El
movimiento ciudadano e indignado del 25-S quiere que el 25 de abril se
convierta en una fecha memorable, y no sólo por el aniversario de la
emblemática 'Revolución de los claveles en Portugal, lo que ha causado una honda
preocupación en el Gobierno, según han reconocido a Diariocrítico medios
policiales. Interior ha intensificado la infiltración policial para conocer el
alcance real de la convocatoria y está preparando un descomunal operativo para
frenar la intentona. Pero hay problemas: no tienen tantos policías como para 'proteger'
a los altos cargos de los 'escraches' y reprimir todas las convocatorias en marcha.
Hace escasas
fechas, el movimiento 25-S llamó a la ciudadanía a "asediar" el
Congreso de los Diputados el 25 de abril. El asedio, según la convocatoria, deberá
prolongarse "hasta forzar la dimisión del Gobierno, la disolución de las
Cortes y la Jefatura del Estado y el inicio de un proceso de transición hacia
un nuevo modelo de organización política, económica y social, liderado por el
pueblo".
Ahí es
nada la convocatoria explicitada sobre todo por la 'Plataforma ¡En Pie!', una de
las organizaciones convocantes de las protestas que llamaron a rodear el
Congreso el pasado 25 de septiembre. Evidentemente, nadie cree que esos fines
reivindicados vayan a cumplirse, pero existe un temor generalizado en el
Gobierno por lo que puede suponer de enfrentamiento entre ciudadanos y policías.
Es
tanto el temor, que, según ha podido saber
Diariocrítico, el Ministerio del
Interior ha movilizado a todos sus servicios de información y ha intensificado
la infiltración policial en todos estos movimientos contestatarios: quiere
saber con exactitud cuánta gente vendrá a Madrid, cuántos se concentrarán,
cuántos están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias... y en función
de los datos recibidos establecer un operativo policial como no se ha visto en
los últimos años.
Ahora
bien, en Interior hay desconcierto, según reconocen a
Diariocrítico medios
policiales, porque no saben cómo van a 'proteger' a todos los diputados
estableciendo dispositivos policiales para mantener los 'cordones de seguridad'
de 300 metros ordenados el miércoles por Director Adjunto Operativo (DAO),
Eugenio Pino, y, al mismo tiempo, detraer todo el personar posible para
defender el Congreso u otras instituciones.
Pero eso
tiene un problema: se tienen que detraer efectivos de la seguridad ciudadana,
con lo que España podría convertirse en el paraíso del delincuente.
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