El fútbol de masas, sobre todo en lo que a la celebración de los partidos en los estadios se refiere, está muy dominado por las aficiones más radicales. En el Real Madrid, hinchadas extremistas de Ultrasur y otros grupos de simpatías filonazis y nacionalsocialistas, no tendrán problemas en recibir con banderas de España el partido. Tampoco la afición más radical del Atlético, representada por el Frente Atleti, de similar ideología política.
Pero si no se teme que haya pitada al himno nacional... ¿que es lo que temen algunas esferas políticas e institucionales? Pues se cree que podría haber igualmente una reacción negativa hacia lo que el Rey representa estos momentos. Entre el 'caso
Urdangarín', la imputación y posterior desimputación de la
infanta Cristina y otros escándalos que rondan a la Familia Real, no se descarta que ciertos sectores de la afición y del público que este viernes acude a la final de Copa a las 21:30 horas pueda reaccionar con abucheos o cánticos contra
don Juan Carlos. Precisamente el rey vuelve a una gran cita pública tras sus meses de convalecencia médica por la operación a la que fue sometido.
Tampoco se descarta alguna reacción social contra las autoridades que estarán presentes en el palco de autoridades del Santiago Bernabéu, que por supuesto estará copresidido por un representante del Gobierno, supuestamente sólo la vicepresidenta
Soraya Saénz de Santamaría, junto al monarca. Además, las principales autoridades locales, así como el ministro de Cultura y Deporte,
José Ignacio Wert, estarán ocupando los asientos de honor del estadio.
Incluso en las últimas horas ha surgido una campaña viral en las redes sociales de Internet para impulsar un
cántico a favor de la sanidad pública y en contra de los recortes y la privatización parcial de los servicios médicos y hospitalarios. En concreto, esta campaña, fuerte en Facebook y movida por colectivos como Revolución Real Ya, piden respeto al himno, sí, pero para acompañarlo de un posterior abucheo y un cántico unánime a favor de este servicio público.
De todos modos será una cita compleja porque lo deportivo, lógicamente, también manda. La esperada nueva pitada y abucheos para
José Mourinho, entrenador del Real Madrid, podría tapar otras actitudes de la grada.
Lea también:- Im-presentable:
La indignación con las entradas de la final de Copa