Da la impresión de que el Rey quiere reanudar sus actividades con una
gran llamada al pacto nacional entre los grandes partidos.¿Será posible
conseguirlo?
El país, el Gobierno,
el Rey
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El País:
Rajoy llama al orden a la cúpula policial y del CNI por sus disputas ante el
fin de ETA. Los jefes antiterroristas
discrepan sobre si la banda puede actuar
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El Mundo:
El Rey, decidido a intentar reactivar los mejores valores de la Transición.
Relanzará el papel moderador de la Corona para propiciar pactos, acuerdos y
consensos frente a la crisis económica.
Fomentará la transparencia y el
sometimiento a la ley de todas las instituciones, comenzando por la Monarquía.
Da por cerrado el debate sobre su
abdicación y ve garantizada la continuidad a través de la figura del Príncipe
-
El Mundo:
J.M. Martín Patino: La partitocracia ha
arruinado el proyecto nacional, España necesita un pacto histórico capaz de
superar los cambios de Gobierno
-
ABC:
Examen al Gobierno. ABC evalúa al
Gabinete popular cuando cumple 500 días
de mandato. Expertos en cada área de gestión dan una nota media de 5.,2 a un
Ejecutivo en el que la mejor
calificación es para Rajoy y la peor para Ana Mato
-
ABC: El
Rey anima a Rajoy y Rubalcaba a consensuar políticas de empleo. Zarzuela aclara que don Juan Carlos no
propone pactos concretos, como había deslizado TVE -
-
La
Vanguardia. El Rey anima al consenso político
para frenar el paro. Don Juan Carlos sugiere acuerdos a Rajoy y
Rubalcaba para poder crear empleo. El
Monarca se reincorpora al despacho e
intensifica la actividad
institucional. Disposición en el PP,
voluntad de pacto en el PSOE y claro apoyo de Durán
-
El
Periódico de Cataluña: El Rey insta a PP y PSOE a un pacto contra el paro
-
La Razón:
Los expertos analizan como estaría el
país si Rajoy hubiese pedido el rescate.
La España rescatada: 40.000 millones
menos de PIB y el IVA al 23 por 100. La deuda sería hoy bono basura. Sin
salario mínimo y despido de funcionarios. Pérdida de soberanía para negociar
con la UE. Un duro golpe al Estado de bienestar
-
La Razón:
el consejero del PSOE en RTVE manipula
una información sobre el Rey para dar publicidad al pacto que propone
Rubalcaba -
-
La Gaceta:
Alguien miente sobre Cataluña. Según el CEO, agencia demoscópica de la Generalitat,
el independentismo ha crecido un 400 por 100 en ocho años, según el CIS, sólo el 25 por 100
El futuro de la UE
-
El País:
La austeridad como única salida a la crisis rompe el eje París-Berlín. La
creciente tensión franco-alemana complica aún más el futuro de la UE
-
Portugal
se ahoga en una espiral de recortes sin
tregua. El nuevo ajuste, de un 2,9 por 100 de PIB, se añade a la peor recesión
desde 1975 -La Vanguardia
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Mercedes, que acaba de poner fin a su embarazo por una malformación
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de fútbol deben 3.600 millones, 700 de ellos a Hacienda. Sólo en Primera y Segunda, 19 están en
concurso de acreedores. Las autonomías son las primeras accionistas de cuatro
de ellos -El Mundo
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Pujol jr. Participa con 82 millones en
un complejo hotelero en Baja California -El Mundo
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950 euros al mes a sus pistoleros en
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barcelonés de la indisciplina vial. Doce puntos de la capital catalana concentran la mayoría de las denuncias por
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Poda de
funcionarios. Rajoy prepara otro recorte en las administraciones. El sector
público emplea a 2,8 millones de personas y ha perdido ya 375.000 puestos. La
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«En los ERE, denunciamos, acusamos e investigamos». Ana Pastor entrevista al
presidente andaluz -El Periódico
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Sincrotrón
de Cerdanyola, el lujo científico de Catalunya. La instalación funciona a toda
máquina en las actuales 7 líneas de trabajo -El Periódico
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españoles trabajan casi cuatro meses para el Estado -El Periódico
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El 15-M
pretende crear un frente electoral a, la izquierda del PSOE. Quieren
presentarse a los comicios municipales
de 2015. Toman como referencia el movimiento de Beppe Grillo. Un sector de IU
participa en la creación del futuro
partido -La Gaceta
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Treinta
meses de caída libre del crédito a familias y empresas en Galicia. Los bancos
redujeron en 17.900 millones desde el 2010 el dinero prestado y en el último
año el crédito se desplomó un 17,4 % -La Voz de Galicia
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Los
votantes del PSOE dan ventaja a Besteiro sobre Pachi Vázquez en la sucesión -La
Voz de Galicia
De fuera
-
EE UU se
plantea ataques selectivos a Siria para debilitar a Assad -El País
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Miles de
sirios huyen del terror de las bandas de
Assad en Banias -El Mundo
Repaso a la Europa Unida...
El País enumera: La consolidación de un partido fascista en Grecia. El éxito de Beppe Grillo y Silvio Berlusconi en Italia. Los 6,2 millones de parados en España -el máximo jamás alcanzado y la tasa
de paro más alta desde el año posterior a la muerte de Franco-, y los 26,5
millones de la UE. El hundimiento de la esperanza francesa con François Hollande.
El ascenso de partidos antieuropeos en Grecia, Francia, Finlandia, Reino Unido,
Alemania. El desguace del Estado social y la vuelta de los jornales de hambre
en el sur de Europa. Nada de todo esto parece conmover a los liberales
alemanes. Impasible el ademán, prietas las filas, la canciller Angela Merkel
asiste a la tormenta perfecta en el continente que lidera sin mover una ceja.
¿Estímulos? Nein.
¿Crecimiento? Llegará solo, con la austeridad y el hada de la confianza.
¿Populismo en ascenso? Cuestiones internas. ¿57% de desempleo juvenil en
España? Hagan los deberes: más reformas estructurales, más ajuste fiscal, ¡más
madera! Así están las cosas en la Europa teutonizada. Uno o dos países resisten,
y los otros 25 socios se hunden en la miseria y ya no saben ni dónde meter la
tijera. Los recortes, la recesión y el desempleo han destruido el consumo y la
demanda interna; la actividad, el bienestar y el futuro son conceptos de los
buenos tiempos; los países que pagan poco por financiarse, como Francia, no
tienen liquidez, y los que más necesitan financiarse, como España o Italia,
pagan el crédito a precio de oro. Mientras tanto, remotos paraísos fiscales (o
no tan remotos: los hay en el Canal de la Mancha, y puede que incluso en la
propia zona euro) esconden el capital ganado, especulado y robado durante los
años de la expansión y las burbujas. Según los datos del comisario europeo de
Fiscalidad, Algirdas Semeta, la evasión fiscal sustrae a Europa un billón de
euros anuales. Y el colapso económico parece una hipótesis cada vez menos
improbable en el Mediterráneo, ese sur corrupto y manirroto que debe pagar sus
deudas y sus culpas -en alemán ambas palabras se dicen igual: schuld-. Pero el
acreedor jefe, Alemania, sigue en sus trece. No hay otra salida, dice la
canciller, la austeridad no es incompatible con el crecimiento. Más o menos lo
mismo que decía hace cinco años. Desde entonces ha llovido, pero el viraje
alemán ha sido imperceptible. El relato de ese lustro es más o menos así: 1.
Hay un problema de déficit, los mercados nos atacan. 2. Aplicamos austeridad a
rajatabla esperando que vuelvan el crecimiento y la confianza. 3. Nos damos
cuenta de que no era un problema de déficit sino de deuda privada (salvo en
Grecia), pero seguimos adelante porque Alemania manda y a ella le fue muy bien.
4. Empieza la tensión social y política porque no se ven los resultados. 5. La
tensión se hace insoportable; Bruselas abre la mano tímidamente. Hoy, el nuevo diktat es austeridad más lenta y reformas más
rápidas. Bruselas acaba de dar dos años más a Francia y a España para llegar al 3% de déficit. Pero en
los dos países, el paro, que ha batido récords, seguirá creciendo hasta fines
de 2014. La duda es si el cambio de lenguaje es real en la sustancia, si la
definición de reformas de Bruselas y Berlín coincide con la palabra recortes.
¿La reforma de las pensiones que el comisario Olli Rehn exigió a Hollande el
viernes va a suponer jubilaciones más bajas? Ese es el quid de la cuestión. Francia siente que
Alemania le engañó una vez, y si les engañan una segunda vez y sale mal (es
decir, si Europa sigue sin ver la puerta de salida), el proyecto entero se
puede ir a pique. De momento, lo único obvio es que el eje franco-alemán está partido, roto en pedazos.
El motor
de Europa está gripado. Los vecinos que se odiaban y se reconciliaron parecen
agotados de conducir juntos. Hollande no se entiende con Merkel y no confía en
ella. La canciller no se fía de las reformas, las intenciones y los datos de la
Francia socialista. Y lo que es peor, se diría que ambos han abandonado toda
esperanza de que eso cambie. La señal de alarma la han dado los socialistas
franceses, que en un borrador destinado a definir la política europea de
Francia para los próximos años se equivocan (¿o no?) y escriben negro sobre
blanco lo que casi todo el mundo piensa y casi nadie se atreve a verbalizar.
Merkel es "la canciller de la austeridad", su política revela una
"intransigencia egoísta", ha forjado "una alianza de circunstancias con el
thatcherista David Cameron", y lo que le importa son "los ahorros de los
depositantes alemanes, la balanza comercial de Berlín [que en marzo marcó un
nuevo récord, elevando el superávit a 188.100 millones de euros, después de que
en 2012 exportara 1,1 billones de euros] y su futuro electoral". "Si no cambia
la política europea, vamos hacia una catástrofe política", explica
Jean-Christophe Cambadélis, dirigente del Partido Socialista (PS) francés y
coordinador del documento sobre Europa. "Somos la única zona del mundo que
lleva cinco años en recesión. La derecha europea pone todo el acento en la
competitividad y comete un error enorme: nunca seremos competitivos como India
y China si queremos mantener un nivel decente de protección social. La receta
neoliberal ha generado un paro enorme, insoportable para muchas sociedades. Y
donde no hay paro, como en Alemania, se ha precarizado el empleo con salarios
de 400 euros". Según Cambadélis, la pareja franco-alemana debe reencontrar el
equilibrio, pero es difícil en las actuales circunstancias de desigualdad.
"Juntos sumamos el 49% del PIB europeo, pero Alemania tiene excedentes y
Francia tiene déficit. El gran problema es que el Partido Popular Europeo
domina Europa, los Estados y las instituciones con una política dogmática,
basada en el modelo alemán, que afirma que la austeridad genera crecimiento y
que solo es necesaria una mínima cuota de solidaridad". ¿Y está Francia
dispuesta a dar el salto hacia la unión política que pide Alemania? "Alemania
quiere un federalismo presupuestario. Francia, un federalismo solidario", dice
Cambadélis. "Los pueblos no aceptarán ceder más soberanía si Europa si no
calienta la caldera con solidaridad. Esa es la única forma de integrarse.
El
federalismo debe ser de ida y vuelta. Si no, reinará la desunión". Así las
cosas, el entendimiento París-Berlín parece una quimera. Las propuestas del PS
son mutualizar las deudas con bonos europeos; cambiar los estatutos del BCE,
que el MEDE sea prestamista de último recurso y concertar las políticas económicas:
la mayoría de sus peticiones son anatemas en Berlín. Pero, además de las
diferencias ideológicas, está el factor humano. Hollande se siente ninguneado
por la canciller. Durante los últimos meses, Merkel se las ha arreglado para
limitar, retrasar o dejar en vía muerta casi todos los acuerdos importantes
alcanzados en las cumbres europeas. Sobre todo, los de junio de 2012, cuando
Merkel aceptó dos ideas francesas que deberían haber ayudado a mejorar la
economía real: la unión bancaria, y el pacto por el crecimiento. Un año
después, Hollande y el nuevo jefe del Gobierno italiano, Enrico Letta, han pedido
que en la próxima cumbre de junio se aplique lo acordado entonces: todo un
símbolo de la resistencia alemana a las ideas ajenas. Cada vez más, el choque
entre fe y razón, y la filosofía del sacrificio alejan a Alemania del resto de
Europa. En Berlín, cuando los líderes hablan, fuera de micrófono, del "factor
humano" de la economía, suelen referirse a la "confianza de los mercados"
financieros. No es que Merkel o su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble,
confíen en los inversores. Al contrario. Pero la prima de riesgo y la huida de
la inversión son la única medida de la eficacia de un país. Hay otro consenso
de hormigón en los principales partidos políticos alemanes: los recortes que
hizo el SPD hace 11 años son el germen de la aceptable situación económica del
país, boyante si se compara con las demás (aunque con ocho millones de minijobs
o subempleos). Puestos ante la evidencia del desastre que esas mismas medidas
provocan a sus socios, no es raro que un líder democristiano alemán aduzca que
"la economía no son solo matemáticas" y que lo más importante es recuperar la
"confianza", el mantra favorito de Schäuble. Y enseguida echan mano de las
raquíticas señales de recuperación en España o Irlanda, bendecidas por los
mercados de deuda, olvidando que la rebaja de los intereses se debe, según todos
los expertos, al plan de intervención en los mercados de deuda del BCE, que por
cierto todavía topa con la resistencia del Bundesbank. Otro consenso alemán -y
bruselense, que a veces tanto monta- es el que prima respecto a Francia, para
la que auguran o recortes o miseria. En Alemania se percibe que las diferencias
se deben a la cerrazón francesa ante las reformas. Reformas, obviamente, a la
alemana. Cuando le toca defender a Hollande ante los conservadores, el líder
parlamentario de los socialdemócratas alemanes, Frank Walter Steinmeier, pide
comprensión: Francia, dice, está como Alemania en 2001. Es decir, antes de los
recortes de Gerard Schröder. Esas opiniones tienen una explicación: el primer
ministro de Finanzas de Merkel, y puede que aún más duro que el actual, se
llamaba Peer Steinbrück. Y es la cara del cartel electoral del SPD en los
próximos comicios. El problema del SPD es que la masa de alemanes que aplaude
la austeridad está formada, en su gran mayoría, por votantes de centro que
simpatizan con la canciller. Da fe de ello el 40% de apoyos que cosecharía hoy
la CDU, según una encuesta reciente. El lío es tan extraño que otro histórico
de los socialdemócratas alemanes, Oskar Lafontaine, acaba de pedir que Alemania
salga del euro.
En Bruselas la inquietud es creciente. Nadie piensa que las
cosas tengan fácil arreglo. "Francia y el sur de Europa están frustrados por la
intransigencia de Alemania con la austeridad; Alemania está frustrada con la
resistencia a las reformas en Francia y en el sur de Europa.
El consenso es que
la austeridad ha ido demasiado lejos. Pero el consenso dice también que ni
Francia, ni España ni Italia están para liderar nada", confiesan fuentes
europeas. "Se va a abrir la mano porque la recesión empieza a morder a los
países del centro. Pero que nadie espere grandes cosas hasta las elecciones
alemanas. Y ni así hay que hacerse ilusiones", explica un diplomático. Las
relaciones con el país vecino, de eso no cabe duda en Berlín, atraviesan uno de
sus peores momentos. Pero, en la Cancillería, el lema es "no hay alternativa",
como en los mejores años de Margaret Thatcher. En cualquier caso, la rebelión
del sur parece estar en marcha. Portugal, España, Italia y Grecia no aguantan
más. Y Francia se siente mucho más cerca del sur que del este, como ha
demostrado el primer viaje europeo de Enrico Letta, el católico de
centroizquierda catapultado a la principal poltrona italiana. Tras verse con
Hollande en el Elíseo, los dos han puesto las cartas sobre la mesa: si Alemania
no cede, Europa se muere. "Ningún país puede salir del agujero solo, la
solución es necesariamente europea, y si es buena para Europa, será buena para
Alemania", lanzó Letta. "Sin crecimiento no solo habrá más paro y más pobreza,
sino que los populismos acabarán imponiendo en toda Europa los peores
instintos", le secundó Hollande. Aunque la crisis en Francia es más llevadera
que en los vecinos del sur, y aunque el Estado social no se ha puesto -todavía-
en cuestión, los franceses, con 3,2 millones de parados en el Hexágono, tienen
miedo hasta de sí mismos. Un síntoma de ese ambiente deletéreo: en algunos
sondeos, la líder ultraderechista y xenófoba Marine Le Pen tiene ya una
intención de voto superior a la del presidente de la República. Y el mal se
extiende por Europa: el ascenso del UKIP británico esta semana subraya esa
misma tendencia, peligrosísima para la Unión a un año de las elecciones
europeas de 2014."Si las cosas no varían vamos a ver un Parlamento Europeo
poblado de euroescépticos, nacionalistas, populistas y xenófobos: una jaula de
grillos antieuropeos en muchos casos. La paradoja es que a algunos líderes
europeos no parece preocuparles, porque favorece la deriva intergubernamental
en las instituciones comunitarias", advierten fuentes diplomáticas en Bruselas.
Según el socialista galo Cambadélis, "antes de que lleguen los populismos, la
izquierda debe imponer su modelo. El año que viene el Parlamento Europeo podrá
elegir al presidente de la Comisión, y si cambia la mayoría podremos librarnos
del presidente Barroso y elegir a un progresista. Eso cambiaría bastante las
cosas". Los alemanes parecen cada vez más solos, pero nada indica que vayan a
ceder un milímetro. Como señala el escritor José María Ridao, el problema no lo
tiene Merkel, sino Europa: "Berlín no parece entender hasta qué punto las
heridas infligidas al proyecto europeo podrían ser irrecuperables. Quizá 26
millones de parados sea la línea de no retorno. A veces las decisiones
económicas producen situaciones políticas extremas. Grecia es el laboratorio
que explica adónde conduce la cura liberal. La UE ya no se asocia con bienestar
y progreso, sino con paro y exclusión social. Y eso es devastador para el
europeísmo". De forma incomprensible, los países perjudicados por el austericidio o en la lista de espera no han
apostado todavía por una política común europea. "Alemania ha impuesto tanto la
decisión como el marco institucional donde se adopta con un solo objetivo:
resolver su riesgo financiero. Eso ha debilitado a Europa entera con la
complicidad de los Gobiernos nacionales, unos por miedo y otros por convicción
ideológica", explica Ridao, que subraya otra gran paradoja. "Alemania ha
extendido su modelo a los socios siguiendo la estrategia de las utopías del
siglo XX: sacrifiquemos algunas generaciones y tendremos un futuro radiante. La
promesa ya no ofrece monstruosidades épicas y trágicas como la sociedad sin
clases o el Reich milenario. Ahora el ideal es digno de un tendero: cuadrar
gastos e ingresos, conseguir la consolidación fiscal".
Donaciones incontroladas
Según
cuenta El Mundo, El presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de
Miranda, ha indicado que con la legislación vigente hasta 2006 le resultaba
"prácticamente imposible" comprobar las donaciones anónimas como las
reflejadas en los llamados 'papeles' de Luis Bárcenas, una situación que se
reparó con las reformas posteriores de la ley de financiación de partidos
políticos. En una entrevista con Europa Press, Álvarez de Miranda ha asegurado
que la ley de 2007,
modificada en 2012, "permitió mejorar
el control de las donaciones y,
en general, de las distintas fuentes de financiación privada de las formaciones
políticas". "Uno de los aspectos más relevantes de la Ley de 2007
consistió en laprohibición de las donaciones anónimas a favor de los partidos políticos, que
estaban permitidas en la normativa anterior, con ciertos límites, pero cuya
propia naturaleza hacía que fuera
prácticamente imposible comprobar el cumplimiento de dichos límites,
tal y como ha venido señalando reiteradamente el Tribunal de Cuentas en sus
informes", relata, al ser preguntado por la contabilidad que llevaba
Bárcenas y que ha salido a la luz en 2013. Según ha explicado, "la reforma
del año pasado delimitó con mayor precisión las personas, físicas o jurídicas,
a las que no se permite realizar estas donaciones y ha mejorado las
obligaciones de información al Tribunal de Cuentas sobre las donaciones
efectuadas, tanto dinerarias como en especie". Frente a las críticas de algunos partidos,
Álvarez de Miranda defiende la independencia de la institución subrayando que es preferible que los
consejeros sean elegidos por el Parlamento en lugar de ser propuestos
directamente por el Gobierno, como ocurre en otros países. Eso sí,
"siempre que se garantice que aquella elección parlamentaria se realice a
favor de personas cualificadas y se disponga de un régimen jurídico, a ser
posible de rango constitucional, que garantice dicha independencia".
Preguntado por el intento de PP de ofrecer una auditoría externa de sus cuentas cuando estalló el 'caso
Bárcenas', Álvarez de Miranda recuerda que "la ley establece que corresponde exclusivamente al
Tribunal de Cuentas el control de
la actividad económico-financiera de las formaciones políticas, sin perjuicio
de las competencias de los Órganos de Control Externo autonómicos".
Respecto a las fiscalizaciones pendientes sobre la contabilidad ordinaria de
los partidos políticos (la última se refiere al ejercicio 2007), el Tribunal de
Cuentas insiste en que en este año se va a poner al día aprobando los
siguientes cuatro informes en los próximos meses. Del relativo a 2008, ha
recibido ya las alegaciones de los partidos y prevé aprobarlo a finales de este
mes o en junio, y ya tiene avanzados los trabajos de los siguientes ejercicios
(2009-2011) para aprobarlos en octubre. Para superar este "retraso",
y aunque la institución también se ha visto afectada por las limitaciones
presupuestarias, la
unidad de fiscalización de los partidos políticos ha incrementado su personal
adscrito en más de un 150%.Álvarez de Miranda sostiene que en el
Programa para 2013 se ha acordado la realización de fiscalizaciones más
próximas en el tiempo y más concretas, "lo que redundará en una
mayor aproximación entre la fecha de aprobación de los informes y el periodo
fiscalizado", y garantiza que "existe la voluntad firme de finalizar
entre este año y el siguiente" todas los trabajos pendientes.
El
presidente del Tribunal de Cuentas también denuncia que "aún es significativo el elevado
número de empresas" que no colaborancon la institución en la
comunicación de sus relaciones económico-financieras con los partidos, especialmente cuando funcionan
como proveedores de bienes y servicios en los procesos electorales. La
entidad fiscalizadora ha propuesto mejorar la regulación del deber de
colaboración de terceros con el Tribunal de Cuentas, incluyendo un adecuado régimen sancionador para aquellos que no cumplan, así como
otras medidas dirigidas a garantizar que las adquisiciones de bienes y
servicios por parte de los partidos tiendan a primar la oferta económicamente
más ventajosa, dado el carácter público de la mayor parte de su financiación,
teniendo siempre a salvo el principio de 'confianza' que requiere la
colaboración de un partido político con sus proveedores".
El
presidente del Tribunal de Cuentas también denuncia que "aún es significativo el elevado
número de empresas" que no colaborancon la institución en la
comunicación de sus relaciones económico-financieras con los partidos, especialmente cuando funcionan
como proveedores de bienes y servicios en los procesos electorales. La
entidad fiscalizadora ha propuesto mejorar la regulación del deber de
colaboración de terceros con el Tribunal de Cuentas, incluyendo un adecuado régimen sancionador para aquellos que no cumplan, así como
otras medidas dirigidas a garantizar que las adquisiciones de bienes y
servicios por parte de los partidos tiendan a primar la oferta económicamente
más ventajosa, dado el carácter público de la mayor parte de su financiación,
teniendo siempre a salvo el principio de 'confianza' que requiere la
colaboración de un partido político con sus proveedores".