El banco de España pide moderación salarial.
Más de una cuarta parte del país está en situación de
desempleo. Dos millones de personas
viven en situación de extrema pobreza. Se ejecutan unos 500 desahucios diarios.
El 20% de los indigentes tiene carrera universitaria. El 30% más pobre del
alumnado español no ha podido pagar el incremento de tasas para acceder a la
universidad. Las coberturas sociales son
cada vez menores, obligando a
incrementar el gasto de quien menos tiene (que ahora tendrá todavía menos)
Por poner un ejemplo, en el sector de la hostelería se están
pagando salarios entorno a los 5,90 euros por hora. Las empresas cierran una
tras otra, el PIB cae, y el comercio minorista encadena más de dos años de pérdidas
consecutivas.
Luis María Linde, gobernador del Banco de España, tras un
análisis de la situación, recomienda utilizar la reforma laboral para moderar
los salarios.
Si el objetivo final de la reforma laboral es reducir los
salarios del conjunto de la población
bien merece un aplauso la señora ministra de trabajo.
Banco de España es la misma institución que no supo o quiso alertar de los desmanes
de la banca cuando nos conducía derechos al desastre. La misma institución que
no sabe o quiere dar una solución al problema de las preferentes o de los
desahucios, y que lejos de ver en estas cuestiones -mucho más de su competencia
que los salarios del prójimo- uno de los grandes males de nuestros días, lo ve
en el salario que cobran los demás.
Luis María Linde, debe referirse sin duda al pedir moderación salarial, a los altos cargos del Partido Popular que
encadenan sueldos y puestos sobre sus personas, o a sí mismo, o tal vez, a la
alta dirección y consejeros del IBEX 35.
Según publicaba el Mundo, los consejeros del IBEX 35 se
subieron el sueldo a lo largo del 2011 un 4,4%, hasta una media de 522.000 euros anuales y los altos directivos
un 3,3% cobrando de media 770.000 euros
anuales. Puede verse aquí:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/11/economia/1342009088.html
A tenor de los resultados, Banco de España tiene muchas y
graves incompetencias, desórdenes y trastornos en sus funciones, que sin lugar
a dudas es necesario depurar.