Cuando vendió la acción estaba a 18, hoy está a 5,9 euros
El presidente de Pescanova vendió la mitad de sus acciones en tres meses
martes 16 de abril de 2013, 10:23h
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que controla un 7,45%
de las acciones de la multinacional pesquera. Es decir, algo más de la
mitad de la participación que ostentaba en septiembre del pasado año,
cuando informó de que poseía un 14,4%.
La venta tuvo lugar entre diciembre y febrero. Las sociedades
Inverpesca y Sociedad Anónima de Desarrollo y Control vendieron 1,986
millones de títulos, representativos de un 6,9% del capital. Sin
embargo, Fernández de Sousa sigue siendo el mayor accionista.
La acción de Pescanova cotizó entre 13,6 y 18 euros entre los pasados
meses de diciembre y febrero. Sin embargo, la situación de la empresa
desplomó su valor a los 5,9 euros actuales.
Fernández de Sousa explicó que ha sufrido "importantes pérdidas"
al deshacer sus posiciones, pero "decidió poner su patrimonio a
disposición de la compañía para resolver problemas urgentes de
liquidez". Así, "dio instrucciones a los administradores de sus
sociedades para que el dinero neto resultante de la venta se utilizara
de esta manera".
En el documento presentado al supervisor bursátil, Fernández Sousa
insiste aportó a la CNMV los documentos que acreditan la entrega a la
compañía de estos préstamos a principios de febrero, lo que es "muy
significativo" porque en aquellos momentos "seguía intacta la imagen" de
la empresa.
La compañía tiene hasta hoy como fecha límite para suministrar a la
CNMV la información completa sobre sus cuentas. Sin embargo, de momento
sólo ha comunicado que ha solicitado el concurso voluntario de
acreedores.
La pesquera gallega justifica esta medida "dado que no parece posible
alcanzar, a corto plazo, un acuerdo con los acreedores de la sociedad y
que su situación financiera presenta riesgo de deterioro". Para
analizar sus cuentas, en concreto "Análisis Forensic", ha elegido a KPMG
como auditora.
La firma, según fuentes conocedoras de su situación económica, podría
incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es
decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el
pasivo auditado, 1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre
de 2012.