El precipicio del presidente

No sé con qué fuerzas podemos arrancar la semana después de que el viernes el Gobierno nos dijera que estamos al borde del precipicio. Y con toda friadad nos contaron que estaremos en caida libre durante dos años. Dos años sin red, sin esperanza de crecimiento, dos años en los que sigue creciendo la cola de los 6.202.000 parados, según las previsiones del Gobierno, a límites insostenibles.

Las cifras son demoledoras, El terrorífico cuadro macroeconómico no necesitaba de esos eufemisticos comentarios de la vicepresidenta y los mnistros de Economía y de Hacienda. El cuadro macroeconómico presentado como si de una empresa y no de personas se tratara es un insulto a los ciudadanos que ya no pueden, no podemos, más. Y vale de trucos semanticos.Señores ministros, señora vicepresidenta dejen de usar palabros para ocultar la verdad  

El único Plan del Gobierno vuelve a ser recortar y recordar ,ni una propuesta de crecimiento, ni una, Todo se fía al gastar menos. Y ya basta! No podemos seguir resignados, En año y medio de gestión el presidente del Gobierno ha mostrado su incapacidad para sacarnos de la crisis. Es más, el señor presidente del Gobierno está hundiendo a España, y tan sólo con sus recortes estamos ahondando en el mismo agujero que nos lleva derechos al infierno.  


Y mientras, dónde está el presidente. Atricherado tras los muros de la Moncloa. Escondido, una vez más. Cobarde, donde los haya, el señor presidente del gobierno sólo se compromete a ir al Congreso en un par de semanas. Una vez más esperando a que escampe, el señor presidente bajo un paragua y los demás a la interperie..   Nunca en la historia de la democracia un presidente se ha quemado en tan poco tiempo. Nunca en año y medio se han quemado tantos millones de votos de esperanza.

Estamos al final de la legislatura, señor presidente. Es usted el primero que está al borde del precipicio. Ante su incapacidad, más que demostrada, va siendo hora de que piense en poner fecha para convocar elecciones. Esto ya no aguanta mucho más. El problema es ¿hay alguien en frente?