Sabes ... que
existen estereotipos que ven a la pareja como una unión que implica
renuncia
de la propia libertad,
en la que no existe la sinceridad y los intercambios entre ambos son
rígidos.
Es
curioso observar que una unión
que -pienso- crearon para el amor,
para compartir y respetarse, se puede convertir en una encerrona,
en la que ellos - quizá no saben por qué- tienen la impresión de
estar en un laberinto sin salida.
Sí fueron ellos los que entraron pero ahora no saben cómo
salir. Esto, claro está, no se da en
todas las parejas, pero cuando tienen este tipo de vivencia, se puede
resolver el problema utilizando la
comunicación.
Tienen que
hablar de todo lo que les asfixia,
de la necesidad de cambio,
de que hay que innovar o renovarse
... Sin emgargo lo que ocurre, es que ellos buscan otros mecanismos
ajenos a la pareja,
para intentar salir de esa situación cerrada, para aliviar la
asfixia, aunque manteniendo a la pareja. Es aquí cuando pueden
surgir los amantes.
Aquí tienen una razón, porque en la unión de la pareja existe un
vínculo de dependencia
y no hay libertad, así el amante
se convierte en un medio para lograrlo.
No sabemos si el
amante va ha resolver la asfixia
o no ... Lo que digo es que puede ser un motivo para buscar amantes.
Aunque los amantes, suele pasar que se conviertan en una asfixia
añadida, lo que indica que el
problema real no está en
la falta de libertad o en el aburrimiento de la pareja.
Sabemos
que a veces el amante es un recurso,
una vía de escape de esa asfixia que vive la pareja y que no
la aborda y no se comunican. Creo que
hay veces que ni son conscientes de ella, sino que lo que manda es la
inercia
en estas situaciones.
Y si entran en una dinámica defalta
de comunicación y se resignan
con lo que viven con la pareja, no es raro que busquen mecanismos de
compensación
para aliviar las tensiones internas. Lo más interesante de estos
mecanismos es el deseo de mantener a la pareja y aliviarse a través
de los amantes.
El amante cumple una función
paliativa, como un medicamento para
el dolor de cabeza, que alivia pero no resuelve el problema, eso sí
desaparece el síntoma -el dolor- en ese momento.
Y aquí
llegamos al autoengaño,
el problema no se resuelve pero en nuestra mente inconsciente podemos
creer que si se elimina la asfixia
el problema está resuelto y no es
así. Y hay casos en los que el
aburrimiento
y la pérdida libertad
dentro de la pareja hacen surgir la promiscuidad.
Se mantienen relaciones con varias personas y hay cambio de amante,
lo que indica un problema emocional queinhibe
la sexualidad y el funcionamiento
sexual en la pareja.
Ahora si se es
consciente de la promiscuidad y se
elige sin dependencias, entonces no
hay riesgo, es una elección como otras.También se recurre a los
amantes cuando hay insatisfacción
sexual, cuando falta complicidad,
cuando hay deseos inconscientes de acabar
con la pareja, de separase.
En
la terapia
con el sexólogo
se harán conscientes de que muchas veces no
estamos unidos a los amantes, sino
que son instrumentos
que utilizamos para llevar a cabo nuestros deseos no
aceptados de separarnos y acabar la
relación. Además sabrán que lo recomendable es aprender a no
involucrar a otras personas, a no
usarlas, ni manipular a
la pareja. Esto que no es frecuente se puede aprender
a verlo.
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Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com

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