Gente a favor de la gente
domingo 10 de marzo de 2013, 15:13h
En esta invasión de malas
noticias, de desánimo o de desafección hacia lo público que amenaza con
derrotarnos, hay que volver la mirada hacia lo positivo. Dice Rafael Argullol, catedrático de
Estética y Teoría de las Artes en la Pompeu Fabra, que el camino para romper el
círculo vicioso en el que estamos es la obra bien hecha. Y en este país que
están dejando como un solar hay muchos ciudadanos comprometidos que hacen bien
su trabajo. La solidaridad con los más desfavorecidos, el esfuerzo por hacer
bien las cosas en la empresa privada, en la Administración -sí, también hay
excelentes funcionarios- en las pymes, deberían ocupar el lugar en las portadas
de los medios, en la radio, en los programas de televisión que invaden día sí y
día también los golfos apandadores, los gánster de hoy o los políticos que no
merecen ese nombre.
Valgan dos ejemplos de dos
profesionales que acaban de dejarnos en silencio, sin el reconocimiento que merecían
y después de dejar una obra bien hecha. Uno de ellos es el periodista Joaquín de Pablo Torrente, uno de los modernizadores
de la prensa económica en España, a la que aportó ética, rigor, seriedad y
trabajo. En medios como Actualidad Económica, Mercado, Rappprt Económico,
Dinero, Futuro, Cinco Días o el YA -donde compartí con él una aventura
ilusionante- o en la APIE, la asociación de periodistas de información
económica que dirigió, Joaquín luchó por el buen periodismo, el que informa, el
que no engaña ni especula. Luego se pasó a la comunicación, con su hermano
Jaime, y siempre fue honesto, íntegro, profesional y buena gente. Un lujo para
el periodismo español de los últimos cincuenta años y un premio para sus
amigos.
Lo mismo que el abogado Iñaki Almandoz, que también nos ha
dejado esta semana. Los ciudadanos no le conocerán, pero ha hecho más por la
justicia que muchos altos cargos y muchos diputados. En sus 35 años como
abogado en Guipúzcoa, 20 de ellos dedicado al derecho de extranjería, ha sido
pionero en la defensa de los derechos de los menores extranjeros no
acompañados; ha logrado el retorno de muchos que fueron expulsados de forma
irregular de España y apostó siempre por el derecho a la defensa letrada a la
que tiene derecho cualquier persona, pero, sobre todo, los más vulnerables.
Iñaki, que por encima de todo era un "abogado de oficio" logró que se
corrigieran decisiones arbitrarias apelando sólo al derecho de cada ciudadano a
una Justicia que merezca ese nombre. Le dieron hace un año la medalla al mérito en el servicio a la
Abogacía, pero sobre todo tenía el reconocimiento de sus compañeros y de las
personas a las que defendió como abogado.
"Con más gente a favor de
gente en cada pueblo o nación habría menos gente difícil y más gente con
corazón", cantaba en la década de los 70 un peculiar grupo norteamericano
llamado "Viva la Gente". Iñaki y Joaquín eran "gente a favor de la gente". Como
la que necesitamos hoy para cambiar el panorama.
francisco.muro@planalfa.es