie el contenido de sus fantasías. Se recrean en
ellas cuando se masturban en solitario o las disfrutan durante sus
relaciones sexuales. Unos se excitan viendo una mujer desnuda y a
otros les basta con mirar su ropa ... Los hay que al ver un gran
escote casi siempre tienen una erección y también los que cancelan
su deseo al percibir
cualquier aroma íntimo de su mujer.
Al
observar estas historias íntimas descubrimos las razones por las que
se estimulan y gozan. Normalmente y con frecuencia es suficiente que
aparezca una mujer atractiva. Y en la relación con ella el
goce y la erección hacen
feliz la culminación del encuentro, si disfrutan de una penetración
suficiente y comparten el
placer. Esto se da en la mayoría de los casos y la pareja se
estabiliza.
La
Eyaculación
Precoz es una forma de negar
el placer a la mujer y convierte el acto sexual en inseminación,
porque evita el placer. Le niega el goce aunque no impide la
maternidad. La mujer será madre sin
necesidad de gozar. No es
fácil entender que el varón sacrifique su unión conyugal y su
placer para cumplir una misión anticuada y moralista.
Los
cuentos infantiles
nos hablan de los muchísimos consejos que nos dan a las niñas para
evitar los abusos de los hombres, porque son
peligrosos y al menor
descuido podemos sufrir daños físicos o morales. Por eso hay
mujeres que rechazan
para siempre al hombre. Caperucita
Roja a la que el lobo se
comerá, va vestida de rojo que simboliza la sangre que sale de la
vagina en la desfloración. En La
Bella Durmiente nos
relatan el despertar sexual de una joven, y utilizando una metáfora
nos la presentan pura
y virgen, que duerme. La
llegada del príncipe la
despierta un día, y la
niña se convierte
en mujer porque un hombre la ha desflorado.
Es
inevitable que en la boda los familiares lloren,
como puede observarse en cualquier casamiento, aunque lloran más
cuando no ocurre
y su niña se queda soltera... Aquí aparece la lucha eterna entre la
virginidad y el sexo.
Esta batalla es diferente según la época.
Y
volviendo a los hombres que eyaculan
rápido, algunos no quieren ser el lobo. Quieren proteger
a la mujer para que no sufra. Es
un proceso inconsciente.
No quieren un acto sexual violento, ni agresivo, que dañe a la
mujer, y cuando lo abrevian disminuyen el daño que pudieran hacerle
con su afilado pene en esa zona herida femenina. Aunque la mujer
conscientemente
sufre bastante más si no puede disfrutar del placer compartido.
Necesitan una Terapia
psicosexual para ajustar los tiempos.
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Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
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