miércoles 08 de mayo de 2013, 09:19h
Willy Toledo, en Venezuela, ha hecho pública su decisión de vivir, a partir de ahora, en Cuba. Es por la falta de democracia en España. El anuncio lo ha hecho en un programa venezolano llamado "Cruce de palabras". Su entrevistador ha definido al país de origen del actor como "la España de los suicidios". Preocupado, decido comprobar la veracidad de tan grave aseveración.
Empiezo con el caso de Amaia Egaña, de 53 años. Señalada como víctima de los desahucios en Baracaldo se arrojó al vacío falleciendo en el acto. Trabajaba desde hacía casi 30 años en una empresa de transportes, en Recursos Humanos. Su marido, también tenía su propio empleo. Hace dos días otro caso aparece, fugazmente, en algunos periódicos; un hombre de 40 años se ha ahorcado en su domicilio de Barcelona, de donde, dicen, iba a ser desahuciado por impago de alquiler. Trabajaba en la cadena de televisión autonómica TV3. En un suelto perdido Alberto Egaña, hermano de Amaia, la fallecida en Baracaldo, afirmó desconocer los motivos del suicidio de su hermana, pero esa versión, publicada cinco días después, nunca alcanzó el eco de las primeras informaciones que relacionaban la muerte con un desahucio.
Por su parte, la misma PAH, quejosa de la comparación de sus escraches con los métodos fascistas de antaño, o los de la kale borroka de hogaño, no tiene reparos en utilizar profusamente la expresión "genocidio" en sus manifiestos, panfletos y convocatorias para referirse a las consecuencias de la crisis inmobiliaria. La utilización abusiva del terrorismo o de la palabra "genocidio" nos llevan a banalizar los conceptos más crueles de la barbarie política. Y se acaba con un ministro del interior como Fernández Díaz que se lía con ETA y el aborto porque tienen dos letras en común. Tal vez sea ese "genocidio" esgrimido por Ada Colau lo que haya confundido al entrevistador venezolano.
Busco un poco más. ¡Sorpresa! los datos oficiales dicen que la tasa de suicidios no ha dejado de caer en España, hasta situarse en niveles mínimos históricos, incluso en plena crisis económica; en 2007, en plena burbuja inmobiliaria, la tasa de suicidios española era superior a la actual. O eso sostiene el Instituto Nacional de Estadística.
Busquemos estadísticas internacionales. El Instituto Legatum de Londres ha elaborado una lista clasificando a los países según un índice de prosperidad que tenía en cuenta 84 variables. Según sus resultados, entre los primeros están Noruega, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Suiza, Canadá, Holanda, o Suecia. Curiosamente coinciden, también, con las más altas tasas de suicidios del mundo. Según otras estadísticas esos países escandinavos, Suiza, Alemania o Austria tienen los índices de suicidio más elevados, unos 25 casos al año por cada 100.000 habitantes. Casi como los lemmings del mito. Por su parte los mediterráneos, como España, Italia o Egipto, rondan los 5 casos anuales por 100.000 habitantes. Eso son unos 2.500 suicidios al año en el caso español. Casi 7 cada día en un año normal, sin crisis ni desahucios.
¿Cómo llega una noticia a convertirse en un drama generalizado capaz de "saltar el charco" y publicarse en periódicos internacionales? ¿Cómo hace que un periodista bolivariano defina a España como "el país de los suicidios"? ¿Cómo es que Willy Toledo no le contradice? ¿No sería más solidario defender la marca España en el extranjero para mejorar la situación económica y laboral de sus paisanos?
Otro titular sensacionalista en un diario de papel se alarmaba anunciando en grandes titulares la noticia en Grecia: ¡La crisis había duplicado el número de suicidios! En letra pequeña sí se aclaraba como tres años antes Grecia presentaba la tasa más baja del continente, 2,8 suicidios por cada 100.000 habitantes. Pero no explicaba que esa tasa duplicada de 5 casos por cada 100.000 habitantes es la media tradicional de España o Italia y otros países mediterráneos. Como tampoco contextualizaba que sigue siendo una tasa cinco veces menor a la de los prósperos germanos o escandinavos.
Willy se va a Cuba. Nueva sorpresa; en la isla, según la OMS, el índice de suicidios es de 18'5 por cada 100.000 habitantes, tres veces superior a España o al resto de los países latinoamericanos, que tienen un índice inferior al 6'5, muy parecido al mediterráneo.
Venga la dación en pago, la reforma de los abusos de la Ley Hipotecaria, multiplíquense las viviendas sociales, pero no me multipliquen números que no son, pues la propaganda es propaganda, la cuente Willy Toledo, Agamenón o su porquero.
Y si el entrevistador venezolano de "Cruce de palabras" quiere caricaturizar un país por sus desgarros lo tiene bien cerca: 232 muertes violentas al año por cada 100.000 habitantes en Caracas; más de 20 cada día; la más homicida entre las ciudades más pobladas del mundo de acuerdo con la Encuesta de Victimización del propio gobierno chavista. Bonito nombre, con ese don para el verbo y el son propio de la parla caribeña; "victimización".
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (7)
23752 | C C DERECHOS HUMANOS - 16/09/2013 @ 00:29:45 (GMT+1)
ADVERTENCIA PUBLICA: Miren el video de www.cchr.es y verán cómo la psiquiatria se inventa enfermedades falsas, drogan a la gente y niños y se llenan los bolsillos. Además aumenta los suicidios y asesinatos con sus pastillas y hace también adictos a sus drogas psiquiátricas.para tenerlos de clientes fijos. Infórmate de los peligrosos efectos secundarios y denuncia sus abusos psiquiátricos.
ATENCION: Si sabes de alguién, incluso de un niño, que haya sufrido un abuso o que haya sido dañado por un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador del campo de la salud mental o algún fármaco psiquiquiátrico, puedes ponerte en contacto con nosotros en: http://www.ccdh.es/es_denunciar-abusos-psiquiatricos.htm
Existen en la actualidad 17.000.000, sí, diecisiete millones de niños en todo el mundo que toman drogas psiquiátricas peligrosas que alteran la mente con 61.000 muertes al año.
C C DERECHOS HUMANOS
JAVIER ........... WWW.CCDH.ES
20976 | B T-M - 09/05/2013 @ 00:31:58 (GMT+1)
Gracias DTHC por su comentario. La miseria, como el suicidio, tiene múltiples causas. El bloqueo es una de ellas, pero eso no explica las altas tasas de suicidios. Por poner un ejemplo similar; isla caribeña, casi igual PIB per capita (9.000 dólares Jamaica, 9.900 Cuba) La isla del Reggae, con menor renta, tiene un ridículo índice de suicidios, uno de los más bajos del mundo de 0'3 por cada 100.000 habitantes. Cuba el más alto de toda América, con 18'5. Pero es un índice que interpretado en la línea de Durkheim podría darnos una pista sobre los cambios en Cuba, como cuando los suicidios se dispararon al descomponerse la URSS. En cuanto a la evolución social y económica del país caribeño ahí está Rusia para darnos una pista.
20975 | B T-M - 09/05/2013 @ 00:17:10 (GMT+1)
Gracias Maestro por el comentario. Supongo que WT hará la zafra de modo voluntario. Es lo menos que se puede esperar de su intachable coherencia.
20967 | DHCT - 08/05/2013 @ 22:21:55 (GMT+1)
La miseria cubana no es culpa de sus sistema, sino de los estadounidenses con su bloqueo imperialista. Si allí se instaurase un régimen como el español, en seguiría aparecerían unos oligarcas minoritarios que tendrían muchísima riqueza y el resto de la población sería mucho más pobre. Y en seguida tratarían de privatizar los servicios públicos, los cuales, por cierto, allí sí son públicos al 100%.
20959 | pascuamejia - 08/05/2013 @ 19:35:05 (GMT+1)
Muy buena respuesta tanto a Willy Toledo como a la presentadora.la verdad es que me gustará ver cuánto aguanta WT en Cuba más que nada porque la visión continuada de las bolsas de miseria de La Habana son un terrible recordatorio de lo injusto que es el mundo.
20957 | B T-M - 08/05/2013 @ 18:31:05 (GMT+1)
Salud don Ángel. Tomo nota del libro y le agradezco su brillante comentario. Todos nos vemos aquejados por los problemas típicos de seguir el acelerado paso de la realidad, y eso a veces nos lleva, en efecto, a los excesos. Lo mismo sucede con las limitaciones impuestas a la extensión de los artículos, que conllevan una excesiva simplificación. Aprovecho por ello la respuesta, don Ángel, para añadir un apunte bibliográfico interesante que no he podido incluir antes para no incurrir en el pecado del inacabable discurso castrista (a propósito de Cuba, digo) Según los manuales de psiquiatría las causas más frecuentes de suicidio son el envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de suicidio), la muerte de un ser querido, las enfermedades físicas graves, el trastorno bipolar, el trastorno límite de la personalidad, la depresión, la dependencia del alcohol y de las drogas, un trauma emocional, esquizofrenia, cuestiones de vida estresantes, problemas en las relaciones interpersonales y también, por supuesto, los problemas serios a nivel financiero. Pesan también factores culturales. Rusia tiene la tasa más alta del mundo, con 34'3 suicidas por cada 100.000 habitantes, y en Japón, influidos por el budismo y un halo heroico en torno al suicidio son 80 personas al día, 2500 al mes los que deciden poner fin a sus vidas. Tantos como todos los españoles en un año. El libro del sociólogo Émile Durkheim sobre el suicidio es un clásico, y a pesar de sus años sigue siendo un punto de partida básico para enfocar el asunto. Durkheim presenta una teoría sistemática, uno de cuyos elementos clave correlaciona la tasa de suicidios con un alto nivel de regulación social. Pero cuando una sociedad entra en crisis, es decir, en un periodo de cambio en el cual todas esas reglas ya no valen y aún no hay unas nuevas, la anomia consiguiente crea un estado de incertidumbre y miedo. Durkheim plantea esa anomia no sólo en el terreno económico, sino también en el familiar; con el divorcio como ejemplo típico. Pero cualquier cambio o transición serían traumáticas. El ejemplo más ilustrativo de las teorías de Durkheim se dio en los países bálticos y Rusia con el fin del comunismo cuando se alcanzaron y se mantienen las tasas más altas de suicidios del mundo. Y el más llamativo el de Groenlandia, sometida a unas vertiginosas transformaciones sociales al imponerse un modo de vida occidentalizado. Si en 1971 la tasa era de 4'2 por cada 100.000 habitantes en 1987 el índice se multiplicó por 30 hasta el 128'4 por cada 100.000 habitantes. En la década de los 90 ha descendido, pero se mantiene entre el 77'3 y los 105'4 suicidios por 100.000 habitantes. Parece un problema demasiado complejo para limitarlo a una única causa. Y demasiado serio para usarlo como arma política hablando de genocidio. Esto si ha sido un desparrame; gracias por su paciencia, don Ángel.
20933 | Angel - 08/05/2013 @ 10:04:45 (GMT+1)
Buenos días, don Bruno. Cada vez nos lo pone más difícil a sus lectores y comentaristas. ¿Qué añadir a su artículo? Por mi parte poco, sólo dejarle constancia de la lectura y de mi mismo parecer al respecto. No es nada nuevo esto, quizá desparramo si comparo esta banalización del lenguaje (y su consiguiente falsificación de los hechos por exceso) con esa otra que de la que hablaba Arendt. Me preocupa bastante la deriva maximalista a la que nos están llevando en este país. Tengo que recomendarles un libro que me ha venido a la mente mientras escribía esto: Guerra y lenguaje de Adan Kovacsics (Acantilado). Salud.
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