¿Dónde está el millón y medio de socialistas de Cataluña?

Artur Mas, un iluminado difícil de igualar en busca de un electorado perdido, cuya prédica tiene cada día menos simpatizantes y cuyas encuestas le llevan a mínimos históricos, trata de encontrar desesperadamente aliados que le sirvan de escusas útiles para poder subsistir.

Y en ese pozo participan unos cuantos, entre los que cabe destacar, por el dolor que me produce, el PSC. Una organización que podemos dividir en nacionalistas (una parte de sus dirigentes), autonomistas (la mayoría de sus votantes) y tibios (sus acutales portavoces).

¿Quién defiende entonces al millón y medio de socialistas catalanes? Con nombres y apellidos, con profesiones y sueños, con ideología y compromiso. Si tomamos los datos de las elecciones al Congreso de los Diputados, el PSOE-PSC  obtuvo 1.577.330 votos en 2004 y 1.672.777 en 2008, mientras que en las autonómicas de Cataluña el PSC-PSOE alcanzó tan solo 796.173 sufragios en 2006 y 570.361 en 2010.

¡Un millón de votos menos! ¿Representa plenamente la dirección del PSC al millón y medio de socialistas de Cataluña?, ¿tienen derecho a no tener en cuenta en nombre de los socialistas de toda España a tantos ciudadanos?, ¿es consciente la dirección del PSOE del abandono al que está Ferraz sometiendo a tantos electores?

El discurso nacionalista es una enfermedad que se cura viajando (sic). Todavía, empero, estamos a tiempo de darnos cuenta que son los tibios, más que los nacionalistas del PSC, a los que hay que sacarles de la indiferencia.

La foto de Pere Navarro en la cumbre de la autodeterminación, es decir, de la independencia, es una trampa que trata de despistar a los catalanes de sus verdaderos problemas, a los propios de su futuro inmediato y a los adversarios de su propio electorado.

La responsabilidad de la dirección federal del PSOE es representar a los suyos donde quiera que estén. Hay un millón y medio de socialistas en Cataluña que no pueden ser abandonados a la suerte de otras organizaciones o, peor aún, a la abstención. Hay que tener el coraje de defenderles.

Los socialistas pensamos que Cataluña es más que una nación: es una región de España. Porque posiblemente ser parte de este país tan inmenso, con tantas posibilidades desaprovechadas, con tanta gente capaz, es mucho más que elevar los mitos a realidades nacionales alucinantes.

El error de los tibios, la deriva del PSC, nos ha costado mucho votos en Barcelona, en Manresa y en Girona. Nos está costando muchos votos en Zaragoza, en Madrid y en Huelva. Pero más nos cuesta en términos de credibilidad con nosotros mismos.

Para mí un millón y medio de ciudadanos, de compañeros, de amigos, de simpatizantes, de votantes, no pueden quedarse huérfanos de futuro en la inclusa de un porvenir que no les corresponde.  


@AntonioMiguelC