Un grupo de afectados por las preferentes fue desalojado de las tribunas del Pleno del Congreso tras prorrumpir en gritos contra los diputados, llamándoles "chorizos", "ladrones" y sinvergüenzas" cuando se debatía el decreto ley aprobado por el Gobierno sobre este producto financiero.
Nada más subir a la tribuna de oradores el ponente del PP, Vicente Martínez Pujalte, los afectados por las preferentes, que hasta entonces seguían el debate sin incidentes, comenzaron a gritar: "Queremos ya nuestro dinero".
El presidente del Congreso, Jesús Posada, pidió entonces desalojar la tribuna de invitados y los preferentistas abundaron en sus gritos, insultando a los diputados: "Chorizos, ladrones, sinvergüenzas", se escuchó en el hemiciclo, mientras los ujieres y los agentes de Policía les conminaban a abandonar el Salón de Plenos. Enfrentamiento entre los diputados
El ambiente de bronca se trasladó después a los escaños. Mientras aún se escuchaban insultos a los diputados, la portavoz del PP en la Comisión de Empleo, Carmen Álvarez Arenas, y el presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, Pablo Casado, se dirigieron gestualmente a la bancada socialista golpeándose la mejilla con la mano.
Esta actitud soliviantó especialmente al socialista Odón Elorza, quien se puso de pie en su escaño y comenzó a increpar a los 'populares', lo que llevó al presidente del Congreso, a hacer una llamada a la calma a sus señorías.
El Parlamento convertido en una taberna de los muelles de Marsella, eso están haciendo los nacionalistas y los socialistas, hay que ver al aguerrido y combativo Tardá empeñado de nuevo en hablar en catalán está consiguiendo que en vez de respetar este idioma como uno de los idiomas regionales españoles, le estemos cogiendo tirria. La educación ausente del Parlamento, la izquierda o gobierna o agita, ya se sabe, ya se lo oímos decir a Demoliciones Zp con Iñaki Gabilondo, y siguen en ello. Llevar como invitados a los agitadores que hoy tanto alborotaron es un desprecio a la democracia, todos sabemos que no se puede hacer el menor comentario ni la menor valoración desde la tribuna de invitados. Hay demasiado interés en meter la violencia en este país, y el principal culpable de nuestra decadencia sigue con la sonrisa idiota puesta