Hugo Chávez ha dejado huérfanos a toda una
generación de venezolanos que vieron en su movimiento bolivariano al
dirigente que necesitaban para salir de la pobreza y la marginación. A
la gran suma de simpatías que consiguió durante sus mandatos, se le unió
un número igual o mayor de enemigos que consideraron su personal estilo
de mando como una dictadura y que siempre criticaron sus medidas
socialistas.
Hugo Chávez nació en 1954 en la localidad de Sabaneta, oeste de
Venezuela, el segundo de seis hijos de una familia trabajadora. Se casó
en dos ocasiones. Su primera esposa fue Nancy Colmenares con la que tuvo
tres hijos. Contrajo matrimonio por segunda vez con María Isabel
Rodríguez, con quien tuvo otra hija, aunque se separó en 2003.
Chávez ingresó en el Ejército en 1971, donde comenzó su carrera en
la Academia Militar. En 1982 fundó en las propias Fuerzas Armadas el
Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en referencia a los
200 años del nacimiento de Símon Bolivar, líder de la independencia
venezolana y una de las principales figuras a las que Chávez ha
recurrido durante toda su carrera.
Su entrada en política se produjo en 1992, cuando el teniente
coronel Hugo Chávez dirigió un golpe de Estado contra el entonces
mandatario venezolano, Carlos Andrés Pérez. Tras el fracaso que supuso
esta iniciativa, pasó dos años en la cárcel antes de que le indultara el
presidente Rafael Caldera, tras un acuerdo con los grupos de izquierda.
Con su salida de prisión, Chávez inició su ascenso a la
Presidencia de Venezuela con el Movimiento Quinta República (MVR),
iniciativa que defendía una regeneración de la democracia al que se
unieron otras formaciones políticas de izquierda. En las elecciones
parlamentarias de noviembre de 1998, el MVR se configuró como segunda
opción política con más del 20 por ciento de los votos.
La figura de Chávez se engrandeció y el 6 de diciembre de ese
mismo año fue elegido presidente con más del 56 por ciento de los votos,
tras una campaña en la que contó con el apoyo de la izquierda y en la
que las capas más bajas de la sociedad venezolana se vieron
representadas.
Hugo Chávez asumió la Presidencia en febrero de 1999 y comenzó la
refundación del país con la puesta en marcha de la Asamblea Nacional
Constituyente para cambiar la Carta Magna que terminaría sentando las
bases de su reelección en el año 2000 y la creación de su República
Bolivariana. En esta primera etapa comenzó su famoso programa 'Aló
Presidente', que servía para vitorear sus propias reformas, e inicio su
proyección internacional entre los países de la OPEP.
Golpe de Estado
Mientras, la oposición realizó acciones de fuerza --como
multitudinarias manifestaciones en Caracas-- que se vieron colmadas en
2002 con el apoyo de un golpe militar, que contó con el respaldo de
empresarios y políticos de la oposición. Las reaccionarias decisiones de
ese nuevo gobierno impidieron su consolidación y, a los tres días,
Chávez ya estaba de vuelta en la Presidencia.
El mandatario avanzó en sus reformas tras este intento de
destitución, pero la oposición no cejó en su intento por derrocarle. Las
protestas continuaron con un gran paro de varios sectores industriales a
finales de 2002 que llevaron a la oposición a una campaña para
conseguir las firmas necesarias para celebrar un referéndum revocatorio
contra Chávez en 2004, del que consiguió salir indemne, gracias, en
parte, a los altos índices de crecimiento económico conseguidos desde
2003.
A este impulso económico se le unió un aumento de las
adquisiciones y del número de efectivos del Ejército venezolano,
controlado por figuras próximas a Chávez, y una subida de los subsidios a
las clases más desfavorecidas, con la puesta en marcha de las Misiones
Bolivarianas.
Con una oposición desaparecida, que boicoteó los comicios
parlamentarios de 2005, y la reelección de Chávez en 2006 por seis años,
el mandatario venezolano aglutinó a todos los movimientos que
respaldaban su gestión para fundar el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), bajo cuyas siglas siguió avanzando en la
nacionalización de empresas y recursos y en programas sociales.
Política exteriorChávez fue intensificando su figura internacional, ya muy conocida
tras sobrevivir al golpe de Estado, y fijó a Estados Unidos, al que
denominaba 'El Imperio', como principal enemigo de la paz internacional.
El mandatario impulsó una mejora de los lazos con Rusia, a quien
compraba gran parte de su material militar, y a otros países cuyos
dirigentes criticaban la supremacía de Washington, como la Libia de
Muamar Gadafi o Irán.
En la región, unió a los principales dirigentes de izquierdas, en
el marco de un esfuerzo que inició en 2004 con la creación de la Alianza
Bolivariana para las Américas (ALBA) junto al presidente cubano Fidel
Castro, con el que mantuvo una relación de amistad.
El 'chavismo' comenzó a extenderse por la región gracias a las
inversiones impulsadas en algunos países dirigidos por mandatarios que
habían imitado el estilo de Chávez, como Evo Morales en Bolivia, el
nicaragüense Daniel Ortega, Manuel Zelaya en Honduras y Rafael Correa en
Ecuador.
A esta lista de países, se le unieron las alianzas estratégicas
que desarrolló con la Argentina de Néstor Kirchner, y el Brasil de Luiz
Inacio Lula da Silva. Sin embargo, se enfrentó en varias ocasiones a
Álvaro Uribe, presidente de Colombia (2002-10), por incidentes
fronterizos que llevaron a ambos países a estar al borde del conflicto
militar.
La enfermedadChávez mantuvo sus reformas que comenzaron a granjearle el
apelativo de autoritario en la escena internacional, por medidas como la
no renovación de la licencia del canal privado RCTV en 2007. Durante
este mandato, se produjo un aumento de la delincuencia que apenas fue
atendida mientras que la falta de inversiones en la industria, junto con
la crisis internacional, debilitaron la economía venezolana, lo que
produjo un aumento de la inflación.
A pesar del rechazo de la sociedad venezolana, Chávez consiguió en
2009 aprobar uno de los puntos más controvertidos: la reelección
indefinida, en un intento por perpetuar su modelo 'chavista' del que
apenas surgieron figuras que le hicieran sombra.
Pero este modelo unipersonal se vio truncado con la detección en
2011 de una "lesión" pélvica. El secretismo de su enfermedad le llevó a
operarse en Cuba y a someterse a diferentes ciclos de quimioterapia en
la isla. Aunque no tenía la misma fuerza que en etapas anteriores ni
mantuvo su presencia monopolista en los medios, Chávez declaró en julio
de 2012 estar "libre" de la enfermedad y volvió a presentarse como
candidato para las elecciones del 7 de octubre.
En estos últimos comicios, consiguió una nueva victoria con diez
puntos de diferencia respecto al candidato de la oposición mientras en
plena campaña aumentaban las especulaciones sobre su salud, las cuales
se vieron confirmadas poco después. El 8 de diciembre de 2012, sin haber
jurado su cargo como presidente, anunció que debía viajar a Cuba para
operarse de nuevo. Chávez pidió a la sociedad venezolana que eligiese a
Nicolás Maduro, su vicepresidente, en caso de que a él "le ocurriese
algo".
Chávez anunció el pasado 18 de febrero a través de su cuenta
oficial en Twitter (@chavezcandanga) que había regresado a Venezuela,
tras permanecer 70 días en La Habana y fue ingresado en un hospital
militar de Caracas. Sin embargo, no se pudo ver ninguna imagen en
movimiento del mandatario desde el regreso a su país.
Su estilo de dirigir el país le ha granjeado fuertes reacciones
tanto en la sociedad venezolana como en la comunidad internacional que
ha conseguido mantenerle en el centro de la escena en varias cumbres
internacionales, como el episodio en el que el Rey español Juan Carlos I
le mando callar en una cumbre iberoamericana o su comparación del
presidente estadoundiense George W. Bush con el mismo diablo.
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