El
PP ha corregido, una vez más, al aún ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón, y su pretensión de llevar la reforma de la ley del aborto a
límites anteriores a 1985, que fue cuando se legalizó. Según el portavoz
popular en el Congreso, Alfonso Alonso, el texto aún no está terminado y hay
que esperar a ver cuál es su letra definitiva, pero, en todo caso, se ha de ceñir
a la doctrina fijada al respecto por el Tribunal Constitucional. El debate está
abierto en el PP.
Alberto
Ruiz-Gallardón lo tiene cada vez más negro dentro de su propio partido. Su
reforma 'retrógrada' sobre el aborto es la gota que colma el vaso y puede
propiciar una seria rebelión en algunos de los sectores que actualmente
conforman el PP. De momento, el portavoz parlamentario popular en el Congreso
le ha desautorizado. Ha dicho este martes que la posición del partido es
clarísima: la reforma de la 'ley Aído' debe basarse en la doctrina del Tribunal
Constitucional, una doctrina que declara constitucional la ley del aborto
aprobada en 1985.
Pero
el ministro Ruiz-Gallardón, aliado al parecer con los sectores más de extrema
derecha del PP y los más integristas del clero español, plantea una reforma en
la que desaparezca el supuesto de malformación del feto, lo que ha producido un
auténtico revuelo incluso dentro del propio partido de la derecha, donde se ha
abierto un profundo debate.
Alfonso Alonso
ha terciado en este debate, y en rueda de prensa tras la Junta de Portavoces,
ha reconocido que "en el PP hay gente que pienda de manera distinta, pero el
punto de coincidencia es la doctrina del Tribunal Constitucional, de la que se
alejó la ley de Bibiana Aído y de Zapatero".
El
portavoz popular ha reconocido que, efectivamente, el debate que aún sigue
dentro del PP es el de la supresión del supuesto de malformación del feto, pero
ha advertido que "es prematuro hablar sin ver el proyecto". Hay discrepancias,
lo ha dicho Alonso, pero en todo caso tiene que primar el contenido del
programa electoral, que fija esta reforma en los límites doctrinarios fijados
por el Constitucional.
Precisamente, este mismo martes el propio ministro del Interior,
Jorge Fernández Díaz, ha entrado en este debate con furor. Ha dicho lo siguiente:
"El aborto tiene algo que ver con ETA, pero no demasiado". No se sabe muy bien qué ha querido decir el ministro.