García
ha explicado que el título de Hijo Adoptivo es uno de los mayores honores que
puede conceder el Ayuntamiento de Cuenca a personas no nacidas en nuestra
ciudad y es un reconocimiento con el que ya cuentan María Ángeles y Carlos
Saura, hermanos de Antonio Saura; Antonio Iglesias, impulsor de la Semana de
Música Religiosa; el matrimonio Yúfera Recuenco o Federico Mayor Zaragoza.
García
considera que Sampedro "ha sido un referente literario, intelectual y moral en
nuestro país" pero, ante todo, ha dicho que lo que le hace merecedor de este
título es "la estrecha relación que mantuvo con Cuenca y que mucha gente
desconoce". Así, ha explicado que el autor de "La Sonrisa Etrusca" vivió una
temporada en Huete, durante la que visitó y conoció toda la provincia.
Experiencia que le llevó a escribir "El río que nos lleva", ambientado en las
provincias de Cuenca y Guadalajara.
En 1992 entró en contacto con el Club de
Amigas de la Lectura de Cuenca, que le otorgó el premio Glauka. Desde entonces,
visitó la ciudad al menos en trece ocasiones para participar en encuentros,
talleres, etc. La última tuvo lugar a finales de 2011. Sampedro recibió también
la Medalla de Cuenca, Patrimonio de la Humanidad en 2001.
Según
reza en el Reglamento de Honores y Distinciones municipal, el procedimiento a
seguir, una vez realizada la propuesta, es abrir un expediente y nombrar un instructor
que lo complete. Este expediente debe ser aprobado en un pleno extraordinario,
convocado expresamente para este fin, por las tres quintas partes de los
concejales, cuyo voto será secreto.
Sampedro era también hijo adoptivo de Castilla-La Mancha y de
Guadalajara.