La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, ha puesto distancia de forma inequívoca con el antiguo equipo del
ex presidente José María Aznar. En concreto, comentando la entrada en la cárcel
de Miguel Blesa, íntimo amigo de Aznar, la vicepresidenta, que no suele
comentar las decisiones judiciales, sí ha dicho, sin embargo, lo siguiente: "Que
las instituciones funcionen, que se aplique la ley y que se haga con igualdad
es algo muy positivo".
Era evidente que este viernes una de las grandes
noticias del día que iban a ser comentadas en la rueda de prensa tras el
Consejo de Ministros tenía que ser necesariamente el 'caso Blesa', y la vicepresidente
del Gobierno acudió a la rueda de prensa muy bien aleccionada. Es decir, que
Soraya Sáenz de Santamaría se esperaba las preguntas que le iban a formular al
respecto, por lo que ya tenía preparada la respuesta... y la respuesta parece
indicar indubitadamente que el actual equipo de
Mariano Rajoy está empeñadísimo
en marcar distancias con los 'amiguísimos' del anterior presidente del Gobierno
y del PP,
José María Aznar.
Sáenz de Santamaría suele refugiarse en su calidad
de vicepresidenta para no comentar 'desagradables' casos judiciales, tales como
Noós-
Urdangarín, Gürtel,
Bárcenas, y un largo etcétera. Pero en el caso del ex
presidente de Caja Madrid, Sáenz de Santamaría añadió unos comentarios muy específicos
y determinantes a su coletilla habitual de "el Gobierno respeta las decisiones
judiciales". Ese comentario añadido es el que deja vislumbrar que la 'número
dos' de Rajoy no quiere verse en ningún caso 'tocada' por algo que corresponde
a la etapa de Aznar... y de
Zapatero, y de
Esperanza Aguirre y hasta de
Ruiz-Gallardón.
A la pregunta sobre qué le parecía la entrada en
prisión de Blesa, la vicepresidenta del Gobierno dijo: "Que las instituciones
funcionen, que se aplique la ley y que se haga con igualdad es algo muy
positivo", sobre todo dentro del principio de "igualdad de todos ante la
ley con independencia de la profesión de cada cual".
A partir de ahí, la vicepresidenta se puso a
disertar sobre lo bien que lo ha hecho Rajoy reestructurando el sector
financiero y muy especialmente las Cajas de Ahorro para hacerlas volver a las
funciones para las que nacieron: dar crédito a pequeñas empresas y familias: "Nuestra
tarea de gobierno es cambiar [las cosas] y eso lo hemos cambiado", dijo, de
forma nada enigmática, para añadir que, en el caso de las Cajas, se ha
reforzado la información y transparencia y el papel del Banco de España, así
como el control sobre las retribuciones de sus directivos.
"Durante mucho tiempo se ha pedido la
despolitización de las cajas de ahorros y se ha hecho", dijo finalmente la
vicepresidenta, añadiendo que "el cambio y la reforma del sistema financiero ha
sido completa" y precisamente en aspectos como la mayor capacidad que
tendrá el Banco de España y el FROB para analizar a las entidades... y que no
vuelvan a ocurrir cosas como las que ocurrieron durante la etapa de Blesa en
Caja Madrid.
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