El jueves un periódico nacional destacaba
en primera página la intervención del general de Infantería de Marina, en la
reserva, Juan Antonio Chicharro en un debate titulado Fuerzas Armadas y ordenamiento constitucional. En el mismo, el
general dejó claro que, a su juicio, "la Patria está por encima de la
Democracia" al señalar que la primera es anterior y más importante.
A
partir de ahí, según lo publicado que recoge entrecomillados de su discurso,
Chicharro hacía una peculiar interpretación de la Constitución y de lo que
debían hacer los militares en el caso, hipotético, de que el PP perdiera la
mayoría absoluta y, par apoyarle, los catalanistas le impusieran la condición
de variar el artículo 2 de la Carta Magna que consagra la indisoluble unidad de
España. Además de flagrantes contradicciones, y recordando la figura del Rey
que ya ejerció sus funciones como jefe de las Fuerzas Armadas el 23 - F, el
general, en lo que quería ser una respuesta ambigua, señalo que una cosa es la
"teoría y otra la praxis".
El acto, celebrado en la Gran Peña de
Madrid, contaba entre sus asistentes con numerosos militares, la mayoría
generales retirados que hace años llamaban a la Carta Magna la "prostitución"
pero que ahora, desde que se retiraron, se han convertido en ardiente
defensores de la misma en la parte que defiende, claro, su manera de pensar y
con sus peculiares interpretaciones.
Curiosamente, el día 13 de febrero, se
celebraba un acto nada menos que en el Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, un organismo oficial, con actuación y presencia de muchos
militares y no pocos generales, tanto retirados como en activo. Se trataba del
primer premio Bernardo Vidal a los Valores
Constitucionales y las Fuerzas Armadas. Lo organizaba el Foro Milicia y
Democracia (FMD) fundado hace diez años por antiguos miembros de la UMD y que
en la actualidad está integrado por militares, diplomáticos, periodistas y
juristas.
Este primer premio recayó en el general
de cuatro estrellas del Aire Julio Rodríguez, antiguo Jefe de Estado Mayor de
la Defensa (JEMAD) con la presencia de dos ex ministros, Bermejo y Chacón,
además de las personalidades civiles y militares citadas.
En el transcurso del acto se recordó a
Bernardo Vidal quien, aprobada la Carta
Magna y en una de las cenas que militares demócratas organizaban para celebrar
su aniversario, cuando no lo hacía nadie, dijo : "La UMD ha muerto. Viva la
Constitución". También hubo en este acto ovaciones y aplausos para quienes
intervinieron, sobre todo para el premiado que agradeció que la distinción fuese a los "valores
constitucionales, y por ese orden" que es el que debe ser siempre.
"Hoy estamos
ante unas Fuerzas Armadas distintas, -dijo. Distintas a las de esas fechas - se
había referido a los primeros años de la transición cuando asistir a las cenas
de militares demócratas podían suponer un arresto - y distintas también a las de hace tan solo
10-15 años. Ahora la sociedad no teme a
sus Fuerzas Armadas. Ahora las respeta y las reconoce. Y lo demuestra el hecho
de que se mantengan en el grupo de cabeza de las instituciones y grupos
sociales que fueron recientemente
sujetos de una encuesta de evaluación".
"Estamos, -
continuó - es evidente, en plena transformación social y la sociedad solo puede
transformarse y avanzar en la medida en que sea capaz de activar y alinear sus
compromisos. Hay muchos tipos de compromisos pero hay que buscar el punto de
apoyo en alguno de ellos, y si uno tuviera que elegir, se quedaría con el
liderazgo, con el liderazgo político y social. Un liderazgo que sea capaz de
activar la cooperación a todos los niveles que permita transformar los
valores y que todo ello se haga a tiempo.
"Muchas de
nuestras estrategias actuales de defensa - señalo el general Julio Rodríguez -
son literalmente ineficaces. En la época del calentamiento climático, las
bombas inteligentes, los ataques cibernéticos y las epidemias globales,
nuestras sociedades deben ser protegidas con estrategias más complejas y
sutiles. No podemos seguir con procedimientos que parecen ignorar el entorno de
interdependencia".
Para concluir,
habría que destacar este párrafo de su discurso: "En definitiva, que no podemos
regodearnos con lo conseguido. Que hay que estar, como siempre, atentos y
evolucionando. Y esto vale para todo y para todos. Borges lo decía,
refiriéndose a la literatura, pero podemos aplicarlo también en otros aspectos,
la idea de texto definitivo corresponde a la religión o el cansancio".
En definitiva,
dos discursos, dos alturas intelectuales dos
Valores Constitucionales y valores constitucionales. Pero ha llamado más la
atención el segundo, salvo en las página de Diariocrítico que hizo cumplida
referencia. Las salidas de tono y las ambiguas estulticias que defienden
algunos todavía en estas fechas, son noticia para algunos. Lo contrario, no.
Vamos por el buen camino.