Espero que la leas atentamente, pues tengo varias cosas que contarte y
agradecerte:
Soy nacida y criada en un pueblo. Formada en una escuela unitaria, de esas que
consideras un fracaso. Soy ingeniera, titulada por la Universidad Pública de
Castilla-La Mancha.
Por ello quiero agradecerte que, al poner en entredicho la calidad de
la enseñanza en el mundo rural, has sacado a la luz que estas escuelas han dado
más universitarios que cualquier centro educativo de ciudad.
No
te contaré dónde estamos: Estoy segura de que lo sabes. Sabes que somos una
comarca lindera con Aragón. Ubicación a la que debemos el gran patrimonio
arquitectónico que poseemos, pues fue tierra de castillos, palacios y nobleza.
También por su situación, poseemos unos de
los paisajes naturales más bellos de España, al paso de los ríos, Tajo,
Hoz Seca, Gallo, Cabrillas y Mesa...
Tampoco
su extensión, pues bien sabrás que se trata de una comarca que casi se equipara en
km2 a Cantabria, La Rioja o el País Vasco. Con la densidad de población más
baja de Europa, con 2,03 hab/ Km2.
Te contaré quiénes somos:
Somos aquellos por los que
Castilla-La Mancha no es una Comunidad, sino una Junta de Comunidades, pues la
nuestra es una comunidad histórica: La Comunidad del Real Señorío de Molina de
Aragón y su Tierra, con Fueros Propios y cuyo señor es El Rey. Y como tal, queda reflejado en el Estatuto de Autonomía.
Somos los mismos que a pesar
de haber pertenecido a Aragón apenas una decena de años, se negaron a cambiarse
el nombre, castigando así a la corona de Castilla.
Los que valientemente
combatieron a los franceses, acción por la que Molina de Aragón recibió el
título y nombre de ciudad en las Cortes de Cádiz.
Somos gente acogedora,
trabajadora y de corazón fuerte. Gente de paz, que es lo que hemos anhelado a
través de los siglos en las incesantes contiendas entre los reinos de Castilla
y Aragón, para los que Molina resultaba una pieza clave para la victoria.
Toda esta historia permanecía
dormida en un archivo histórico . Una historia que se cuenta una y otra vez en
las visitas guiadas a la ciudad y a la que sólo prestan atención los turistas...
Por ello tengo que
agradecerte, poner de actualidad esa historia nuestra.
A ti, que has venido a
despertar nuestra memoria, recordándonos lo que somos capaces de hacer cuando
nos unimos en defensa de nuestro pueblo.
Estás poniendo en riesgo nuestra
existencia y nuestro futuro y con ello has sembrado en nosotros la simiente de un orgullo pasado, trayendo al presente un recuerdo no vivido, pero compartido por
todos nosotros. Nadie nos va a tumbar.
¿De verdad piensas que
conseguirás triunfar en la élite de los mejores, despojando a tus gentes de lo
más básico sin ningún escrúpulo? Espera, se me olvidaba...no somos tu gente.
¿Crees
que así pasarás a la historia como una gran presidenta? Qué triste...
¿La que hizo recortes
salvajes en servicios básicos?. ¿La que cerró colegios y centros médicos en el
mundo rural, sabiendo que para muchas familias desahuciadas en la ciudad, la
vuelta al pueblo está siendo y va a ser la única opción para mantener una vida
digna?
Gracias en nombre de todos los pueblos, por recordarnos, que aunque de pueblo, tenemos voz. Podemos estar
unidos y levantarnos juntos a
defender lo que es nuestro.
Gracias, pues haciendo
peligrar nuestro futuro, nos has mostrado que lo tenemos. Que tenemos futuro y
que el mundo rural es una alternativa
para esta política de números, dineros y déficits.
Y a todos vosotros, que
ocupáis cargos, y sois castellano-manchegos, porque habéis nacido, porque trabajáis y, sobre todo, porque
tributáis aquí, a vosotros sólo os pido que os atreváis a decir en voz alta y
clara lo que insinuáis en voz baja por rincones y pasillos. Atreveos a decir ¡No estamos de acuerdo!
A vosotros, que si nos os
duele lo que nos está pasando, no os merecéis lo que os pagamos por estar en el
sillón que ocupáis, a vosotros os pido que no bajéis la cabeza; aunque os
cueste el puesto, pues un día, más pronto que tarde, saldréis de vuestro
despacho y ¿Cómo esperáis ser recibidos en vuestro pueblo?
Vosotros que sois nuestros
representantes, nuestros aliados, ¿de qué nos servís, si ni siquiera sois
capaces de recibirnos en vuestros prestados despachos?. ¿Ahora nos tenéis
miedo? El que tenga miedo de su propia gente, equivoca el sitio que ocupa. ¿Es por vergüenza? Si es así, es que aún os
queda algo de dignidad. Aún no es tarde. ¿Es por soberbia?. Entonces se acabó.
Por mí, todos despedidos.
Es un momento difícil y
puedo entender un profundo cambio en el sistema. Puedo entender soluciones
diferentes, imaginativas,...Pero para dejarnos en la calle no nos hacéis falta.
No hace falta que invirtamos una fortuna en
cargos que no tienen ni voz ni voto en esta región. Una región que da
bandazos, cada vez que el ave llega de Madrid, cargado de "dolores" y dolorosos
recortes...
¿De verdad no hay ningún castellan@ mancheg@ del PP, que esté preparad@, que ame su tierra, quiera
trabajar por ella y sea capaz de cambiar el nombre de Dolores por el de
Solidaridad?
Por último Gracias. Gracias María
Dolores. Gracias por no ser paisana mía y ahorrarme así el trance de
avergonzarme tan hondamente de una castellano-manchega.
Marta
Corella Gaspar
Una mujer rural
Molina de Aragón (Guadalajara)