La única persona detenida por el envío la semana pasada de cartas con veneno a altos cargos de Estados Unidos,
incluido el presidente, Barack Obama, ha quedado este martes en
libertad bajo fianza, un día después de que los investigadores
confirmasen que no se habían encontrado restos de la sustancia
--ricina-- en el coche o la vivienda del sospechoso.
La oficina de los Marshall norteamericanos en Oxford (Mississippi) ha informado de que el detenido,
Paul Kevin Curtis,
ha quedado en libertad después de que los abogados de la defensa y los
representantes de la fiscalía mantuviesen una reunión en privado, según
la cadena de televisión ABC News.
Los responsables del caso tienen previsto informar de
cuál es el
estado de Curtis, ya que ni su abogado ni la fiscalía han aclarado los
motivos exactos o las circunstancias de la liberación.
La de este martes era ya la tercera jornada de comparecencias para
determinar la situación procesal de Curtis, que la semana pasada fue imputado formalmente por amenazas y se declaró no culpable. Desde su arresto, Curtis permanecía en la cárcel del condado de Lafayette.
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