¿Y si Griñán matara tres pájaros de un tiro?
sábado 06 de abril de 2013, 10:36h
Ja. que me parto y me troncho. La consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo,
ha sido la primera en abrir el fuego, en abrir la peligrosa espita de
las responsabilidades políticas del Caso de los EREs fraudulentos. En
una entrevista en "la suya", Canal Sur, Martínez Aguayo, ha dicho (sic)
que los exconsejeros de Empleo, José Antonio Viera y Antonio Fernández,
tienen "responsabilidad política, sin duda, porque son los
responsables de esa consejería durante ese tiempo" en que se produjeron
los hechos. Les juro que no tengo poderes adivinatorios, pero hace
trece días, exactamente el 25 de marzo, escribí un artículo titulado "La
hora del contraataque" en el que afirmaba textualmente: "La estrategia
ahora es la que yo apuntaba hace más de un año cuando apareció en los
ERE falsos el nombre de José Antonio Viera. Decía entonces, y
ahora lo confirmo, que el PSOE está deseando que Alaya encuentre alguna
prueba fehaciente en contra de Viera para poder imputarlo. No se
extrañen que sea el mismo partido el que se la sirva en bandeja. Porque
es la gran oportunidad que tienen de apartar a Alaya del caso. Viera ya
no pinta nada dentro del PSOE después de que lo descabalgaran de la
secretaria general de Sevilla. Ahora sólo es un parlamentario andaluz
más. Y, al estar aforado, si Alaya acaba imputándolo, el Caso de los
EREs fraudulentos no tendrá más remedio que pasar al Tribunal Superior
de Justicia de Andalucía, donde podría dormir el sueño de los justos (o
más bien de los injustos). Por ahí van los tiros. La jueza lo sabe y
supongo que tendrá cuidado para no imputar a Viera hasta que tenga la
instrucción bien atada. Dejar el caso en manos del TSJA tras más de dos
años de investigaciones y miles de horas de trabajo, supondría haber
hecho un esfuerzo baldío. Si usted es un aficionado a las tertulias
podrán comprobar que son muchos los que ahora apuntan a Viera".
Aguayo
ha ratificado mis tesis y por ahí van a ir los tiros tanto de la Junta
como del PSOE en el asunto de los EREs, pese a que las conclusiones
aprobadas por el Grupo socialista en la Comisión de Investigación
parlamentaria, acotaran las responsabilidades en el ex director general
de Empleo, Francisco Javier Guerrero. Pura contradicción debida quizás
al nerviosismo imperante en la Junta y en el partido. Ya se sabe que la
consejera no es la primera vez que sale en defensa de su jefe, Pepe Griñán,
incluso hasta autoinculparse de los posibles errores que hubiese podido
cometer el presidente cuando era consejero de Economía y ella
viceconsejera y tenía que recibir los informes de la Intervención
General que le avisaban de la ilegalidad con la que se estabn dando las
subvenciones. Como se demostró el otro día en el Parlamento, la consigna
es clara, salvar al soldado Griñán y acusar publicamente a Viera para
que la jueza Alaya se vea obligada a imputarle. Hay quien apunta que se
están buscado papeles alusivos a EREs en la Sierra Norte de Sevilla en
los que aparezca la firma de Viera y su implicación en la trama. Si
existen esos papeles no duden ni un momento que van a ser puestos antes o
después en manos de la jueza Alaya por los propios compañeros del ex
consejero y ex secretario general del PSOE de Sevilla. Si no, al tiempo.
Pero
es que la cosa tiene aún más calado. En el entorno del presidente de la
Junta se habla, incluso, de elevar aún más el listón y, si fuese
necesario, no pararse en Viera sino llegar, incluso, al anterior
presidente de la Junta, Manuel Chaves y a su segundo, Gaspar Zarrías, ambos ahora simples diputados en el Congreso, a quienes algunos culpan de haber permitido que personajes como Guerrero o Lanzas camparan
a sus anchas y dispusieran del dinero de los EREs a su antojo. Su tesis
es que Griñán heredó el escándalo de Chaves y que su única
responsabilidad política fue no haberlo parado a tiempo. Sin embargo, no
parece que esta estrategia cuente con el apoyo de Ferraz donde la
actual Ejecutivo liderada por Alfredo Pérez Rubalcaba no
va a permitir ni de lejos que Chaves y Zarrías, a quienes hasta ahora el
escándalo sólo les ha tocado tangencialmente, se vean implicados. Claro
está que esa jugada, de llevarse a cabo, le permitiría a Griñán, matar,
nunca mejor dicho, a tres pájaros (Rubalcaba, Chaves y Zarrías) de un
tiro, dejándole el camino expedito para su última apuesta que no es otra
que hacerse con las riendas del PSOE y ser candidato a la Presidencia
del Gobierno en las elecciones de 2016. Algunos piensan que todo estos
son especulaciones sin sentido. Lo mismo que decían hace tan solo dos
semanas cuando leyeron mi artículo. Veremos qué ocurre.