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Opinión
Chipre 2.0: la hora de la estrategia

Chipre 2.0: la hora de la estrategia

miércoles 20 de marzo de 2013, 08:41h
Lo digo por experiencia, la mayoría de las veces se llama al estratega cuando el agua llega al cuello. Chipre tenía el agua en los hombros cuando en 2008 consiguió la entrada en la zona euro. Ahora, cinco años después, casi no puede respirar.
 
Chipre es la única república presidencialista de Europa -bueno, y Bielorrusia-, es decir, que su presidente de gobierno es al tiempo jefe del estado; que su ejecutivo no guarda lazos directos con los partidos -de ahí que el presidente Nikos Anastasiadis no haya conseguido ni un solo diputado que le apoyara en el europlán rataplán de Merkel-; que los poderes están separados eficazmente (en comparación a nosotros) y que el parlamento controla el presupuesto.
 
Una estrategia debe partir de tres datos fundamentales: las opciones disponibles; los objetivos a alcanzar y los medios o recursos disponibles. En el caso de Chipre, las respuestas son fáciles. Opciones: aceptar el eurochantaje; no aceptarlo e intentar seguir en el euro; salir del euro y volver a 2008; salir del euro y moverse con rapidez.
 
Objetivos: reducir el peso del apalancamiento bancario sobre el PIB; reconducir la economía a favor de los chipriotas (micro) y de los mercados (¿macro?); mejorar el mix de la masa salarial desligándola al máximo del sector servicios.
 
Recursos: la posición geoestratégica de Chipre, lo pequeño de sus problemas financieros en valor absoluto y en valor relativo referenciado frente al resto de Europa.
 
Mi lema como estratega siempre ha sido "Conseguir transformar un problema en una oportunidad", a eso me dedico. Chipre tiene una oportunidad única y una circunstancia históricamente adecuada. Además su PIB es enano -17.500 MM €- y su apalancamiento bancario no llega a los 100.000 MM€.
 
Chipre está a poquísimas millas marinas de Siria y Turquía, a 250 millas de Líbano y 300 de Haifa (Israel). Hay tropas americanas y bases en Grecia. Además Medio Oriente no es precisamente una balsa de aceite con Turquía jugando a dos bandas (Europa vs. Islam), Argelia con una guerra civil que ya va por su tercer año, Líbano en manos de Hezbollah y con sucursal filoterrorista en Siria (Amal). Cerca están Egipto con sus Hermanos Musulmanes, Gaza con los asentamientos y su Hamas y algo más lejos, Dubai, Abu Dabi, Irak e Irán. A Israel y a Estados Unidos les interesa y mucho tener presencia militar y de inteligencia en Chipre, donde ya están los turcos y los ingleses, aliados estos de USA e Israel.
 
Si yo fuera el presidente chipriota, que no lo soy, ya habría llamado al Black Lame Duck del 1.600 de la Avenida Pennsylvania en Washington y le habría dicho, poco más o menos, necesito 100.000 MM de dólares (solo el presupuesto de USAID para 2013 es de 516.000 millones de dólares) y que instalen industria con valor añadido en la isla. Además, Putin, Rusia y Gazprom están haciéndome la pelota. ¿Qué pide Ud. a cambio?
 
Apuesto que en escasamente un mes tendríamos un Chipre fuera del euro, apoyado y rescatado por USA e Israel y alineado con ellos. Puede parecer un gran cambio político, pero no lo es realmente: ser europeo es ser aliado de USA vía la OTAN y la UE. A cambio de salvar al país y modernizarlo, veinte años de alquiler de la isla a los gringos y a las trece agencias de inteligencia y seguridad israelí es una bicoca.
 
Los chipriotas se librarían de Merkel, de la tenaza improductiva de un continente que no sabe hacia dónde va -cómo saberlo en manos de Rajoy, de Beppo Grillo, de tanto paniaguado incapaz de frentear a Alemania, a Schauble, a Oly Rehn y a Christine Lagarde.
 
Chipre es el único que tiene una posibilidad de salir de esta ratonera. Apretar y apretar y apretar el cinturón lleva a la anorexia económica. Esta política solamente beneficia a Alemania -supongo que no queda nadie ya que crea otra cosa- y varios países, entre ellos el nuestro, hemos apostado por la política-camarón: seguir la corriente y luego, cuando llegue el austericidio en forma de gran cacharrazo, echarle la culpa a Merkel, a los mercados, al PSOE, al PP o al primero que pase por ahí. 
 
Chipre, vuela, coño, es tu mejor oportunidad y eres el único de nosotros que la tiene.
Manuel Pascua
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