¿Cárcel para los que hicieron el escrache a la vicepresidenta?

No en vano Soraya Sáenz de Santamaría es posiblemente la vicepresidenta del Gobierno con más poder de toda la historia de España, ya que junto a sus múltiples cargos y funciones ha unido el de mandamás del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), es decir, que toda la información de nuestros espías puede pasar por sus manos. Y quizá por eso, 27 de las 300 personas que hicieron un escrache en su casa de Madrid han sido imputadas por un presunto delito de coacciones, amenazas y manifestación ilegal.

La imputación se ha producido a raíz de la denuncia formulada por el 'vicepresidente consorte', José Iván Rosa Vallejo, en su comparecencia del 6 de abril -día en el que tuvo lugar el escrache- ante la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El marido de la vicepresidenta denunció a los participantes del escrache como posibles autores de un delito de coacciones y amenazas. La denuncia recayó en el Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid, que ha abierto diligencias previas.

Lo anterior viene a significar que a los que hicieron el escrache contra la vicepresidenta del Gobierno no sólo les caerá la multa administrativa que les quiere imponer la colega de Sáenz de Santamaría, la delegada del Gobierno en Madrid Cristina Cifuentes, sino el delito por el que han sido acusados por el marido de Sáenz de Santamaría conlleva penas de cárcel.

Es más, la policía, además de señalar a 27 cabezas de turco de los varios centenares de manifestantes en ese acto en cuestión, señala a tres personas como cabecillas, que son los que podrían salir 'muy perjudicados': Jorge V.R., María Eugenia G.Y. y Adrián R. P.

Parece que en este caso la justicia va a ser, o quiere ser, muy rápida.