Muy grave todo lo que ocurrió en la Asamblea de Madrid este jueves. El presidente de la Cámara tuvo que expulsar a la socialista Maru Menéndez tras un
altercado en el que ella llamó "corrupto" al presidente
regional, Ignacio González. Éste le contestaba exigiendo una rectificación urgente para no presentar una querella judicial: "Le pongo una querella", le amenazó. "Si es así, vaya a los tribunales, que no tengo ningún miedo", insistía, devolviéndole el insulto como si de un 'y tú más' se tratara: le dijo a Menéndez que ella sí es corrupta.
Lamentable show por tanto en la Cámara madrileña que tuvo que parar de nuevo el presidente de la Asamblea, José Ignacio Echeverría. Y es que últimamente estos altercados parecen continuos y un modo corriente de actuar entre oposición y Gobierno regional.
Maru Menéndez le recordaba a González que ha sido investigado en el pasado por algunos informes policiales sobre corrupción política, que no imputado, claro está. De hecho, la portavoz socialista también pidió al presidente madrileño que retirara sus acusaciones sobre que ella era corrupta: "Yo tengo toda la tranquilidad, la honestidad y ningún informe de la UDEF" que le vincule con ninguna supuesta contratación irregular, le contestaba.
Al final, el lamentable show volvió a acabar en espantada socialista de su escaños, que también vino acompañado del abandono del Pleno por parte de los diputados de IU.
La verdad es que sí fue impresentable el espectáculo. Pero si se pasó veinte pueblos Maru Menéndez llamando a González de buenas a primeras 'corrupto', tampoco supo estar en su lugar el presidente madrileño, devolviendo el insulto y perdiendo por completo la compostura, en plan matón de discoteca. Pero sin duda el más impresentable fue Echevarría (el que no sabe que existe el bonobús), actuando como un guardaespaldas de González, con chulería y prepotencia, en lugar de tratar de mediar y mostrarse contundente con ambos. Los ademanes de la derecha presuntamente demócrata siguen guardando demasiadas semejanzas con aquellos falangistas que colonizaron todas las instituciones durante cuarenta años.
La sra. Menéndez en la táctica socialista, o gobernamos o destrozamos, están convirtiendo la Asamblea de Madrid no en el lugar desde el que se gobierna la comunidad más próspera de España, sino en un lugar de destrucción, ya se sabe, si no gobierna la izquierda, esta se revela, insulta, con todo lo que tiene que callar, destroza, siguen en su línea impresentable.