Madina y/o el futuro del PSOE

El revuelo que el nombre de Eduardo Madina ha provocado dentro y fuera del PSOE da muestra del interés o preocupación que el personaje levanta. Discreto, leal y disciplinado con su partido, ni descarta ni confirma sus supuestas aspiraciones. Y hace  bien.

La dirección socialista, de la que Madina forma parte, dice que es la hora de revitalizar la marca PSOE. Que los ciudadanos les culpan casi por igual que al PP de la crisis. Que tienen que hacer un proyecto creíble. Que deben ofrecer soluciones a los ciudadanos. Que es su resposabilidad canalizar el descontento social. Y parece razonable.

También es cierto que en España se vota mucho a la cara del cartel electoral y que ahora mismo el PSOE no la tiene, lo más parecido, su lider, Rubalcaba, ni da el paso ni parece que sería bien visto.

Así las cosas, ¿es la hora de Madina? Creo que no. Madina debe esperar y colaborar en la elaboración de un nuevo proyecto con las siglas del PSOE. Y sus mayores deben asumir de forma generosa que una más que previsible derrota en las elecciones europeas les  corresponde asumirla a ellos, a la actual dirección. No debe quemar ese partido a un nuevo nombre como Madina colgandole en su hoja de servicio ese mal resultado.

Y después sí, después llegará la hora de Madina. Si quiere. Su juventud y a la vez larga trayectoria política puede ser un aliciente para atraer a tanto descontento.

El problema ahora es cómo parar esa carrera abierta sin que se lleve por delante a Eduardo Madina. Sus tiempos, sus palabras, sus acciones y sus compañeros tienen que ser muy comedidos. Los adversarios políticos desde los medios de comunicación afines han abierto la cacería.