Griñán cede la iniciativa a IULV-CA
miércoles 10 de abril de 2013, 11:27h
Hay que reconocer que el presidente de la Junta de
Andalucía, José Antonio Griñán, es todo un estratega político. No digo
que sea ni bueno ni malo, pero sí que sabe aplicar fórmulas de distracción para
desviar la atención de los ciudadanos de los asuntos fundamentales. Otra cosa
es que sus estrategias le den resultado o, como suele ocurrir la mayoría de las
veces, sean sólo una declaración de intenciones que se queden en nada. El caso
es lanzar propuestas como cortinas de humo, globos sonda, macguffins
hichtcocknianos que sirvan para ocultar los graves problemas por los que
atraviesa su partido y su Gobierno a cuenta del escándalo de los EREs
fraudulentos y la crisis interna que sacude al PSOE-A. Hasta ahora el encargado
de anunciar estas boutades era su segundo en el partido, Mario Jiménez,
quien ejercía de vocero zafio, cutre y matón, o su alter ego en la Junta,Carmen
Martínez Aguayo, que ofrecía una cara más amable y educada de señorita
Rottenmeyer de la economía andaluza. Pero las cosas no deben andar
demasiado bien en San Telmo y en San Vicente porque Griñán está apartándose del
foco de atención para dejarle el sitio estelar a sus socios de Gobierno, los
camaradas de IULV-CA.
Solo así se entiende el decreto aprobado el martes por el Consejo de Gobierno
sobre la función social de la vivienda, concebido (sic) como un "plan de
choque para frenar la sangría social de los desahucios con medidas como la
expropiación temporal por un plazo de tres años del uso de las viviendas en
inminencia de desahucio en caso de riesgo de exclusión social o amenaza para la
salud física o psíquica de las personas", en manos de la consejera
comunista, Elena Cortés, ya saben la ex concejala cordobesa que apoya
que se amenace y asedie (me niego a utilizar el término argentino de escrache)
a los políticos del PP, pero no a los suyos o a sus socios del PSOE. Hasta el
momento aCortés sólo se la conocía por su apoyo al lider Chávez(al
venezolano, no al ceutí Chaves), por cachondearse de una cofradía en su
Córdoba natal, y poco más. Sin dinero para hacer carreteras ni viviendas, la
consejera de Obras Públicas solo parecía existir cuando soltaba alguna de sus
habituales salidas de pata de banco. Pero hete aquí que Griñán ha visto la gran
oportunidad de darle protagonismo a los muchachos/as deDiego Valderas y,
aprovechando la iniciativa popular sobre los desahucios presentada en el
Congreso de los Diputados, la bronca partidaria y las movidas coercitivas de Ada
Colau, ha presentado un decreto bastante intervencionista que sabe
positivamente que va a centrar el debate de las tertuliasy los foros que son
las que marcan las líneas políticas y mediáticas.
Que conste que, tras analizar pormenorizadamente el tan debatido decreto, lo
único que concluyo es que se trata de una medida demagógica y populista que va
a ser muy difícil por no decir imposible de aplicar. A mí no me parece mal que
se obligue a los bancos y a las inmobiliarias a que se ocupen los pisos vacíos
(dice la Junta que en Andalucía son casi un millón) e incluso que se multe al
que se oponga. Otra cosa es que jurídicamente se pueda expropiar forzosamente
los inmuebles vacíos. Lo dudo. Por muy baratas que pagara esas expropiaciones,
la Junta no tendría ni para un par de urbanizaciones dada su actual falta de
liquidez. Pero es que, además, Cortés debería de tener en cuenta que su propia
Consejería es dueña de miles de pisos de promoción pública que no están
habitados porque no hay dinero para acabarlos y que, en teoría, tendría que
autoexpropiarse para darlos a personas necesitadas. De todas formas, a mí lo
que más me ha llamado la atención de todo este asunto es el lenguaje utilizado
por la consejera Cortés para dar cuenta del decreto. Dice la titular de Obras
Públicas que esta normativa supone "un cambio profundo, radical y
estructural" en defensa de la vivienda "como derecho humano", e
insiste que este decreto se aprueba en un contexto de "absoluta emergencia
social y económica para frenar de forma inmediata una sangría social". De
ahí a justificar por decreto como "derecho humano y emergencia
social" la ocupación de fincas o el asalto a los supermercados para
conseguir comida de su camarada Juan Manuel Sánchez Gordillo , va un
paso. Todo es cuestión de preferencias y prioridades políticas.
Con todo, no hay que darle mayor importancia al decreto en cuestión que la que
tiene. que no es otra que desviar la atención mediática del escándalo de los
EREs. No le den más vueltas. Si mañana la jueza Mercedes Alaya da otro
golpe en la mesa y detiene a alguno más de los implicados en el Caso de los
EREs, todo esto habrá sido el sueño de una noche de primavera de Pepe Griñány
de sus socios de Gobierno en el bipartito andaluz, Izquierda Unida.Elena
Cortés ya ha tenido sus "quince minutos de gloria", que decía
Warhol, después de un año de pasar completamente desapercibida.