En
tiempos de dificultades, como los actuales, muchos ciudadanos consideran que
las instituciones públicas deberían replantearse seguir destinando fondos de
sus presupuestos anuales a la Cooperación al Desarrollo en terceros países. La
base de este pensamiento es muy sencilla y no responde a un silogismo demasiado
profundo: si en España hay cada vez más personas en situación de necesidad a
las que es necesario ayudar a cubrir los aspectos más básicos de su vida
cotidiana, no parece muy lógico que destinemos recursos a otros países.
Este
sentir se refleja en el último Eurobarómetro realizado por la Comisión Europea.
En este, cerca de un 48 por ciento piensa que no deberían aumentarse o mantenerse
las ayudas a la cooperación. Esto contrasta con que el 88 por ciento de los
entrevistados considera importante ayudar a las personas de los países en
desarrollo.
Por otra
parte, desde el año 2010 hasta los recientes presupuestos, las instituciones
públicas en general han tenido que disminuir, cuando no suprimir, las partidas
destinadas a las ONGD´s con el fin de ajustar sus economías en esta época tan
aciaga.
También
y como consecuencia de la crisis, las ONGD´s están pasando una dura prueba de
la que saldrán con éxito las que cuenten con una mayor fortaleza que les
permita, por ejemplo, financiar los proyectos mientras llegan los pagos de las
ayudas concedidas, lo que supone en términos financieros un sobre coste
importante. En cuanto a medios humanos, ha existido una importante incidencia,
pues no son pocas las entidades que han tenido que prescindir de trabajadores.
Es ahora cuando el papel del voluntario cobra aún más importancia si cabe. Se
están dando casos de personas cuyas organizaciones han tenido que rescindir la
relación laboral que les unía, y ahora siguen colaborando como voluntarios en
las mismas tareas.
Pese a
todo lo anteriormente expuesto, la Cooperación al Desarrollo se debe seguir
manteniendo. No se puede ni se debe dar por finiquitado el trabajo de tantos
años como tampoco se puede condenar el presente y el futuro de la Ayuda al
Desarrollo.
Muchos
proyectos que se presentan a las diferentes convocatorias de ayuda son a
desarrollar a lo largo de varios años y forman parte de un plan global para
dinamizar una zona o para implantar un modelo productivo en el ámbito agrario o
de Pyme por ejemplo.
No
olvidemos que las crisis económicas, la actual incluida, que se producen en el
llamado Primer Mundo son más o menos largas pero tienen siempre un punto y
final, mientras que existen países que están a años luz de conseguir ese
'status'. Por ello, es vital mantener las ayudas a la Cooperación al Desarrollo
dentro de las posibilidades presupuestarias de cada Institución Pública.
La Diputación
Provincial de Guadalajara, manteniendo esa idea de conservar la Cooperación al
Desarrollo, convoca ayudas para tal fin y colabora con la Coordinadora de
ONGD´s de la provincia en campañas de sensibilización. En estos momentos ya
están en preparación las acciones para este año. La Institución Provincial va a
destinar 122.000 euros para la convocatoria de ayudas a proyectos para el
desarrollo y emergencia; todo ello a pesar de la actual situación de crisis que
ha hecho que la Diputación lleve dos años apoyando económicamente también a
diferentes entidades de Guadalajara para atender las necesidades básicas de
nuestros paisanos en diferentes pueblos de la provincia.
Antonio
Ruiz Morán
Diputado
delegado de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
Diputación de Guadalajara