Los escraches y el vómito
jueves 18 de abril de 2013, 19:43h
Tenía yo unas pocas dudas - pero que muy pocas - sobre si eran defendibles los escraches en este país. Las declaraciones de quienes los han condenado y de quienes han pretendido caminar por la vías de la equidistancia me han llevado al convencimiento de que se debe estar e incluso participar en los escraches, de los que se ha repetido hasta la saciedad que no deben de ser violentos.
¿Son lo escraches una respuesta desproporcionada? Rotundamente no. La agresión que los provoca es tan brutal que a veces esa respuesta parece corta. Porque se destroza el Estado del bienestar, lo de los desahucios ya se sabe como es, se hipoteca el futuro de nuestro hijos, la sanidad ya no es lo que era, se financia a los bancos mientras sus directivos se van con indemnizaciones millonarias, la corrupción colapsa los juzgados, se azuza a la policía para que saque sus peores instintos... ¿Y la respuesta dicen que es desproporcionada?
Luego están esos pobres niños que, desde detrás de las ventanas de su casa, ven cómo insultan a sus padres. Son dignos de cierta compasión, hay verdad en ello. Pero si abrimos la senda de la demagogia, cabría preguntarse que hay de esos otros niños que, tumbados en un colchón en la calle, preguntan a sus padres porque esa noche no pueden dormir en su cama de siempre. El camino de la demagogia es peligroso.
Algunos colegas, amigos y conocidos míos, han optado por la equidistancia. Comprendo los escraches, pero también comprendo que eso no puede ser, vienen a decir. Pues mira por donde esa equidistancia es una de las razones que me han sacado de dudas. Si se puede y creo que hasta se debe.
Pero también y sobre todo, están las condenas y las comparaciones con los nazis y los judíos. La sensación de vómito es muy intensa cuando se escuchan esas cosas. Como pronto, hay que decir que se frivoliza de tal manera las acciones del nazismo contra los judíos y los gitanos - que no se olvide - que resulta un insulto y no solamente a la inteligencia. Y también piensa uno que, si aquí existiera una ley antinazismo como en Alemania, a lo mejor - y digo a lo mejor - María Dolores de Cospedal, entre otros, tendría que estar ante un juez.
Lo dicho: vómito.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (11)
20349 | DHCT - 19/04/2013 @ 21:47:40 (GMT+1)
¿Y qué tiene que ver la izquierda en lños deshaucios y el paro, sabiedno que son quienes precisamente están luchando por ellos?
20346 | Au contraire - 19/04/2013 @ 20:37:27 (GMT+1)
Los argumentos en contra de las tesis del militar en cuestión sobran, señor Teseguite. Desconozco las circunstancias personales del militar en cuestión, pero una crítica a sus argumentos basadas en ellas nos haría incurrir en una falacia "ad hominem", ya sabe, descalificar personalmente a un adversario, en lugar de refutar sus afirmaciones. En cuanto a lo de la Revolución, pues entre los participantes en los escraches habrá de todo. Hasta Verstrynges y otros pescadores de aguas revueltas.
20330 | Teseguite - 19/04/2013 @ 12:56:30 (GMT+1)
Mire Vd. Este señor podrá ser respetable como periodista pero no debería ir presumiendo de militar cuando lleva más de 35 sin ejercerlo, pero, eso sí, cobrando como si ejerciese. O sea, lleva cobrando muchos años un sueldo público sin ganárselo y encima da lecciones de ética. La dación en pago me parece bien. No sólo eso. Creo que en cualquier préstamo (no sólo hipotecario) sólo se debería responder con los avales que se hayan negociado. Nada más. La actual ley es un freno a cualquier emprendedor. Pero la casta política no lo quiere. Ni lo quiso el PSOE ni lo quiere el PP. Lo que no puede ser es cambiar las reglas de lo ya pactado. Prestamos vs avales, sí, pero a partir de una nueva ley. Lo de los escheches es otra cosa. El sufrimiento les importa una higa. Ellos quieren la revolución.
20328 | Au contraire - 19/04/2013 @ 12:33:20 (GMT+1)
Mantengamos un cierto nivel en el debate, señor Teseguite. Aunque yo no comparta las opiniones de nuestro oficial no me parece oportuno caer en descalificaciones personales. Hasta ahora el desahucio por falta de pago siempre había sido un riesgo aceptado por cualquiera al contratar una hipoteca. ("pacta sunt servanda" no significa que la pague la Servanda, que yo sigo viviendo como si nada). Y otra cosa es la dación en pago, en la cual el banco tiene la responsabilidad de aceptar como buena la tasación inicial de la casa y calcular los riesgos de impago. Si aún así acepta prestar el dinero de los depositantes que tiene en custodia debería limitar ese riesgo al valor de la vivienda. Y por tanto la dación en pago liquidar la deuda. Pero seamos también conscientes de que esa solución la van a pagar los jóvenes, los nuevos compradores que necesiten contratar una hipoteca y que van a ver notablemente encarecidas sus opciones aunque ellos puedan pagar hasta la última cuota de su préstamo.
20326 | Teseguite - 19/04/2013 @ 12:13:03 (GMT+1)
Este tío que ensució su uniforme no debería anunciarse con él puesto. Es un demagogo que no es más que un frustado y un fracasado que no supo llevar el uniforme del Ejército Español. En cuanto a los deshaucios, se evitan pagando las hipotecas. Y la hipotecas las dejan de pagar los que pierden su trabajo. El rojerío vociferante y de corte fascista nos lleva al caos y a la ruina. Pretenden conseguir millones de puestos de trabajo perdidos y millones de deshaucios. Mucho dolor. Mucho sufrimiento. Sólo hay riqueza para el que se la trabaje y el que se la merezca. Y España apuesta por la pobreza. Una pobreza para generaciones. Un país tercenmundista.
20324 | Au contraire - 19/04/2013 @ 12:08:38 (GMT+1)
Mientras haya personas que justifiquen cualquier medio, como aterrorizar a "esos pobres niños que, desde detrás de las ventanas de su casa, ven cómo insultan a sus padres" por un fin, aunque sea tan loable como evitar los desahucios, habrá quien justifique que otros niños vuelen en pedazos por los aires como simples daños colaterales. Serán "dignos de cierta compasión, hay verdad en ello", pero un justificado sacrificio en el altar de la Justicia, el Bien y la Victoria.
20323 | Rosa Paredes - 19/04/2013 @ 11:52:26 (GMT+1)
Vamos a dejarnos de soplar gaitas y aplicar "lógicas filosóficas" y como dice el título de la película, ver realmente lo que "la verdad esconde"
Cada cual combate con las armas que tiene a mano. Unos emplean la pancarta y las voces de protesta ante tanta injusticia y podedumbre de los que son víctimas, y otros usan armas distintas... ¡a ver quien gana esa batalla que presiento, ante lo que veo en el campo y como no cambien mucho las cosas, que se va a dar por perdida. No quiero ser derrotista, pero es lo que hay. Poniendo un punto y final al intercambio de opiniones, todo se trasluce en palabrería que no conduce a nada. Lo que realmente importa son los hechos de los que tienen voz y mando en toda esta historia, pero, por desgracia, no mueven nada que solucionen tantos y tantos problemas que rondan esas calles...
20321 | Au contraire - 19/04/2013 @ 11:19:59 (GMT+1)
Podríamos seguir proponiendo alternativas aún más dramáticas: "esos pobres niños desahuciados, tumbados en un colchón en la calle. Son dignos de cierta compasión, hay verdad en ello. Pero si abrimos la senda de la demagogia, cabría preguntarse que hay de esos otros niños que, hambrientos en África mueren de desnutrición y enfermedades todos los días..." La falacia, la lógica, o la falta de ella es la misma.
20319 | Rosa Paredes - 19/04/2013 @ 11:06:15 (GMT+1)
Amigo "Au" en todo lo expuesto respecto a esos niños inocentes que no tienen culpa alguna de toda la desdicha que se está sufriendo en este pais, es que los de dentro y que atisban tras las ventanas, están calientes y resguardados. Los de fuera, se encuentran a la intemperie y expuestos a todo lo que la jungla del asfalto pueda traerles. ¿A qué me va a decir que es demagogia? Sí, no cabe duda.
20314 | Au contraire - 19/04/2013 @ 10:15:48 (GMT+1)
"esos pobres niños que, desde detrás de las ventanas de su casa, ven cómo insultan a sus padres. Son dignos de cierta compasión, hay verdad en ello. Pero si abrimos la senda de la demagogia, cabría preguntarse que hay de esos otros niños que, tumbados en un colchón en la calle" Desde luego eso sí es abrir la senda de la demagogia. Y de las falacias. ¿No se enseña Filosofía y Lógica en las academias militares? No se trata de elegir entre dos males, el de unos niños aterrados tras sus ventanas y otros ateridos en un colchón. No son alternativas entre sí.
20298 | Rosa Paredes - 18/04/2013 @ 20:43:35 (GMT+1)
Pienso que hay que hablar con el corazón en la mano y sin medias tintas. En mucho de lo que dice, me siento identificada con su pensamiento. Gracias por su artículo.
saludos
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