¿Cuántos libros leemos al año? ¿Qué oferta tenemos? ¿Cuánto nos cuestan? Hay lectores compulsivos, los que nos comemos ciento y pico al año -una media de dos a tres por semana- y abrimos algunos más. La media estadística está de entre 10 y 11 -uno por mes- y el porcentaje de lectores habituales crece: el 63% de los españoles, que, en el caso de los jóvenes, llega a la media europea: el 70.
En 2012,
según datos de los Gremios de editores, se publicaron 88.349 títulos, casi un
15 por ciento menos que en 2011, de
los que casi 20.000 eran traducciones de otras lenguas, la mitad del inglés.
Esa disminución en el año peor de la crisis, ha supuesto la pérdida de 300
millones de euros, en un sector que daba trabajo a 30.000 personas, y facturó
alrededor de 3.000 millones de euros en 2011. Hablamos de libros comprados, a una media de 12 euros por
ejemplar. Pero buscaré las estadísticas de los -crecientes- lectores de
biblioteca pública, y se la pasaré. Y para otro día, los digitales, todavía muy
minoritarios (alrededor de 20.000, con una facturación que no llega al 2%). Y
de los piratas.
En mi caso,
soy lectora compulsiva y omnívora desde mi más tierna infancia. Pero nada
voluntarista, aunque esa parte de lectora
profesional que tiene una -y no sé qué fue primero, si el huevo o la
gallina- te obliga a veces a tragar intragables. Yo creo que mi postura de
hablar apasionadamente de lo que me gusta -y a ser posible, sólo de eso- viene
de mi resistencia a seguir con lo que no me gusta....Omnívora: el placer de la
lectura le viene a uno desde tantos sitios, y cambia, como otros placeres, con
el estado de ánimo, con la edad, con la situación. Quiero decir que puedo
disfrutar, y lo hago, con novelas que cuentan historias de acción, con otras
que cuentan acciones sutiles e interiores, con otras que hay que descubrir en
el choque mismo de las palabras y las ideas y las arquitecturas internas; con
novelas -el género preferido de los lectores habituales españoles, según las
estadísticas- , con ensayos de temáticas distintas, con la siempre esquiva
poesía. Y que no sé, hasta que no lo analizo, en qué consiste el feeling, para mí imprescindible, con el
libro. Y, ya después, la fidelización
con el autor. Esos autores que se vuelven vicios, como de la familia.
Mi manera de
llegar al libro es también múltiple: es verdad que a los críticos nos llega la
poderosa información de las editoriales, las grandes y a veces las pequeñas -a
las que, en mi caso, voy a buscar- y
muchas veces, sus libros, lo que las coloca -y nos coloca- en situación algo
ventajosa. (Sus inconvenientes tiene,
pero de esos hablaremos otro día). Las críticas de los colegas también funcionan,
cada uno en sus tics y preferencias -como yo tengo los míos!. Pero sobre todo,
me funcionan las recomendaciones cruzadas entre amigos de los que me fío. Y por
ahí -fidelización, confianza en la recomendación- van los dos libros de los que
quiero hablar hoy.
Dos novelas,
dos traducciones. La primera me la
recomendó el otro día mi amiga Soledad
Gallego Díaz, de tanta lucidez y buen gusto leyendo como escribiendo: la de
John Mortimer, Un paraíso inalcanzable, que, en exquisita traducción de Magdalena Palmer, ha publicado Libros
del Asteroide. Mortimer (1923-2009)
recorre los años ingleses -muy ingleses- que van de la segunda guerra mundial
al thatcherismo, contando la historia de cuatro o cinco familias a lo largo de
cuarenta años. Es una novela coral, pero con personajes de fuerte personalidad,
por así decir, en dos generaciones por lo menos. Personajes masculinos -el
Pastor laborista y sus dos hijos, el escéptico médico viejo, el self made man,
que llega lejos en la economía y la política "conservadora" neoliberal- y
femeninos, alguno secreto pero importantísimo. Y está escrita con una prosa
moderna, fresca, cargada de ironía que a veces lleva a la risa franca. Como con
éste, publicado en UK en 1983, abrió una trilogía muy prometedora, ya estoy
esperando los otros dos que, sin duda, nos dará El Asteroide. Y les voy a
ofrecer un acompañamiento para su lectura: el personaje de Fred Sincox, joven
médico rural, hijo del párroco y músico
de jazz, y su panda de colgados de los sesenta, me ha conectado con....un mundo
que, cada semana, me acerca Jorge Rodríguez Alamo, que lleva años
descubriendo para sus amigos piezas excelentes. Les paso el link de su blog, y
se lo recomiendo vivamente, con esta versión del Alleluiah de Leonard Cohen:
http://cancionesparaelfindesemana.wordpress.com/2013/04/26/402-over-the-rhine-hallelujah/
Con la misma expectación, compartida por miles de
lectores, me he lanzado a la lectura de El
cuerpo humano, del jovencísimo Paolo
Giordano. Su primera novela, La
soledad de los números primos, publicada también por Salamandra, me
deslumbró hace cinco años. Y recibió muchísimos premios después, probando el
acierto de Sigrid Kraus comprándolo
para su brillante catálogo. Ahora nos lleva a Afganistán, con un destacamento
de jóvenes e inexpertos soldados italianos... Todavía no sé si tiene la
intensidad de aquellos dos adolescentes de su primera novela, pero me da que
si. Que la guerra y el desierto dan pasa eso. Y que este joven que está
cumpliendo los 30, es, ya, un gran escritor.
- Ediciones anteriores de 'Lágrimas de cocodrilo'
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