Sáenz de Santamaría
confirma que se reformarán seis leyes
El Gobierno constituye el grupo para estudiar las medidas contra la corrupción política
miércoles 13 de marzo de 2013, 19:30h
La vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha presidido la reunión constitutiva del
Grupo de Trabajo sobre Regeneración Democrática. El Grupo, que estará
coordinado por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis
Ayllón, está integrado por el director del Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, así como por representantes de primer nivel de los
ministerios de la Presidencia, Justicia, Hacienda y Administraciones Públicas,
e Interior.
En la reunión constitutiva,
Soraya Sáenz de Santamaría ha pedido a los integrantes del Grupo de Trabajo que
dediquen todos los esfuerzos y medios al alcance del Gobierno para fortalecer
las instituciones y cerrar espacios a la corrupción en la vida pública.
Fue Mariano Rajoy quien, en el discurso en el Debate sobre el Estado de la Nación,
lanzó una propuesta de acuerdo lo más amplio posible para adoptar un
programa eficaz de medidas de regeneración democrática. El acuerdo se
materializó en una propuesta de Resolución, aprobada con un amplio respaldo por
el Congreso de los Diputados el pasado 26 de febrero, que contiene un amplio
abanico de medidas políticas, jurídicas y de orden práctico que supondrán más
límites, más control y más transparencia en la actividad pública.
El impulso de estas
medidas corresponde tanto al Gobierno de la nación, que instrumentará las
reformas legislativas necesarias para hacerlas efectivas, como a los Grupos
Parlamentarios, que habrán de abordar las cuestiones que corresponden a las
Cortes Generales.
Sáenz de Santamaría ha
reclamado a los miembros del Grupo de Trabajo que dediquen el máximo esfuerzo a
la puesta en marcha de las medidas, porque estas reformas constituyen también
una prioridad de Gobierno.
Propuestas normativas para esta 'prioridad' del Gobierno
En su primera reunión, el
Grupo de Trabajo ha marcado las tareas que han de emprender los ministerios en
relación con todas y cada una de las medidas. Concretamente, la Vicepresidenta
ha encargado a los integrantes del Grupo de Trabajo la elaboración de las
siguientes propuestas normativas:
1. Ley Orgánica de
Control de la Actividad Económica y Financiera de los Partidos Políticos. Las
medidas se proyectarán sobre los partidos, como obligados por la norma, y sobre
el Tribunal de Cuentas, como responsable del control y fiscalización de los
mismos. Supondrá la reforma de la Ley Orgánica 6/2001, de Partidos Políticos, y
de la Ley Orgánica 8/2007, de Financiación de los Partidos Políticos. El contenido del
Anteproyecto de Ley incluirá:
- Obligación de
establecer un procedimiento de aprobación de cuentas en los estatutos de los
partidos. Las cuentas deberán ser aprobadas y remitidas al Tribunal de Cuentas
en los primeros tres meses del año siguiente al ejercicio al que se refieran.
- Obligación de depósito
de las cuentas en un registro público.
- Regulación de la figura
del responsable de la gestión económico-financiera de los partidos políticos.
- Comparecencia anual
obligatoria del responsable financiero de cada partido ante la Comisión Mixta
del Tribunal de Cuentas.
- Establecimiento del
deber formal de colaboración del responsable de la gestión económico-financiera
con el Tribunal de Cuentas.
- Establecimiento de un
procedimiento normalizado de contratación por parte de los partidos políticos.
2. Reforma de la Ley Orgánica
del Tribunal de Cuentas. Se pretende dotar al Tribunal de más medios para el
ejercicio de sus funciones y de articular más instrumentos de control para
optimizar su capacidad de respuesta. El contenido de este Anteproyecto de Ley
recogerá:
- La definición de
fórmulas de colaboración entre el Tribunal de Cuentas y determinados organismos
públicos como la Agencia Estatal de Administración Tributaria, el Instituto
Nacional de la Seguridad Social y la Oficina de Conflictos de Intereses.
- La fiscalización por
parte del Tribunal de Cuentas de todos los ingresos y gastos de las fundaciones
vinculadas a los partidos políticos.
3. Reforma de la Ley de
Contratos del Sector Público. El objetivo es el fortalecimiento del régimen de
las prohibiciones de contratación con el sector público a todas las personas
físicas y jurídicas condenadas por delitos relacionados con la corrupción.
4. Ley Reguladora del
Ejercicio de las Funciones Políticas. Se trata de aprobar un verdadero Estatuto
del Cargo Público al servicio de la Administración General del Estado. Esta
norma incluirá, entre otras, las siguientes medidas:
- Establecimiento de
escalas de retribución de los cargos públicos de la Administración General del
Estado.
- Regulación de la
publicación de las declaraciones tributarias, de bienes y de actividades de los
cargos públicos.
- Realización de
auditorías de la situación patrimonial de los altos cargos al final del
mandato.
- Determinación y límites
de los sistemas de protección social.
- Limitación de la
compensación tras el cese.
- Refuerzo de la Oficina
de Conflicto de Intereses.
5. Reforma de la Ley Orgánica
10/1995, del Código Penal. El objetivo de esta reforma es el endurecimiento de
las penas asociadas a los delitos relacionados con la corrupción.
En concreto, se analizará
el tratamiento penal de los siguientes delitos existentes en la legislación
penal y de nuevos comportamientos que pudieran ser incorporados: prevaricación;
cohecho; apropiación indebida; malversación de caudales públicos; tráfico de
influencias; fraudes y exacciones ilegales; delitos urbanísticos; omisión o
falsedad deliberada por parte de los partidos políticos de sus cuentas y
patrimonio social; financiación ilegal y enriquecimiento injustificado de los
cargos públicos electivos. Asimismo, se aumentarán los plazos de prescripción
para esos delitos.
6. Reforma de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal y, en su caso, de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Con esta reforma
se busca clarificar las reglas de atribución de
competencia a los Tribunales y la agilización de los procedimientos para
la persecución de los delitos de corrupción, para que el tiempo de respuesta
ante el delito no sea, en ningún caso, ni una forma de impunidad para el
delincuente, ni una condena pública sin sentencia. Concretamente, se estudiarán
las siguientes medidas:
- Modificación del
régimen de competencia de los delitos conexos.
- Diferimiento de la
determinación de la responsabilidad civil a un proceso civil posterior para
paliar los retrasos que afectan a la finalización de los procesos penales.