jueves 11 de abril de 2013, 12:41h
Han coincidido en la fecha de hoy ,10
de abril de 2013, un discurso europeísta del Presidente del Gobierno español,
Mariano Rajoy , y un comunicado de la Comisión Europea manifestado su preocupación
por la situación en la que se encuentra
España, singularmente su economía, entendiendo que se pueden poner en peligro los
compromisos contraídos por nuestro gobierno con la Comisión Europea.
El Presidente del Gobierno español
intervenía en el pleno del Congreso de los Diputados para explicar la última
reunión del Consejo Europeo celebrada en el pasado mes de marzo, que en su
opinión se saldó, en buena medida, con una decepción, porque según sus palabras
una vez más se puso de manifiesto que la Unión avanza a ritmo demasiado lento
pese a que ya tiene organizada la hoja de ruta que debe seguir para salir de la
recesión.
Se refiere el Presidente a la falta de
ritmo e intensidad a la hora de poner en
marcha los acuerdos que ya se tomaron hace tiempo, como la Unión Fiscal, la
Unión Bancaria, ,los impulsos sobre el empleo juvenil. Rajoy ha venido a
recordar que en el Consejo Europeo de junio del pasado año ya se habló
de Unión Bancaria y de Unión Económica y que si no se han resuelto ya estos
grandes objetivos es porque hay sensibilidades distintas en otros países y todo
que estos objetivos deben aprobarse por unanimidad que no es fácil de conseguir.
Rajoy entiende que hay que hacer reformas y seguir avanzando en la integración
europea, -Mas Europa- pero al mismo tiempo recuerda que lo más urgente es
afrontar el tema del empleo y resolver ante todo los problemas de liquidez de
algunos países de la Unión.
Este planteamiento no difiere, en el
fondo, con el que realiza el líder del Partido Socialista, quien ha dicho que
Bruselas sólo da sufrimiento y se ha quejado de la política de austeridad que
impone Alemania que está condenando a
los países del Sur a una situación desesperada que se pudre más todavía.
Asimismo, ambos están de acuerdo en la
necesidad de afrontar el debate acerca del Estatuto del Banco Central europeo
para que aumenten sus competencias a imagen y semejanza de la Reserva Federal
de Estados Unidos, del Banco de Japón, o del Banco de Inglaterra, con la
finalidad de poder desplegar una estrategia de expansión monetaria que impulse
el crecimiento. Se cuestiona si debe seguir el Banco Central europeo con las
competencias actuales o tener las mismas de los bancos centrales del mundo.
Este discurso parlamentando ha
coincidido con una manifestación de la Comisión Europea que detecta en España
excesivos desequilibrios económicos y pide que se realice una respuesta
política global para afrontar estos espinosos asuntos con planes y reformas que
debe enviar a Bruselas, antes de que acabe el mes, para ser analizados y
decidir si es necesario avanzar en el procedimiento sancionador por desequilibrios
excesivos que prevé sanciones, en el caso de España, de hasta 1.000 millones de
euros.
Bruselas considera que el paro seguirá
subiendo hasta el 27% y que el aumento del desempleo en España podrá reducir el
potencial de crecimiento de la economía y pide al gobierno español que revise
la reforma laboral, más empleo para los jóvenes, mayor uso de contratos fijos,
reforzar las políticas activas de empleo, garantizar la sostenibilidad a largo
plazo de las finanzas públicas, estructuración y recapitalización de los
bancos que se han beneficiado del rescate, otras fuentes de financiación para
las pymes e impulsar el mercado de alquiler .
La realidad es que España tiene como
gran problema su deuda externa neta que se encuentra alrededor del 90% del PIB
y la posición negativa inversora internacional que sigue estando próxima a sus
topes históricos lo que conduce a la pérdida de confianza de los mercados
financieros. El Presidente español no duda en decir que esta situación
económica tan negativa ha sido heredada por el actual gobierno y es el
resultado de una profunda crisis económica y financiera internacional. En este
sentido debemos recordar qué ya el 22 de mayo del pasado año el presidente
Rajoy defendió la necesidad de que la Unión Europea constituye una integración
fiscal, con autoridad pública, una unión bancaria y con eurobonos.
Y es en este punto en el que el día
ayer el multimillonario George Soros pronunció un discurso en Alemania defendiendo que los
eurobonos son la mejor opción o la menos costosa para que la zona euro supere
su crisis de deuda. Soros entiende que
la política de austeridad que impone Alemania prolonga la crisis y perpetua la
subordinación de los países deudores. Si Alemania no acepta los eurobonos debe
considerar abandonar el euro y dejar al resto de los Estados que propugnan la
Unión introducirlos. Mientras varios Estados Europeos o una gran parte de ellos
siguen padeciendo enormes problemas de liquidez que hacen imposible la
recuperación económica.
Por Rogelio Pérez
Bustamante
Catedrático Jean
Monet
Catedrático Jean Monnet ad personam
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