jueves 04 de abril de 2013, 09:27h
No es la primera vez que aludo a la
fábula de Esopo reinterpretada posteriormente en español por Félix
Maria Samaniego, El parto de los montes, ya saben: "Con varios
ademanes horrorosos, los montes de parir dieron señales. Consintieron los
hombres temerosos, ver nacer los abortos más fatales. después que con bramidos
espantosos infundieron pavor a los mortales, estos montes, que al mundo
estremecieron, un ratoncillo fue lo que parieron. Hay autores que en voces
misteriosas, estilo fanfarrón y campanudo, nos anuncian ideas portentosas; pero
suele a menudo ser el gran parto de su pensamiento, después de tanto ruido sólo
viento.". Bueno, pues la tan anunciada comparecencia en el Parlamento a
petición propia del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio (que
no Pepe) Griñán para explicar el escándalo de los EREs
fraudulentos fue una nueva versión, corregida y aumentada, del parto de los
montes. Hombre, hay que aclarar que nadie esperaba que Griñán asumiese
responsabilidad política alguna en el asunto ¡faltaría más!, pero, al menos
podría haber ofrecido una versión menos ligth de su intervención ante la
Comisión de Investigación parlamentaria y haber aclarado alganuas interrogantes
que siguen sobrevolando el fraude de casi mil millones de euros (que se dice
pronto) de dinero público destinado a los parados como es que nadie, ni en la
Junta ni en el PSOE, se percatara durante diez años (que también se dice
pronto) que había una serie de individuos utilizando a su antojo y provecho la
famosa partida 31L, más conocida en versión del director general Francisco
Javier Guerrero como el "fondo de reptiles".
Me puedo hasta creer que Griñán ignorase la tostá que se cocía en la Consejería
de Empleo, lo que no me creo es que ningún responsble político en San Telmo o
en San Vicente supiese que se iban cientos de miles de euros cada año para
pagar EREs en los que se incluían compañeros del PSOE y de la UGT que no habían
trabajado jamás en la empresa subvencionada y en comisiones millonarias a
empresas intermediarias cercanas al partido. Puede que a uno lo tomen por
tonto, pero hacernos comulgar con ruedas de molino me parece excesivo. Además,
digo yo que si Griñán y su Ejecutivo no se enteraron de nada, pese a las
reiteradas llamadas de atención de la Intervención General sobre la ilegalidad
de las subvenciones, deberían presentar la dimisión por pura incompetencia.
Bueno, pues ni uno ni otro. Al final, como era de prever, la culpa de todo este
tinglado en el que se han evaporado casi mil millones de euros (que se dice
pronto) del erario público, la tiene el PP que está empeñado en enfangar la
inmaculada gestión de los Gobiernos socialistas. ¡Te quieiya, Pepe!
En fin, a lo que iba. Que Griñán acudió al Parlamento para decir (sic) que ha
comparecido porque cree en la verdad e indicó que puede decir "sin bajar
la mirada que el Gobierno de Andalucía es un Gobierno honrado, que ha actuado
con contundencia en el orden político, administrativo y judicial y que no va a
descansar hasta recuperar lo defraudado". "El fraude que se ha podido
perpetrar es de una enorme gravedad y no admite paliativos, pero a partir de
él, lo que se puede hacer es reconocer errores, tratar de reparar el daño, y
mejorar día a día los procedimientos". Griñán ha indicado que no conoce a
la inmensa mayoría de los imputados en el caso de los ERE, pero que incluso en
los casos que le son conocidos o ha podido mantener una cordial relación
política no ha hecho distinción alguna, sino que "en todos los
casos", su Gobierno ha actuado con firmeza, con objetividad y sin atender
a otro criterio que no fuera el conocimiento de la verdad y la exigencias de
responsabilidades, sin "pagarles indemnizaciones millonarias".
Magnífico, señor presidente. Y lo ha dicho usted en sede parlamentaria,
serio, compungido y sin que se le caiga la cara de vergüenza. Está visto que ha
mejorado, y mucho en su faceta de actor.
La pregunta ahora es ¿de dónde va a salir el dinero para recuperar lo
defraudado?¿también del bolsillo de los ciudadanos? Porque parece claro que ni Guerrero,
ni Lanzas ni ninguno de los imputados o enchironados por la jueza Mercedes
Alaya tiene "cash" ni para pagar sus fianzas, no digamos ya para
devolver los millones desaparecidos como por arte de magia. .El presidente de
la Junta, ha garantizado que el Gobierno andaluz es "honrado" y ha
expresado su indignación y disculpas por el "daño" que ha provocado
este asunto. Algo es algo. Dice el dicho jurídico que "excusatio non
petita, accusatio manifesta" y esas disculpas públicas son loables sólo si
vienen acompañadas de hechos. Y aqu, en este lametable escándalo la única que
está poniendo hechos sobre la mesa es la jueza instructora del caso. Lo demás,
lo suyo, como decía al principio de este artículo no es sino "el parto de
los montes".